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Análisis de Resident Evil: Revelations

De entre los muertos.

Decía en mi análisis de Resident Evil: Revelations para 3DS que Capcom había decidido dar cierta importancia a la acción sin renunciar del todo al survival horror, una mezcla de géneros que se defendía bastante bien y que, a ojos del seguidor de la franquicia, buscaba encontrar su propio estilo. Pero en realidad era algo más que eso: Revelations supuso un soplo de aire fresco después de Resident Evil 5 -un juego cargado de testosterona que se acercaba más a una película de acción que a un Resident Evil de los de toda la vida- y encauzó de nuevo a la saga por el camino de los pasillos angostos, los sustos previsibles y los puzles estrambóticos. Aun con explosiones, sirvió de toque de atención. De brújula.

Resulta paradójico que Revelations, que precisamente recupera en cierta medida la esencia de los primeros juegos de la saga, sea ese soplo de aire fresco que los aficionados han estado pidiendo desde el ya lejano Resident Evil 4, y que, más curioso todavía, resulte más satisfactorio que esa súper producción que Capcom llevó a cabo con la última y sexta entrega. Puede que tenga que ver con la esencia de los Resident: cuanto más íntimo y reducido es el equipo de desarrollo, más cercano es el resultado a lo que se espera de ellos. No es extraño, entonces, que Capcom haya decidido reeditar esta entrega en consolas de sobremesa y PC teniendo en cuenta el tortuoso camino por el que están pasando las iteraciones principales, y aunque en muchos aspectos se nota demasiado su origen de juego portátil, se las arregla bastante bien para seguir siendo recomendable para todo amante de Resident Evil.

Vuelve la opción de escanear los escenarios para encontrar recursos, pero no es tan intuitivo como con el giroscopio de 3DS.

Revelations recuerda mucho más a los primeros capítulos de la franquicia. El Queen Zenobia, el barco en el que pasamos la mayor parte del tiempo, está claramente inspirado en las mansiones características, con diseños sobrios, barrocos y delirios de grandeza; es un gran navío perdido que hace aguas pero que mantiene vivo el espíritu de los Resident, con sus puzles y su exploración. Quizá por hacer honor a ellos también peca de una historia rocambolesca y simplona que en esta ocasión está dividida en capítulos, como si fuera una serie de televisión, lo que evidencia que está pensado para jugarlo en partidas cortas. En veinte minutos o media hora, aproximadamente, podemos superar fácilmente un episodio.

Puede ser previsible y pecar del uso de demasiados flashbacks, pero la historia presenta nuevos personajes y despierta un mínimo interés por querer conocer su desenlace, algo con lo que Resident Evil 6 y Operation Raccoon City solo podían soñar. Tampoco es que gráficamente sea un portento -a pesar de que exprimía a conciencia el potencial de 3DS-, pero los 720p, la iluminación mejorada y la acertada ambientación logran que los detalles sean mucho más visibles y que destaque mucho más su gran ambientación, por lo que hasta aquí esta edición en alta definición es bastante correcta.

Donde no lo es tanto es en el control. No sabemos si se debe a que en 3DS existía la opción de jugar con el Circle Pad Pro, pero la respuesta de los joysticks es demasiado brusca y el apuntado no es todo lo preciso que debería, lo que desmerece un poco la sensación de inmediatez que caracterizaba al original y que es tan necesaria en este tipo de juegos. También resultan frustrantes los jefes finales por su elevada dificultad -solo hace falta echar un vistazo al apartado del juego en Miiverse de Wii U para ver docenas de mensajes de la comunidad a este respecto-, que en ocasiones roza lo incomprensible.

"Puede que tenga que ver con la esencia de los Resident: cuanto más íntimo y reducido es el equipo de desarrollo, más cercano es el resultado a lo que se espera de ellos."

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En esta ocasión está claro que Capcom ha aumentado deliberadamente la dificultad de los encuentros para, probablemente, vendernos la aventura como un desafío más hardcore. No echa por tierra la experiencia completa, pero es totalmente innecesario: para eso ya existe el modo "Infierno" y el "Nuevo Juego +", que además de ponernos las cosas más complicadas son unos añadidos perfectos si queremos superar la aventura varias veces con los objetos que hemos conseguido en la primera partida.

El modo "Asalto" es uno de los mayores atractivos de esta edición, a través del él podemos jugar en cooperativo con un amigo a lo largo de 21 misiones. Aunque ya estaba presente en 3DS en esta ocasión cuenta con algún añadido, como nuevos personajes, armas y un mayor número de habilidades especiales, lo que lo convierte en un modo todavía más recomendable si quieres disfrutar del juego con un amigo y multiplicar su diversión.

Dentro de los retoques que Capcom ha dado a Revelations para justificar su lanzamiento en plataformas de sobremesa existe ese "terrorífico enemigo nuevo", como lo definió la desarrolladora, que no deja de ser un monstruo más que actúa cual mutante kamikaze y que termina explotando al recibir unos balazos, y un sistema según el cual ciertos enemigos y objetos aparecen en lugares distintos en cada partida. La idea suena bien, pero no resulta tan atractiva por sí sola como para volver a invertir las diez horas que, aproximadamente, se necesitan para superar el juego.

En el modo Asalto de Wii U los monstruos muestran mensajes que los usuarios postean en Miiverse. Es curioso, pero se carga totalmente la inmersión.

La conversión es fiel en todas las plataformas, pero donde mejor luce es en Wii U. El GamePad funciona a las mil maravillas como sustituto de la pantalla táctil de 3DS, y nos permite seleccionar rápidamente los objetos de nuestro inventario o echar un vistazo al mapa, con lo que ganamos agilidad al movernos por los menús y es mucho más intuitivo solucionar ciertos puzles que se crearon con la pantalla táctil en mente. También es un añadido más que bienvenido la posibilidad de poder jugar únicamente en el mando con su opción Off-TV, lo que nos permite seguir con nuestras partidas aunque tengamos la televisión apagada.

Resident Evil Revelations es, en esencia, el retorno de la saga a sus orígenes y la primera entrega de esta generación que se mantiene fiel a sus principios, encontrando un equilibrio entre acción y exploración, algo que tanto hemos echado de menos en las últimas entregas principales. Pero a pesar de que sabe entretener no puedes evitar sentir que se trata, de alguna forma, de un juego menor, y que aun con todos sus aciertos esta conversión en alta definición podría haber sido mucho mejor. Esperamos que, al menos, sirva de hoja de ruta de ahora en adelante.

7 / 10

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