Quantum Conundrum
El otro Portal.
Los chicos de Airtight Games parece que han encontrado de nuevo el buen rumbo después del malogrado Dark Void (2010). Con el fichaje de Kim Swift (ex de VALVe y co-creadora de Portal), Quantum Conundrum se postula como uno de los juegos 'indie' más interesantes de este año.
Y es que Quantum Conundrum va sobre seguro, pues Kim Swift repite casi paso a paso la misma mecánica de éxito que logró encumbrar a Portal a lo más alto. ¿El problema? Que Quantum Conundrum no tiene ese toque VALVe, ese acabado excelso que la compañía de Newell sabe impregnar a todos sus juegos (a costa de desarrollos eternos, claro). Aunque no por ello Quantum Conundrum es un mal, juego, todo lo contrario, si os gustó Portal, seguro que este 'sucedáneo' también os atrapará.
En Quantum Conundrum encarnamos a un chavalín de 12 años (que no veremos ni oiremos en todo el juego) que va a visitar a su tío, el Profesor Fitz Quadwrangle. El típico excéntrico científico chiflado sacado de una película de Pixar o Dreamworks. Al llegar a la mansión, seremos testigos de cómo el último experimento de nuestro tío sale mal, dejándole a él atrapado en una dimensión paralela y a nosotros en esa inmensa casa, solos y en busca de una solución a este embrollo.
Realmente, el argumento es una mera excusa y no se desarrolla apenas durante el transcurso de nuestra aventura; y los personajes no acabarán de ser lo suficientemente interesantes. Lo siento, pero las comparaciones con Portal, aunque odiosas, son inevitables, y el Profesor Quadwrangle no es ni una ligera sombra de lo que es GlaDoS. Que sí, que tiene alguna que otra frase ocurrente y chascarrillos bastante bien resueltos, pero este apartado sin duda es el más flojo de todo el título.
La ambientación, en cambio, suple esa inmersión con creces. De nuevo recurro a comparaciones con el trabajo de Pixar o Dreamworks, pues el juego desprende un aire a película de animación 3D que me ha entusiasmado desde el primer minuto.
Pero vayamos a la chicha del asunto.
La jugabilidad
Este es un juego de puzzles en el que iremos habitación tras habitación sorteando los obstáculos que nos impiden continuar. Para ello, utilizaremos nuestro ingenio y un dispositivo que nos permite alterar las dimensiones a nuestro alrededor. Así, por ejemplo, podremos transformar una caja de cartón ligera en una caja maciza de hierro de varias toneladas, o una caja fuerte en una caja de peluche; o ralentizar el tiempo e incluso eliminar por completo la gravedad.
Con esta combinación de posibilidades es como nos tendremos que ir espavilando. Por ejemplo, convirtiendo una pesado sofá en un sofá de peluche para poder cojerlo con facilidad, lanzarlo y mientras está en el aire ralentizar el tiempo para que podamos saltar encima de ese sofá y, a continuación, eliminar la gravedad para que ese sofá suba por inercia propia y podamos alcanzar una botón que estaba lejos de nuestro alcance y abre la siguiente puerta.
Básicamente esa es la mecánica. Una mecánica divertida, que además es equilibrada, pues no dispondremos de todos esos "poderes" al mismo tiempo, si no que cada vez tendremos que espabilarnos con unos pocos, pero que, a la postre, y esto lo considero un punto negativo, no es difícil. Lejos de ser un juego donde haya que comerse la cabeza pensando en la solución, la mayoría de veces la solución es bastante obvia enseguida, y el mayor reto supone un ejercicio de coordinación y rapidez.
Por si fuera poco, el juego es corto. Aunque tiene los típicos retos para comparar tus resultados en tablas clasificatorias con tus amigos y desbloqueables para encontrar y desbloquear nuevas opciones. Lo peor, quizá, es que se sabe que el juego tendrá varios DLC's posteriores, que sin duda una vez acabado el juego, me dejan con la sensación que será contenido recortado del título original. Por lo que yo recomiendo este juego en unas rebajas de STEAM cuando haya salido todo el contenido y este algo más rebajado.