Pro Cycling Manager 2009
Puerto de primera categoría.
Estás al límite, trabajando de pie, dándolo todo. Quedan unos pocos kilómetros para la cima, la gente vitorea, giras la cabeza y ves que los demás están a tu rueda. Sufren tanto como tú, te abres el jersey para que entre aire fresco, tomas un trago de glucosa líquida, y te dispones a hacer un último esfuerzo para coronar el puerto de montaña como líder, sabiendo que luego asoma una bajada fácil, pero no exenta de tensión. ¿Te sientes identificado? Entonces quizá te guste Pro Cycling Manager 2009.
De nuevo nos llega la edición anual, de mano de Cyanide, del único simulador de ciclismo decente en el panorama actual. Con las licencias del Tour de Francia y de la Vuelta a España, y la inclusión de muchas otras clásicas como el Giro de Italia, la Paris-Niza, o la Vuelta al País Vasco, la edición de este año nos ofrece una gran variedad de competiciones, mejorando además algunos aspectos y fallos de años anteriores.
Lo que más llama la atención nada más probar el juego es la cantidad de modos de juego disponibles que nos ofrece. Básicamente, se dividen en dos: ciclismo en ruta y ciclismo en pista. La voz cantante, como no podía ser de otra manera, la lleva el ciclismo en ruta, pero obviar las pruebas en pista sería un error. Si bien son más parecidas a minijuegos que a un modo propio en sí, ofrecen un plantel de corredores bastante atractivo (aunque sin licencias) para animarnos a probarlas, con la inclusión del múltiples veces campeón olímpico y mundial, y nunca suficientemente valorado, Joan Llaneras.
Entrando en materia de ciclismo en ruta podemos escoger entre disputar etapas o vueltas individuales o directamente meternos en el modo principal del juego para ejercer como mánagers del equipo que deseemos y llevarlo a lo más alto. Las clásicas son una forma amena de olvidarnos de la gestión y todo lo que comporte números y euros, para centrarnos única y exclusivamente en los corredores y el equipo. Esto permite exprimir más a los corredores y poner toda la carne en el asador, porque al contrario que si ejerciésemos de mánagers, no hay que preocuparse por futuras clásicas y campeonatos importantes.
También disponemos de la opción de realizar carreras multijugador en una red local LAN, que queda más como complemento decorativo que como modo de juego, y se puede hacer uso de un editor de etapas algo pobre, que no está a la altura de lo que merecería el juego, siendo también otro elemento para rellenar más que para ser utilizado.
Quizá el principal fallo al ejercer de mánagers es que no hay un tutorial, ni siquiera unas míseras instrucciones iniciales para orientarnos en los primeros compases de la gestión. A los mánagers consumados no les costará comenzar a establecer contactos comerciales con esponsors y demás, pero aún así, sería de agradecer una breve explicación de cada elemento y pantalla para sobrellevar mejor los inicios, que siempre son duros en este género en concreto.
En cierta manera, esto queda compensado —parcialmente— por la gran base de datos del juego. No sólo “gran” por su extensión, sino por su acierto a la hora de representar la actualidad del ciclismo. A diferencia de otros títulos deportivos no hay grandes distancias entre las estrellas, si es que se les puede llamar así en el mundo de la bici, y los corredores de equipo. Es difícil encontrar un corredor que sea mejor que el resto de su equipo en todo, cosa que obliga a trabajar las clásicas como un auténtico bloque y no lanzar ataques desesperados y en solitario.