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Plants vs. Zombies

Delicioso ataque mutante.

De noche contamos con una variedad de hongos y setas para paliar la falta de sol, el elemento clave del juego.

Y es que el punto diferenciador de esta propuesta radica en la forma de obtener el crédito necesario para añadir refuerzos. En las escenas diurnas nos van regalando periódicamente algo de esta moneda en forma de rayos solares. Sería insuficiente de no contar con nuestros joviales benefactores en forma de indefensos girasoles (ya podrían disparar pipas). Mientras que en las contiendas nocturnas nos tendremos que valer sólo con ellos para paliar tamaña escasez energética, variando ostensiblemente las tácticas en función de la hora. De día podrás acceder a todo el material pesado, mientras que de noche te compensarán con unas setas que se regenerarán gratis a cambio de una mayor fragilidad. Carne de cañón.

La particularidad recae en que tanto los rayos solares como el dinero extra para los bonus habrás de recolectarlos a mano, distrayendo tu atención en los momentos más congestionados de la acometida.

Todavía por jubilar y ya con mi invernaderito

El juego viene arropado por una miríada de extras en modos de juego y adminículos. Aunque no dejan de ser variaciones del modo principal alegran con mucho el contenido final. Tenemos desde modos puzzles en los que completar unos escenarios con algún factor limitante, hasta mini juegos como derribar no muertos cual bolos. Incluso nos dejarán ejercer de zombies.

También podremos gastar las monedas en la singular tienda móvil de nuestro vecino tarado. Nos vende desde variedades inéditas de plantígrados, hasta macetas nuevas para nuestro jardín Zen. Un curioso modo “de juego” en el que tendremos que cultivar todas las especies de plantas del juego a cambio de más monedillas.

Un álbum con una descripción de plantas y enemigos completan el producto a expensas de un estupendo envoltorio en forma de videoclip surrealista que no puedo pasar sin presentar.

Karaoke zombi-vegetal.

Como única tara anotar que no esté localizado al español, teniendo que tragar con un inglés plagado de “Chumba 'o' wambas” y demás expresiones infantiloidemolonas.

Diez euretes pueden parecer caros para un juego flash vitaminado. Pero ya os digo que no sé si por diversión o por adicción, pero lo cierto es que cuando ponga el punto final a este escrito voy a seguir salvaguardando mi cerebro del tracto digestivo de los señores verdes que, con tan poca cortesía, están ocupando mis verdes praderas. Aunque sean las del fondo de pantalla del ordenador.

Y recordad que os lo dice alguien con muy bajo nivel de productividad.

Plants vs. Zombies se puede descargar desde la web de PopCap por 20 euros y en Steam por 10.

8 / 10

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