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Primeras impresiones de FIFA 13 de Wii U

Fútbol para todos.

Por fin hemos podido pasar un buen rato jungando y explorando a fondo FIFA 13 para Wii U, un juego que, como leeréis a continuación, está planteado con con una filosofía bastante distinta a los de Xbox 360, PC o PlayStation 3.

EA Sports se ha hecho una pregunta clave: ¿quién jugará a FIFA en Wii U? Vosotros qué creéis, que será el mismo público que lo podría jugar en Xbox 360 o PlayStation 3 -en tal caso, ¿no tienen ya esas consolas?- o que, por el contrario, será gente que estará ansiosa por probar el nuevo mando. Se han decantado por esto último y, para poder salir a tiempo y ser consencuentes con esta decisión, han tenido que dejar algunas cosas fuera para poder hacer una adaptación lo más interesante posible.

Vaya por delante, pues, que la base para el desarrollo ha sido más bien FIFA 12 que FIFA 13. Aquí no tenemos los nuevos regates ni el control al primer toque o la lucha cuerpo a cuerpo que sí que hemos visto en las otras consolas. Para todo aquél que ya se haya acostumbrado a estas novedades se le hará raro tener que dar ese paso atrás. Pero, vaya por delante, FIFA 12 ya era un excelente juego de fútbol y, por lo tanto, las bases son excepcionales. En todo caso FIFA 13 de Wii U -aunque se puede jugar con los mandos pro- tiene un planteamiento ligeramente distinto, algo más enfocado a una experiencia familiar, o más bien grupal, que permite mezclar gente experimentada con gente que coge un mando por primera vez. Y ahí es donde nos vamos a centrar, porque es donde mejor nos lo hemos pasado y donde creemos que estará la miga cuando salga a la venta el 30 de noviembre.

Es una pena que no incorpore las novedades jugables de FIFA 13.

Lo primero en lo que te fijas cuando agarras el mando grande de Wii U es que puedes moverte por los menús tocando la pantallita: puedes cambiar las equipaciones, tirar hacia atrás y hacia adelante… esta filosofía se mantiene en todo el juego. Cuando estamos en un partido siempre tenemos a mano unas opciones básicas que nos dejan cambiar varios factores en directo -y esto, amigos, sí que se agradece un montón. Sin tener que entrar en los menús, simplemente tocando la pantalla, podemos cambiar la formación y variar la posición de los jugadores, podemos hacer sustituciones o determinar quién marca a quién, ver el estado físico de cada uno… sin pausas y sin interrupciones, todo en tiempo real. Quien piense, por cierto, que el control con el mando grande de Wii U va a ser incómodo se llevará una grata sorpresa: la verdad es que la adaptación es prácticamente instantánea. Tanto los joystiqs como los botones están colocados en posiciones familiares y la distancia entre tus manos se nota menos de lo que uno podría imaginar. Es cómodo jugarlo, vamos. Sorprendentemente es más difícil acostumbrarse con el "pro controller", porque los botones están más abajo de lo habitual y no es nada raro chutar cuando en realidad la queríamos pasar.

FIFA 13 de Wii U -aunque se puede jugar con los mandos pro- tiene un planteamiento ligeramente distinto, algo más enfocado a una experiencia familiar, o más bien grupal, que permite mezclar gente experimentada con gente que coge un mando por primera vez.

Con el mando especial de Wii U también podemos entrar en juego de una forma mucho más original. Es posible deslizar el dedo por la pantalla e indicar a un jugador que quieres que corra hacia determinada parte del campo. Si juegas en cooperativo con otro, pues, irás desmarcando a quien creas adecuado y avisándolo para que le pase el balón en el momento justo. Esta modalidad, que tampoco tiene demasiada miga para los veteranos de FIFA, sí que puede ser interesante si estás compartiendo sillón con alguien que sabe de fútbol pero no de juegos: tú dedícate a desmarcarme jugadores que yo los controlo cuando tienen la pelota. Ambos tenéis la sensación de que estáis participando pero cada uno en un nivel distinto.

Podemos chutar las faltas levantando el mando y apuntando.

También puedes optar por unos controles opcionales pero adaptados específicamente al mando de la consola. Los pases manuales, por ejemplo, se pueden efectuar pulsando en la pantalla. También podemos chutar con controles táctiles, como en Vita. Solo hay que sacudir el mando y aparecerá una portería en la pantalla: ahí pulsamos hacia dónde queremos el balón y, según nuestra posición, jugador y velocidad lanzaremos un chute que irá más o menos colocado. Por último, también podemos levantar el mando en los lanzamientos de falta y utilizar la pantalla para ponernos en la piel del tirador para una experiencia algo más inmersiva.

FIFA 13 para Wii U aprovecha bien las posibilidades que ofrece la nueva máquina de Nintendo: por fin tenemos gráficos en HD -aunque todavía con alguna ralentizaciones que esperemos que hayan desaparecido en la versión final- y con un aspecto similar al que vemos en Xbox 360 y PS3 y también es capaz de ofrecer una jugabilidad adaptada a lo que los usuarios esperarán de la nueva consola. Es una pena, sin embargo, que no tenga las funciones estrella de FIFA 13. En todo caso, está muy pensado para ser una buena experiencia de salón, muy accesible para todo el mundo y fiel a la filosofía de me-siento-y-juego-ya sin demasiadas complicaciones.

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