Persona 4 Arena Ultimax sigue siendo un fantástico juego de lucha a la espera de una renovación de su online
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La noticia del relanzamiento de Persona 4 Arena Ultimax, el juego de lucha de Arc System Works basado en el RPG de Atlus, fue una alegría para quienes disfrutamos del original, ya que a día de hoy era bastante complicado acceder a este título. Si bien la versión original de Persona 4 Arena de Xbox 360 es retrocompatible, su edición expandida Ultimax se quedó fuera de la lista final. En PlayStation 3 no tenemos retrocompatibilidad alguna y tampoco está disponible en el servicio PS Now. Con el juego en las manos, eso sí, parece que el esfuerzo para trasladar la experiencia a la actualidad ha sido el justo y necesario.
Empecemos por lo positivo: P4AU sigue siendo un fantástico juego de lucha 2D. Arc System Works podría haberse limitado a cumplir con lo mínimo para este spin-off pero nos dejó un juego a la altura de los mejores Blazblue, traduciendo las particularidades de la saga Persona en forma de mecánicas que añadían tácticas al combate. Por ejemplo, los propios Persona aparecen en los ataques más poderosos pero si se usan a destiempo el rival puede golpearles y, tras varios impactos, desactivar las técnicas más poderosas del rival. Si os interesa información más extensa, tenemos los análisis en profundidad de Persona 4 Arena y Persona 4 Arena Ultimax.
Esta entrega incluye tanto la historia original de Persona 4 Arena como la de Ultimax, que continúan donde lo deja la historia de P4 y une sus destinos con los de el equipo SEES de P3. Sin ser ninguna maravilla, la de Arena estaba graciosa y permitía volver a reencontrarse con los personajes de los RPG. En Ultimax se nota más derivativa y los personajes terminan siendo caricaturas de sí mismos. La gran novedad en este aspecto es que la editora ha encargado la traducción de todos los textos al español, incluyendo ambas campañas.
Tanto en este como en el resto de modos para un jugador la experiencia es ideal. Es un título profundo, que podemos jugar con autocombos pero que también nos proporciona desafíos para aprender los recursos únicos de cada personaje, aunque quizá a día de hoy le falten tutoriales para aprender a enfrentarse a ciertas situaciones y no solo a controlar a cada PJ. Podemos disfrutar de su excelente combate en los modos historia, arcade, score attack y también en el equivalente a un juego de mazmorras con combates 1v1 (Golden Arena), así que si vais a jugar sin conexión a internet, la oferta es amplia e interesante. El gran elefante en la habitación es, por supuesto, el modo online.
Publicar el juego sin rollback en 2022 es inexplicable, más aún cuando Arc System Works lleva meses actualizando otros títulos de su catálogo con este netcode que debería ser la norma en cualquier novedad en juegos de lucha. Atlus ha prometido que llegará en verano a dos de las tres plataformas (PC y PS4, pero no Switch), aunque siendo un título tan de nicho incluso para el propio género, quizá sea un poco tarde. El netcode actual es funcional y permite jugar partidas sin grandes problemas, pero habiendo probado otros títulos es difícil no notar un leve retraso en algunos inputs. Esto se traduce en, por ejemplo, patadas al aire a destiempo o combos que no terminan de enganchar. Sin embargo, el sistema de lobbies que presenta sigue siendo arcaico, prácticamente sin tocar nada con respecto al original de 2014. Los avatares de las salas son adorables, pero ya de lanzamiento es casi imposible encontrar una partida en matchmaking competitivo.
El relanzamiento de Persona 4 Arena Ultimax parece una oportunidad perdida para apostar por la escena de un título que llegó a estar en el plantel principal del EVO, además de proporcionar algunos de los torneos más divertidos de pasadas competiciones paralelas al torneo de juegos de lucha. Creo que las condiciones eran adecuadas para expandir su base de usuarios, pero parece conformarse con que los fans del original volvamos a poder jugarlo en plataformas actuales o apelar como mucho a los fans que han descubierto los RPG más recientemente. Las virtudes de su combate siguen intactas, pero en un envoltorio más cuidado podrían haber destacado mejor.