¡Quién te ha visto y quién te ve!
La transformación de los clásicos del videojuego.
Ed Boon y John Tobias poco debían imaginar el éxito que Mortal Kombat, publicado en 1992 para los salones recreativos y más tarde para Mega Drive y Super Nintendo, podía llegar a alcanzar. El juego de lucha, creado como respuesta a Street Fighter II de Capcom, alcanzó el éxito rápidamente por su violencia - conocida por los movimientos Fatality - y su apartado gráfico, con luchadores reales digitalizados.
Este éxito llevó a Midway a desarrollar Mortal Kombat 2 (1993), Mortal Kombat 3 (1995), con más personajes, escenarios y movimientos, y un par de adaptaciones de ésta última - Ultimate Mortal Kombat y Mortal Kombat Trilogy - para las nuevas plataformas domésticas, que acabaron por desgastar la saga. El esperado Mortal Kombat 4 (1997) para PlayStation, Nintendo 64 y Dreamcast, debía ser el punto de inflexión que volviese a colocar a la marca en la actualidad de los videojuegos, pero el paso a las 3D, tanto gráficamente como en jugabilidad, no gustó a los jugadores más fieles.
A partir de aquí, una sucesión de títulos mediocres y rarezas como Mortal Kombat: Shaolin Monks (2005), una especie de beat'em up, protagonizado por Liu Kang y Kung Lao, o el crossover Mortal Kombat vs. DC Universe (2008), un juego de lucha protagonizado por personajes del universo Mortal Kombat y de los cómics de DC como Superman, Batman, Catwoman o Wonderwoman, entre otros, acabaron por hundir el buen nombre de Mortal Kombat, hasta que, igual que Capcom con Street Fighter IV, Ed Boon decidió regresar a los orígenes y desarrollar un nuevo Mortal Kombat con una jugabilidad 2D y gráficos tridimensionales, centrándose en los tres primeros títulos de la saga, personalmente los mejores. El título ha sido muy bien recibido tanto por la crítica como por los fans de Mortal Kombat. En Eurogamer.es, recibió una excelente puntuación de 9/10.
Castlevania, la serie de videojuegos creada y desarrollada por Konami, también ha vivido una transformación desde su lanzamiento en 1986. Las primeras entregas, para NES, MSX o Commodore, tenían una mecánica muy simple, que en cierta medida, ha sido respetada durante estos años. La jugabilidad de Castlevania es la clásica plataformera, con tintes de aventura y hack&slash, en el que el jugador toma el papel de un miembro de la familia Belmont armado con un látigo, en su lucha contra Drácula.
Con versiones para Super Nintendo, Game Boy, Mega Drive, PlayStation, o Sega Saturn, entre muchas otras, no es hasta la publicación de Castlevania y Castlevania: Legacy of Darkness para Nintendo 64 que la saga da el salto a las 3D. Desde entonces, han ido apareciendo nuevos títulos tridimensionales como Castlevania: Lamment of Inocence, y otros con un look más clásico como Castlevania: Harmony of Dispair, hasta que en 2009 se anunció Castlevania: Lords of Shadow, desarrollado por los españoles Mercury Steam bajo la supervisión de Kojima Productions.
Castlevania: Lords of Shadow combina a la perfección la parte más plataformera de los clásicos Castlevania y la acción en tercera persona y ha supuesto un magnífico reinicio de la saga, tanto gráficamente como en jugabilidad, tal y como dejamos claro en nuestro análisis, donde recibió una puntuación de 9/10.