Prince of Persia: Las Arenas Olvidadas
Kakulukiya.
Suerte que tenemos la habilidad de rebobinar nuestros errores como ya vimos en Las Arenas del Tiempo, pero solamente podremos usar este poder un número limitado de veces, algo que hace que el juego sea más emocionante. Es en los nuevos poderes donde encontraremos la verdadera aportación a la saga de esta entrega. Así pues entre las nuevas habilidades del Príncipe estará la de controlar los elementos de la naturaleza. Los cuatro elementos de la naturaleza para ser más exactos... Tierra, viento, fuego, agua y ni rastro del sonido funk de los setenta –lástima, con lo que hubiera molado ver a los muertos vivientes de las arenas bailar al ritmo de Let's Groove.
En la versión preview que probamos solamente tenemos dos de ellos a nuestra disposición pero rápidamente podemos advertir el pequeño giro que gracias a ellos se introducirá tanto en los puzles como en los combates. Uno de los poderes que ya hemos podido controlar es el de solidificar el agua, gracias a esto los "chorritos" de agua que brotan de las paredes (esto último parece sacado de Bienvenido Mister Marshall) se convertirán -mientras nos dure la magia- en barras o columnas de las que colgarnos. Asimismo ya sabemos que habrá otros poderes disponible en el juego final, como uno que nos permitirá invocar un pequeño tornado que atrapa a nuestros enemigos en el aire y hace que giren a nuestro alrededor. Además, estos poderes tienen sus variables, por ejemplo también podremos atacar con la espada y por ejemplo congelar al rival.
Los poderes se activan con la cruceta digital y son especialmente útiles en muchos de los combates, sobre todo si tenemos en cuenta que en esta ocasión serán realmente multitudinarios. Como si fueran legiones de fans ante su estrella de rock favorita los enemigos se abalanzarán hacia nosotros en grupos numerosos y gran parte del secreto para ganar las batallas será controlar que nos atacan por ningún lado. Será necesario tener un control de estas masas de fans ya que a nosotros nos llegaron a atacar hasta una veintena de enemigos a la vez. Saber evadirse a tiempo, calcular por donde es mejor atacar y aprovechar que unos chocan contra otros serán factores clave.
Es en el apartado gráfico donde quizás encontramos los mayores puntos débiles del juego. Empezando por los escenarios esperamos que en la versión final haya más variedad de ellos, porque de momento nos parecen algo escasos en este sentido. A nivel de estabilidad suponemos que se arreglará el framerate ya que a veces da algún que otro tirón de los que se notan. Sin embargo, el mayor problema que le encontramos a nivel visual lo tenemos en el diseño de personajes. Empezando por nuestro propio protagonista, que ha perdido todo el carisma de las otras entregas y sobre todo los enemigos, que son demasiado repetidos. Incluso los enemigos finales desentonan un poco con lo que habíamos visto en otras entregas y tampoco destacan ni por su originalidad ni por su espectacularidad.
Aún con estos pequeños errores que esperamos sean corregidos en la versión final, Prince of Persia: Las Arenas Olvidadas cumple de momento con lo que se propone, y que es ofrecernos un gran castillo en el que saltar, luchar y resolver puzles todo al mismo tiempo y contando con un ritmo constante que nos ofrece nuevos retos a cada vuelta de esquina. El hecho de que se lo compare con la anterior saga, y especial con las Arenas del Tiempo puede ponerlo en más de un aprieto, pero tenemos esperanzas de que el producto final satisfaga a los fans del Príncipe.
Prince of Persia: Las Arenas Olvidadas saldrá para PS3 y Xbox 360 el 20 de mayo, al PC llegará un poco más tarde.