Patapon 3

Aquí es donde entra en juego otro género, y es que Patapon 3 tiene un alto toque estratégico. Pese a que al principio nos ayudamos con la "chuleta" situada en la parte inferior de la pantalla, en la que se nos muestra cómo se realiza cada movimiento, finalmente terminaremos aprendiéndolos de memoria. Y aunque pueda parecer muy sencillo eso de seguir el ritmo de la música pulsando los botones mientras esbozamos una sonrisa, hay que tener una parte del cerebro pensando cuál es el siguiente paso a dar. Porque olvidaros de completar una misión con éxito simplemente atacando, ya que en ocasiones estamos obligados a utilizar un planteamiento más defensivo para finalizar con éxito determinadas fases.

Como no podía ser de otra manera, el juego está dotado de un ligero componente rolero gracias al cuál podremos mejorar armas, objetos e incluso cambiar las clases o habilidades especiales de nuestra hueste. Lógicamente, según avanzamos en la aventura las posibilidades lo hacen de manera paralela. Aun así, el propio juego nos recomienda el nivel mínimo que hay que tener en cada fase para afrontarla con un mínimo de garantía de éxito.

Patapon 3 también cuenta con un modo multijugador cooperativo para hasta cuatro jugadores y otro competitivo tanto en ad-hoc como en infraestructura. Un añadido obligado que sin duda alarga la vida del título.

Visualmente, el diseño artístico resulta maravilloso. Es muy difícil transmitir tanto con una aparente simpleza como la que denota el juego. Y es que resulta bastante complicado mantener el nivel de expresividad y transmisión en una tercera entrega, pero Patapon lo hace de sobra. La frase "lo poco puede ser mucho" encaja a la perfección en esta saga.

Quizás el factor sorpresa haya quedado muy atrás, pero sin duda Patapon 3 es una joya dentro del catálogo de PSP. Probablemente muchos no lo sabrán apreciar, pero si un simple videojuego te mantiene constantemente con una sonrisa y te impide dejar de mover una pierna al son de la música es, sin duda, por que es algo muy bueno.