Red Faction: Armageddon

Otra novedad interesante será otra arma que nos dejará reconstruir todo aquello que se haya o que hayamos derrumbado. Si durante nuestro frenesí destructor la liamos demasiado parda y queremos volver atrás, esta especia de control+Z nos dejará. Pero no sólo eso; si somos inteligentes podremos encontrar más de una utilidad secundaria que nos puede llegar a salvar la vida. En nuestro caso, vimos como éramos atacados por hordas de feos aliens y como nuestra barra de vida bajaba demasiado rápido. No había coberturas y la muerte parecía inminente. Pero ahí al lado teníamos un contenedor industrial, de esos que parecen de puerto, medio roto. Nos metimos dentro, utilizamos el arma de reconstruir... y ya teníamos una cobertura hermética y perfecta.

Desde Volition nos han asegurado que uno de los pilares del juego serán las armas, y que esperan sorprendernos con la cantidad. También, claro, con docenas de aplicaciones que aprovechen las particularidades de Red Faction.

La acción se desarrollará en escenarios cerrados, como decíamos, y eso hará que la estructura del juego sea bastante menos sandbox y bastante más de misiones. Aunque pensábamos que no nos iba a gustar tanto como la amplia y bella superficie de Marte, salimos bastante convencidos de que habían dado el paso adecuado. Si es que además han sido capaces de implementar una iluminación dinámica y mejorar, si cabe, el motor gráfico. Habrá que ver, eso sí, si la variedad de enemigos es suficiente.

Durante algunas áreas tendremos que utilizar un exoesqueleto. Nos meteremos en un robot enorme, sentiremos el poder de ser casi invencibles, y a tirar adelante. Esperemos que esté también en el cooperativo, del que sólo se ha confirmado un modo "horda" a cuatro jugadores, en el que no paran de venir oleadas y oleadas de enemigos. Al preguntarle a Chad Green, director de arte, si veríamos algo más en ese campo nos hizo una mueca y dijo "ya anunciaremos algo en breve", así que yo creo que alguna cosita más caerá. Evidentemente también habrá multijugador, del que no quisieron hablar.

Nos quedamos con ganas de más; desgraciadamente no vimos nada de lo que sucederá en la superficie y apenas tuvimos tiempo de entrar en la historia. Lo seguiremos de cerca, aunque no mucho, no sea que se nos empiece a derrumbar el edificio.