Red Dead Redemption: Undead Nightmare
El Bueno, el Feo y el Zombi.
Undead Nightmare ofrece, y ese es su punto fuerte, algo tan inusual como interesante: un esquema de juego completamente diferente del que caracteriza al título original, hasta el punto de que los jugadores experimentados tendrán que aclimatarse a las nuevas condiciones. Se acabaron los tiempos en que la munición abundaba, nos cubríamos para entablar tiroteos y el dinero servía aún para algo. Ahora los enemigos correrán hacia nosotros haciendo inservibles las coberturas y encontrar algo que poder disparar se convertirá en una obsesión, hasta el punto de que nos cobraremos las recompensas por las misiones en munición para nuestras armas. El planteamiento argumental impide que esta expansión pueda jugarse como se jugaba a Red Dead Redemption, así que nuestras opciones para sobrevivir son hacer arder a los zombies con antorchas, disparar siempre a la cabeza (cada disparo que no acierte en el cráneo es una bala perdida) y correr sin parar.
El Dead Eye y las ejecuciones a quemarropa se convierten en elementos mucho más importantes en Undead Nightmare, en herramientas fundamentales de supervivencia que hay que dominar. Del mismo modo, la inclusión de un arma de destrucción masiva como el trabuco -que tiene como munición, literalmente, los trozos de los malditos zombies que hayamos ido matando- añade la necesidad de utilizar equilibradamente el resto del arsenal. El resultado final es que el ritmo de juego en los combates se eleva muy por encima de la relativa calma de Red Dead Redemption, inclinándose por un divertido grado de frenesí que desemboca en todo un festival de vísceras y zombies descabezados.
Undead Nightmare será una delicia para aquellos que ya disfrutasen en su momento de esa joya que es Red Dead Redemption: es una excusa maravillosa para volver a compartir nuestro tiempo con Marston, tiene valor añadido de principio a fin y acaba generando una experiencia diferente y complementaria cuya única pega está en los nuevos modos online, que no aportan gran cosa. Pero es, en cualquier caso, también todo un regalo para quienes no jugasen a lo último de Rockstar, puesto que podrán hacerse con la versión en disco sin necesidad de tener el juego original, y acompañado de todo el DLC y los nuevos modos online. No hay excusa para dejarlo pasar.