Análisis de Ouya, la consola open source
Una oportunidad perdida... por ahora.
Hecha realidad gracias a los 8,5 millones de dólares recaudados en Kickstarter, la consola Ouya es uno de los grandes ejemplos de éxito en crowdfunding. Dependiendo de a quien le preguntes, puede que también sea el sistema que, alejado de Sony, Microsoft y Nintendo, haga temblar los cimientos de la industria del videojuego tal y como la conocemos. Libera a los jugadores, potencia a los creadores y proporciona un nuevo mundo de entretenimiento interactivo... o así es como nos la han vendido. La hipérbole que rodea a Ouya es capaz de obnubilar hasta la mente con los pies más en la tierra, pero antes de que sucumbas al hype vale la pena que recuerdes que, en el fondo, Ouya es básicamente una set-top box, y ya hemos visto anteriormente lo decepcionante que puede llegar a ser este tipo de dispositivo.
Con tantas expectativas Ouya tiene mucho que decir. La consola ha sido diseñada por Yves Béhar, tiene un mando específico para jugar y funciona con el chipset Tegra 3 de Nvidia, aunque lo más interesante es que su precio es tremendamente bajo: 99 dólares en Estados Unidos y menos de 100 libras en Inglaterra, donde se lanzará a finales de mes. Si Android quiere reclamar su sitio bajo tu televisor LCD esta es, sin duda, su mejor oportunidad. Pero, ¿es Ouya realmente un competidor de verdad para tu Xbox 360 o tu PlayStation 3? Responder esa pregunta es difícil en un momento tan temprano de la vida del sistema, pero intentaremos contestarla igualmente.
En términos puramente físicos, Ouya es muy pequeña. Lo primer que llama la atención cuando abres la caja y retiras la nota que pone "gracias" sobre la consola es lo diminuta que es. Comparada con una consola tradicional, aunque sus 300 gramos le otorgan una sensación bien sólida. El diseño de Béhar seguro que generará opiniones enfrentadas: su aspecto minimalista permite que no parezca fuera de lugar al lado de tu reproductor Blu-ray o tu sistema Surround, pero ser un poco más llamativo no le hubiese venido mal. Aún así hay una belleza sutil en la máquina, gracias a su parte superior negra y brillante y a la carcasa de aluminio. En la parte trasera están todos los puertos y salidas: HDMI, USB, Micro USB, Ethernet y corriente.
El mando se alimenta con un par de baterías AA, colocadas bajo los paneles de metal que se enganchan al cuerpo del pad con un conjunto de imanes. La interfaz está organizada imitando la del mando de Xbox 360, con el stick analógico izquierdo sobresaliendo un poco más que el derecho, para poder así acomodar el pad digital con ocho direcciones. Lo botones adoptan la configuración diamante estándar, y sobre ellos hay cuatro gatillos - ninguno de ellos analógico, lo cual podría limitar la viabilidad del sistema con juegos de conducción o shooters en primera persona. En la parte central del mando hay un pequeño touchpad capacitivo que ejerce como puntero de mouse y que se usa para navegar por algunos menús, pero es raro y pocas veces proporciona la precisión que necesitas de él. Finalmente está el botón Ouya, el cual se puede pulsar en cualquier momento para volver al menú principal. Vale la pena mencionar que, por defecto, la Ouya está diseñada para usar sólo una aplicación a la vez - salir al menú principal cierra el juego al que estés jugando, así que guardar tu progreso es vital.
El diseño del pad de Ouya no es feo, desde luego, y resulta bastante cómodo. El problema es que hay algunas pegas a tener en consideración. El botón "O" se queda ligeramente enganchado cuando lo apretas fuerte, y aunque se ha solucionado casi del todo el problema con las zonas muertas del stick analógico, los propios sticks siguen siendo muy pesados, haciendo que sea difícil apuntar de forma precisa.
Al ser un dispositivo Android es tremendamente fácil añadir periféricos adicionales a la Ouya. No tendrás problemas para conectar un teclado o un ratón Bluetooth, con los que te resultará mucho más fácil introducir texto y navegar por los menús. También se pueden conectar otros pads Bluetooth, o incluso el mando oficial de OnLive. Este servicio de streaming, de hecho, ha alcanzado un acuerdo con Ouya para el lanzamiento oficial, y aunque la unidad de pruebas no lo traía preinstalado (y no aparecía en la Ouya Store), pudimos cargarlo y jugar a Batman: Arkham Asylum. Si enchufas un hub USB también puedes conectar teclados y ratones con cable, y sorprendentemente la Ouya es un pequeño dispositivo muy recomendable para navegar por internet - bastante mejor que la experiencia que tuvimos con una Raspberry Pi.
"El sistema operativo de Ouya es atractivo y simple de usar, pero tiende a mostrar un montón de lag cuando hay muchas imágenes en pantalla."
En el interior Ouya tiene el chipset Tegra 3 de Nvidia, el cual incluye una CPU de cuatro núcleos ARM Cortex-A9 a 1.7GHz y una GPU GeForce ULP, todo ello acompañado por tan sólo 1GB de RAM - la mitad de memoria que a día de hoy presentan los smartphones Android. El Tegra 3 era un componente muy válido cuando se anunció la Ouya, pero con el Tegra 4 a la vuelta de la esquina la consola ya está por detrás de la carreras de los smartphones y lejos de considerarse un avance tecnológico. Como resultado de ello el rendimiento del sistema es aceptable en vez de sorprendente; el único benchmark que pudimos ejecutar con éxito fue AnTuTu, con una puntuación de 13782 puntos - muy por debajo del Galaxy S4 pero por encima del Galaxy S2, que obtuvo una puntuación de 10270 en la misma prueba. Por supuesto, hay que tener en cuenta que Ouya cuesta cinco veces menos que un smartphone Android moderno y de gama alta, con lo cual la comparación con el S4 no es del todo justa, pero el punto a considerar es que en términos de potencia 3D la nueva consola ya está desfasada, y dentro de un año la situación será dramática. Por si fuera poco tampoco es tan eficiente a nivel energético como esperábamos - su consumo oscila entre los 8W y los 15W en función de la actividad.
Aunque Ouya gira alrededor del sistema operativo Android de Google, la interfaz se ha personalizado muchísimo y sólo al examinar en lo más profundo de los menús encuentras rastros del menú de sistema "Holo" tradicional. Al encender la consola por primera vez, la máquina te pide que enlaces tu mando, crees una cuenta Ouya y entregues los datos de tu tarjeta de crédito. La propia IA se divide en cuatro áreas clave: Play (la biblioteca de juegos), Discover (el escaparate de la tienda Ouya), Make (para acceder a otras apps y a herramientas de desarrollo) y Manage (el menú de opciones). La sección Discover también incluye Sandbox, una zona en la que los desarrolladores pueden subir ediciones no definitivas de los juegos para que las puedan probar los usuarios de Ouya.
La tienda online de la consola ofrece una selección de juegos, los cuales se pueden descargar gratis gracias a la política del fabricante que obliga a los desarrolladores a ofrecer como mínimo demos gratuitas o elementos free-to-play. Por ejemplo, Canabalt HD tiene un sistema de créditos que se renueva cada día, con créditos adicionales que se obtienen al alcanzar los 5.000 metros dentro del juego. Pagando por la versión completa se elimina esta limitación y se obtienen extras adicionales, como una banda sonora diferente o un estilo gráfico 2D "clásico" opcional. Este tipo de filosofía te permite descargar cualquier juego, probarlo y decidir por ti mismo si merece la pena gastar dinero en él, pero también hay problemas. No hay indicaciones en ningún lugar de la tienda sobre el precio del juego, y sólo se te avisa cuando vas a hacer la compra dentro del propio juego. Esto seguramente se debe a que muchos títulos no esperan que gastes tu dinero en ellos tras probar la demo porque, en realidad, ya estás jugando a la versión completa y lo que se espera es que hagas pequeñas compras ingame en créditos, objetos o tiempo.
"A pocas semanas de su llegada a las tiendas europeas, Ouya tiene que mejorar muchísimo: su pobre selección de juegos no es suficiente para reforzar el lanzamiento de una consola."
En el momento de escribir este artículo la tienda de Ouya es francamente pobre si se compara con la App Store de iOS o con el market de Google Play - algo que no sorprende teniendo en cuenta que el dispositivo es muy nuevo. Pero aún así resulta decepcionante que no hayan más títulos, especialmente si recuerdas que durante la campaña en Kickstarter los creadores de la consola publicaron capturas de pantalla con juegos como Shadowgun o Dead Trigger. La calidad media del catálogo actual de software es discutible, como poco: Final Fantasy III, Wizorb y The Bard's Tale destacan en un mar de juegos malos para móvil. Aunque ese tipo de títulos puede ser adecuado para matar el tiempo con un smartphone, resultan tremendamente vacuos al jugarse en un televisor.
En cuanto al rendimiento gráfico, es imposible no pensar que Ouya se queda muy por detrás de los actuales terminales Android. Probamos varios juegos en el sistema, siendo el más exigente de ellos Real Racing 3 - el cual hubo que cargar a través de sideload. El frame-rate era pobre y los fallos gráficos - como texturas desaparecidas y cielos que se difuminaban - aquejaban aún más el rendimiento. Los títulos optimizados para Tegra deberían funcionar mejor, pero ninguno estaba disponible todavía en la tienda Ouya - una omisión extrañísima si piensas en lo mucho que insistió el equipo de Ouya en el uso de tecnología Nvidia. Otros intentos de sideload tuvieron más éxito - si te interesa el tema puedes encontrar montones de guías en internet.
También se ha hablado mucho acerca de que los emuladores retro estarían disponibles en la tienda Ouya desde el primer día, lo cual hizo que los usuarios críticos con el sistema - el cual se suponía que competiría contra compañías como Nintendo - protestasen argumentando que los usuarios podrían descargar y jugar de forma ilegal a títulos clásicos de SNES y N64. En el momento de escribir este artículo SNES9X, SuperGNES y Mupen64Plus están disponibles en la tienda Ouya, y seguramente tendrán mucha compañía en el futuro cercano.
"El rendimiento en títulos 2D y 3D no es que sea precisamente espectacular, incluso en algunos de los juegos más simples disponibles actualmente."
El rendimiento es decente, con SNES9X funcionando al 100% de velocidad sin frameskip. Todos los controles se mapean correctamente, además, en el gamepad de Ouya. La noción de que puedes jugar con ROMs en la consola no debería ser una sorpresa para ningún usuario de Android - al fin y al cabo el market de Google Play está plagado de emuladores para una larga lista de sistemas antiguos - pero hace que te preguntes si Nintendo podría demandar a Ouya cuando se de cuenta de que en ella puedes jugar a títulos que se venden en la consola virtual de Wii U.
Dado el pedigrí de Ouya con Android seguramente pensarás que tu colección de aplicaciones y juegos comprados anteriormente funcionarán con este dispositivo. Desgraciadamente no es el caso: Ouya no es compatible actualmente con el market de Google Play. Aunque puedes hacer sideload de aplicaciones al descargar e instalar los paquetes APK, la Ouya se niega a soportar la aplicación oficial Google Play. Poder instalar la Amazon App Store o el market SlideMe mitiga un poco el problema, pero ninguna de estas dos tiendas tiene el amplio catálogo de la de Google. Esto es un problema grande para los usuarios que tienen Android desde hace tiempo - sin acceso a Google Play no puedes descargar los juegos y aplicaciones que ya habías comprado a lo largo de estos años en tu teléfono o tableta. Dado que muchos de estos juegos juegos en teoría se añadirán a la tienda de Ouya en el futuro con poco más que compatibilidad para el gamepad y un poco de optimización, los usuarios pueden encontrarse ante la situación de tener que comprar otra vez el contenido que ya poseen. Parece estúpido construir un dispositivo con Android para luego rechazar la opción de dar a los usuarios la opción de usar su actual biblioteca de compras.
Desde un punto de vista comercial, en cambio, es comprensible. El equipo de Ouya pretende ganar dinero de las ventas hechas a través de la consola, seleccionando y destacando los títulos que sacan mayor provecho del hardware - todos los juegos se han configurado específicamente para el mando, algo que no podríamos decir con títulos Android estándar. De hecho, la mayoría de títulos no optimizados para Ouya que probamos a través de sideload no podían jugarse con el pad, lo cual destaca la necesidad de una tienda dedicada. Por ahora, la opción de hacer sideload es un parche a corto plazo, pero el apoyo de los desarrolladores será vital de aquí a Navidades.
Otro posible uso para Ouya es como reproductor de medios, aunque en estos momentos tendrás que esforzarte para conseguirlo, porque el sistema no trae software de reproducción de ningún tipo y tampoco hay nada en la Ouya Store. Cargar un programa como XBMC o Plex a través de sideload es posible y Netflix funciona a través de este método, pero la ausencia de optimización provoca un rendimiento inestable. XBMC era insoportablemente lento, pero la reproducción con Plex funcionaba perfectamente gracias a nuestro servidor casero. La única aplicación de vídeo "oficial" para Ouya es el reproductor de twitch.tv, el cual - quizás de forma nada sorprendente - es muy similar a la aplicación estándar para Android. Sirve para salir del paso, pero le faltan opciones tan básicas como las búsquedas o el chat.
"El mando de Ouya ha mejorado respecto a los primeros modelos, pero el pad sigue sin convencer y el panel táctil es demasiado sensible."
Ouya: El veredicto de Digital Foundry
El increíble trayecto de Ouya hasta su llegada a las tiendas puede hacer que parezca un tremendo éxito, pero en realidad la consola tiene todavía por delante un larguísimo camino si quiere ser considerada como una alternativa viable a las máquinas tradicionales. La tienda Ouya es vergonzosamente pobre en cuanto a títulos importantes, y sin exclusivas como las precuelas de Human Element listas para el lanzamiento la consola tendrá problemas para atraer a muchos jugadores. Incluso sin PS4 y Xbox One acechando en el horizonte es difícil recomendar la Ouya cuando puedes comprar una Xbox 360 por un poco más de dinero, y en esa consola sí que no tendrás problemas de catálogo a precios baratos.
Pero también vale la pena apoyar lo que representa Ouya: una consola personalizable y de bajo coste que ofrece a los desarrolladores una plataforma decente. Pero no es única en este aspecto, porque tanto iOS como Android ofrecen una base de usuarios mucho mayor y Android en concreto hace más o menos lo mismo que Ouya. Muchos de los últimos terminales Android incluyen un puerto HDMI, y todos los dispositivos con una versión reciente del SO de Google pueden enlazarse con un pad Bluetooth para ofrecer una experiencia de juego real. Esto genera una pregunta: ¿por qué gastar más de cien euros en otro aparato cuando puedes hacer lo mismo con tu móvil?
Si Ouya consigue tener suficiente éxito como para asegurarse alguna exclusiva, las cosas podrían ser diferentes. Lo serían si el sistema consigue su Mario, su Halo o su Uncharted, si se desliga de sus orígenes de smartphone y se establece como una plataforma aceptable para el público mainstream. Pero cuando el apoyo "exclusivo" de empresas como Square Enix se limita a un simple port de Final Fantasy III que ya está disponible en muchas otras plataformas, queda claro que el futuro de Ouya está en el aire - y la noticia de que Sega publicará tres juegos de Sonic que también están disponibles en otros sistemas es preocupante. Cuando los desarrolladores hacen un juego para Ouya saben que pueden hacer fácilmente un port para Android y así llegar a un público mucho mayor, con lo cual es difícil que lleguemos a ver muchas exclusivas reales.
Aunque ahora Ouya ofrece una experiencia decepcionante, estamos es sus inicios. Con la promesa de actualizaciones de hardware anuales por parte de sus creadores, Ouya desde luego evolucionará, al igual que los smartphones y las tabletas avanzan continuamente en términos de tecnología interna. Por supuesto, dicha evolución sólo puede darse cuando hay suficiente dinero e interés, y el tiempo dirá si Ouya puede superar su desfasada tecnología interna y la falta de software exclusivo para ganarse un nicho de mercado. Pese a mostrar algunos problemas irritantes, la consola al menos tiene unos cimientos sólidos y un precio muy decente. Ahora sólo le falta el robusto apoyo por parte de los desarrolladores que se prometió durante la campaña en Kickstarter el año pasado.
Traducción por Josep Maria Sempere.