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Prince of Persia: Las Arenas Olvidadas

El pez pequeño se come al grande.

El nombre de Prince of Persia normalmente ha ido ligado a ese tipo de videojuegos tremendamente exigentes, en los cuales se incide de forma casi enfermiza en la precisión a la hora de apretar los botones, lo cual puede llevar a engaño con esta nueva versión. La adaptación para Wii es mucho más accesible y fácil que sus antecesores, lo cual la hace ideal para los más pequeños de la casa o para adultos poco hábiles. Cualquier jugador con experiencia en la saga se encontrará con que Las Arenas Olvidadas es prácticamente como un paseo por el bosque (o el desierto, en este caso), con un nivel de dificultad muy bajo y retos bastante sencillos. La aventura, además, nos durará más o menos unas diez horas, aunque hay extras (como el juego original, trajes, minijuegos, etc.) y unos desafíos en cada nivel que actúan a modo de logros con los que se alarga la longevidad del juego.

También hay un curioso modo multijugador similar al de Mario Galaxy, en el que un segundo jugador usa el Wiimote para apuntar a los enemigos y con la simple pulsación de un botón puede congelarlos o bloquearlos, haciendo más fácil el camino de quien controla al príncipe. Como añadido jugable es discutible, pero está en la línea de esa filosofía de juego en familia del que hace gala la consola de Nintendo.

Prince of Persia: Las Arenas Olvidadas - Gameplay Wii.

Técnicamente, y como era lógico, la versión para Wii no está a la altura de la de Xbox 360 o PlayStation 3, pero eso no significa que sea ni mucho menos mala. Más bien todo lo contrario: Las Arenas Olvidadas es un juego de nivel gráficamente alto en la consola de Nintendo, con un motor que permite representar grandes escenarios con todo lujo de detalles y una dirección artística notable. A nivel sonoro también cumple, aunque con altibajos: la banda sonora compuesta por Tom Salta es francamente buena y ambienta la acción de forma excelente, pero el doblaje tiene un volumen bajísimo cuando se mezcla con los efectos de sonido, lo cual hace que en ocasiones sea imposible distinguir bien lo que dicen los personajes. No es nada que no se pueda solucionar modificando los ajustes de volumen por defecto, pero resulta extraño que en el departamento de control de calidad de Ubi no hayan sido capaces de detectar un error de este calibre.

La versión para Wii de Prince of Persia: Las Arenas Olvidadas es un ejemplo de cómo deberían ser los desarrollos multiplataforma. En vez de intentar meter con calzador la versión para 360/PS3 en una máquina tecnológicamente inferior como es la de Nintendo, se adapta el juego en consecuencia para aprovechar los puntos fuertes de una consola que, en el fondo, es muy diferente a las de Sony y Microsoft. Sí, es cierto que flojea en algunos aspectos (especialmente un sistema de combate poco profundo y una cámara bastante caprichosa), pero al final la versión 'pequeña' supera con facilidad a la de las consolas HD. Cuando a finales de año repasemos lo mejor de 2010 seguramente no estará entre los elegidos, pero Prince of Persia: Las Arenas Olvidadas es una notable aventura que agradará especialmente a los fans de las plataformas que busquen una propuesta accesible y ligera.

7 / 10

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