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Resident Evil 4 HD

¿A por él?

En medio de esta efervescencia de remakes y reediciones de grandes clásicos de los videojuegos, que estamos viviendo últimamente gracias a las plataformas de distribución digital, tenemos la oportunidad de ver desde trabajadísimas puestas al día (Zelda: Ocarina of Time 3D), hasta correctas compilaciones de títulos remasterizados (ICO & Shadow of the Colossus HD Collecion); pero también abundan esos relanzamientos que únicamente adaptan cuestiones básicas como la resolución, como es el caso de este Resident Evil 4 HD que hoy nos ocupa.

Aprovechando el decimoquinto aniversario de la saga como excusa, Capcom -conocida por monetizar hasta lo indecible en lo que respecta a packs de DLC para sus juegos- ha tenido la buena idea publicar en Xbox Live Arcade y PlayStation Network este título aparecido originalmente para Gamecube, y que a pesar de tener solo seis años ya es considerado todo un clásico, no tan solo por ser un juego de acción increíblemente bien diseñado, sino también por lo influyente que resultó su propuesta en su momento y que todavía hoy se deja notar en muchos títulos actuales.

Para aquellos que no lo conozcan, el argumento tiene miga. Leon S. Kennedy, el mítico protagonista de Resident Evil 2 -famoso por tener el primer día de trabajo más movidito de la historia de este medio- es ahora un agente especial de los Estados Unidos que ha sido enviado a un recóndito pueblo español (no se especifica cuál) en el que hay indicios de que podría encontrarse la hija del presidente americano, que ha sido secuestrada. Una vez allí descubre que sus habitantes no es que sean muy amigables que digamos, un culto conocido como Los Iluminados los ha vuelto completamente locos y no dudarán en atacar a nuestro protagonista y evitar que cumpla su misión. En definitiva, una conspiración muy loca que pretende dominar el mundo se está gestando en este pequeño pueblecito rural español, ¡y nosotros debemos evitarlo!

Visto desde la perspectiva de un jugador japonés o americano esta ambientación, que huye por completo de las típicas mansiones terroríficas a las que estábamos acostumbrados por entonces, debía resultar exótica, pero para nosotros fue motivo de muchas bromas cuando el juego salió a la venta. ¿Zombis que blasfeman continuamente con acento mexicano? ¿Policías que escuchan una especie de música flamenco? ¡¿Pesetas?! Sí, todos estos pequeños elementos producto del estereotipo se dan cita en este juego, pero no os preocupéis porque, más allá de estos detalles, RE4 puede alardear de contar una ambientación sublime y un apartado técnico de quitarse el sombrero -y que aguanta el paso del tiempo de un modo sorprendente.

El hecho de cambiar radicalmente de ambientación y de abandonar los clásicos fondos 2D pre-renderizados hacen que el juego gane en amplitud de escenarios, una decisión que hace que Resident Evil 4 deje de dar miedo pero a cambió se convierta en una brutal aventura de acción. Gran parte de la culpa de su éxito proviene varias decisiones de diseño muy acertadas que supusieron un revulsivo para la saga, en un momento en que la fórmula empezaba a estancarse. La cámara se situaba ahora a la altura de la espalda del protagonista, como más tarde veríamos en juegos como Gears of War, y nos daba una visión a medio camino del FPS y el juego de aventuras. También fueron fundamentales elementos como las acciones contextuales, un buen uso de Quick Time Events, unas batallas con enemigos finales épicas y, sobre todo, el ritmo de juego.