Análisis de Pillars of Eternity II: Deadfire - Beast of Winter
Para refrescar el verano.
Sobre Pillars of Eternity II: Deadfire (Obsidian, 2018) os hablamos hace un tiempo en esta misma web. En lo personal, me resulta uno de los mejores RPG a los que he jugado; me gusta que sea más dinámico, que exploremos escenarios nuevos y que haya un sistema de multiclases. No es perfecto, pero desde luego consigue que quiera seguir haciéndome personajes y explorando otras vías para resolver los conflictos que surgen en él. Sin embargo, el juego se publicó con varios bugs y un sistema de dificultad poco afinado. Por suerte, Obsidian no se ha quedado de brazos cruzados.
A lo largo de este tiempo, la dificultad ha sido mejorada y también se han solucionado errores mediante diversos parches. También se han publicado varios DLCs gratuitos, como un pack de peinados y barbas (vamos a reconocerlo: todos queremos más opciones de peinados y barbas) o el Rum Runner's Pack, que incorpora más bebidas alcohólicas, una nueva pose y una nueva compañera. También se han incorporado características como soporte para mods o la posibilidad de saltarnos la introducción. Estos cambios han sentado bien al juego, pero Obsidian tiene en mente más.
Beast of Winter es el primer DLC de pago que añade nuevas misiones, y sale junto a un nuevo parche, que incorpora un barco mercante de objetos mágicos. En esta aventura, el o la protagonista recibe la invitación a una isla alsur del archipiélago, a Harbingers' Watch. Ésta resulta ser un iceberg que crece día a día, y nosotros decidimos investigar qué sucede. Los habitantes de la isla son seguidores del dios Rymrgand y te reciben como aquel que trae el fin del mundo, en contraste con quienes te consideran la salvación.
En el artículo del primer Pillars of Eternity, hablábamos de cómo el o la protagonista, aunque sea el elegido, a menudo no tiene todas las respuestas ni todas las soluciones, pese a que hubiera quien te tratara como si sólo tú pudieras cambiar las cosas. Era una aventura más casera y que podías afrontar desde varias perspectivas, pero no sentías que estaba en riesgo el mundo entero. En Pillars of Eternity II: Deadfire persigues literalmente a un dios. Por así decirlo, dejas el anonimato parcial que tenías en el primer juego para pasar a ser un símbolo para evitar la catástrofe. En Beast of Winter, sin embargo, se explora esta percepción desde el lado opuesto: te consideran quien siembra a su paso la destrucción. Eres el heraldo del fin del mundo. De esto habla Alex Scokel, diseñador narrativo del DLC, en este artículo, donde además se señala el cambio de tono en el humor del juego.
Esta aventura cuenta con escenarios nuevos con sus correspondientes misiones. Es una historia breve en la que se puede incorporar un nuevo compañero, quien contará con la posibilidad de hacerse multiclase, y en la que aprenderemos más sobre el dios Rymrgand. Este dios es conocido como Beast of Winter (la Bestia del Invierno), y es la manifestación del colapso en todas sus facetas, asociado con el hambre, la entropía yla enfermedad. Es el dios del fin último. En el mundo de Pillars of Eternity, las almas, cuando muere el cuerpo, regresan al Más Allá, y más tarde al mundo. Pero Rymrgand es el dios que otorga el fin del alma, no su resurrección.
En este marco, tendremos que hacer frente a una pequeña aventura que nos llevará a descubrir más información referente a nuestra misión principal y que nos dará la oportunidad de hablar cara a cara con un dios.
Beast of Winter está pensado para jugarse en niveles altos, y la dificultad, como decíamos, ha sido ajustada, por lo que el DLC presenta un nuevo reto. Entre las nuevas características que se han añadido en estos últimos meses debe destacarse la que te sugiere compañeros para las aventuras, una buena manera de garantizar que no nos perdemos información e intervenciones interesantes. En Beast of Winter, por ejemplo, uno de los personajes que nos recomiendan es Ydwin, una sidekick a la que podemos reclutar en Neketaka.
Obsidian es un estudio que nos ha demostrado una y otra vez que saben escribir tanto historias más grandes como otras más contenidas. Si bien este DLC se nos puede antojar breve, lo cierto es que plantea una aventura interesante, con más de una conclusión y diversas maneras de resolver los problemas que surgen. Mantiene la esencia del juego, tanto a nivel narrativo con una historia interesante como a nivel de diseño, pero en vez de los escenarios mayormente veraniegos del archipiélago esta vez estaremos rodeados de hielo y nieve.
Los esfuerzos de Obsidian por continuar añadiendo contenido y dar soporte al juego lo están mejorando poco a poco y, de hecho, podemos consultar el calendario que ellos mismos han colgado en Twitter para ver lo que podemos esperar. Este primer DLC permite que tengamos contacto con más trasfondo del mundo, que conozcamos mejor a uno de los dioses y que descubramos información sobre el archipiélago. Beast of Winter puede ser una experiencia breve, pero es tremendamente satisfactoria, porque da mucho gusto poder decirle a un dios que es un capullo.