Skip to main content

Rag Doll Kung-Fu: Fists of Plastic

Puppexploitation.

Desde la festiva banda sonora, en ese estilo tan delicioso de soul-funk aliñado con melodías orientales, hasta la tipografía y escenarios por donde transcurren los enfrentamientos y desafíos, es un homenaje sentido a las artes marciales tal y como se entendían hace casi cuatro décadas....llevadas, eso sí, a la caricatura extrema.

El tutorial ejemplifica la profundidad de FoP, en él se nos enseñan los principios más básicos como golpear, coger y lanzar objetos, balancearnos por plataformas o eliminar objetivos a distancia. A priori, el manejo se intuye simple, pero poco a poco vamos descubriendo cómo aplicar diferentes combinaciones haciendo uso del sixaxis. Agitando el mando, generamos bolas de energía que poder lanzar hacia el contrario; si lo hacemos accionando el botón de puño o patada hacia cualquier dirección, saldremos literalmente volando. Dándole la vuelta nos pondremos a meditar y utilizaremos las bolas de ki (que se acumulan al encadenar golpes con éxito) para rellenar nuestra salud, y si lo volvemos a agitar mientras nos defendemos, desataremos una explosión. Así pues, ya es remarcable que éste sea uno de los pocos juegos de PS3 que realmente sacan partido al sensor de movimiento y que, mas importante todavía, su uso repercuta de manera determinante en la jugabilidad (por útil y divertido, además).

Aunque pueda parecer que tiene las limitaciones propias de un juego de lucha, a los combates (para hasta cuatro personajes, tanto manejados por los jugadores como por la CPU) se les puede sacar un gran partido para que no resulten repetitivos. Para evitar que esto pase encontramos otras pruebas que van desde un “Rey de la Colina” donde practicar posturas con el sixaxis, capturar un pez y encestarlo, jugar al balón prisionero e impactar una pelota en el contrario, golpear al enemigo en el aire el máximo número de de veces consecutivas o derribar objetivos suspendido en el aire. Como veis, la cosa promete bastante...a priori.

¿Hacen unos chanquetes?

Tenemos escenarios completamente cerrados junto a otros al más puro estilo Smash Bros, completando un total de ocho que saben a muy poco una vez los has probado. Y es que en general, la sensación que uno tendrá después de invertir una hora escasa es la de que FoP no es capaz de exprimir al máximo sus cualidades por las restricciones que aplica sobre sí mismo. En el modo exclusivo para un jugador (Desafío) cuenta con ocho retos diferentes, pero sólo cuatro de ellos están habilitados para jugar con amigos.

En resumen, Rag Doll Kung-Fu: Fists of Plastics es una propuesta que funciona sobresaliente a cada segundo y que enamorará por su aspecto visual (compartiendo bastantes similitudes respecto a LittleBigPlanet). Que invita a rejugarlo para ir desbloqueando una buena cantidad de ítems (en su mayoría atuendos para vestir al personaje, nuevas armas o incluso un SackBoy como avatar) y por el evidente placer que otorga su sistema de combos. Es, de hecho, tan notable, que por ello causa mayor frustración al mostrarse tan poco ambicioso en cuestiones como el online (inexistente) y sufrir de un corto recorrido.

Al menos queda el consuelo de haber yuxtapuesto dos conceptos como muy pocos juegos en la historia del medio no lo había hecho nunca. Y eso ya lo hace totalmente único.

Rag Doll Kung-Fu está disponible en la PlayStation Store de PS3 por un precio de 9,95 EUR.

8 / 10

También te puede interesar