Pokémon HeartGold & SoulSilver

Las batallas tienen el mismo sistema por turnos desde la primera edición: un pokémon por jugador y se atacan alternativamente. Podemos intercambiarlos durante el combate, así como usar objetos. También están los combates a dos pokémon por cabeza, que es otra interesante forma de combatir aunque su aparición durante la aventura sea muy escasa. Es por todo esto que a pesar de su apariencia infantil podemos hablar de un juego con una gran profundidad, bastante mayor que la que nos ofrecen la mayoría de RPGs para esta consola. En el caso de estos HeartGold y SoulSilver cabe destacar que son bastante continuistas en este aspecto, pero lo cierto es que ante una fórmula que funciona tan bien resultan innecesarios los cambios. Al fin y al cabo, siempre que en la franquicia se ha cambiado la fórmula se han creado sagas alternativas.

El único punto negativo que encontramos en el sistema de batalla es una IA que se podría haber trabajado más para llegar a suponer un verdadera reto para los jugadores más veteranos, ya que aquellos que hayan seguido la saga podrán pasarse el juego sin demasiadas dificultades. Ahora bien, esto no es del todo importante si se tienen a varios amigos con el juego, ya que las opciones multijugador siguen siendo muy amplias y se puede combatir, intercambiar pokémons, participar en mini-juegos y mezclar datos de partida, entre otras funciones. Este es el modo que hace casi infinito al juego, hasta el punto de que se puede llegar a perder la noción del tiempo.

Dejando de un lado el sistema de batalla y evolución de nuestras criaturas, encontramos en el juego bastantes tareas que nos mantendrán ocupados: ya sea recolectar bonguris que nos permitirán obtener exóticas Poké Balls, plantar bayas para dárselas a nuestras criaturas en combate o participar en el Pokeathlón. De hecho, esto último es una novedad de esta entrega ya que no estaba presente en los títulos originales y nos permite al jugador disputar una serie de competiciones al estilo Juegos Olímpicos. Cada especie de pokémon tiene diferentes habilidades, aunque pueden ser potenciadas. En esta modalidad las partidas son bastante entretenidas y entre amigos la diversión y los piques están asegurados.

Sin embargo, este no es el añadido más importante. El Pokéwalker, un dispositivo que viene gratuitamente con el juego, nos permite llevarnos de paseo con nosotros a un Pokémon. Desde el dispositivo se cuentan los pasos, y cada cierto número de estos se convertirán en vatios que servirán para capturar objetos y Pokémon a través de unos sencillos mini-juegos. Aunque no es necesario su uso y a la larga son pruebas que pueden hacerse monótonas, hay pokémons que no pueden obtenerse de otra manera. A todo esto, ya se han anunciado eventos que aprovecharán el aparato.

Aquellos que pudieron jugar a Platino echarán de menos los concursos y el interesante subsuelo, aunque gana el Pokéathlon, ocho medallas y un mayor provecho de la pantalla táctil. En un principio no parecen suficientes novedades, ya que el Pokéwalker es demasiado sencillo, poco profundo y algo fuera de lugar para la experiencia. Sin embargo, como reediciones están realmente logradas ya que son muy parecidas a los originales y, además, añade muchas de las mejoras que han incorporado las dos generaciones siguientes.