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Retrospectiva: Heroes of Might and Magic III

La fórmula de la Coca-Cola.

A nadie se le escapa las muchas virtudes del juego online. Pero en este caso, de un juego por turnos, pausado, se le añaden algunos elementos que lo hacen si cabe más interesante: el juego psicológico. Hablarle al rival mientras está pensando qué movimiento hacer, confundirlo pensando que eres más débil de lo que pareces, y hacerle creer que eres amenazante cuando te supera en número. En definitiva, poner en práctica todas las enseñanzas de Sun Tzu.

Otro de los elementos que potenciaron al juego al poco de salir fue el generador aleatorio de mapas. Con algunos programas adicionales, se le podían introducir scripts para generar mapas aleatorios más o menos decentes, que es lo que mantiene con vida el juego una vez te has pateado todos los fantásticamente diseñados mapas que trae de serie el juego y sus dos expansiones, pack conocido como Heroes III Complete.

Ahora bien, si hay una característica interna del juego que sobresale por encima de otros títulos es el gran equilibrio conseguido entre las distintas facciones del juego. Excluyendo la facción elemental, Conflux, introducida por una de las expansiones, el resto de razas está increíblemente bien equilibradas. Es cierto que hay algunas mucho más útiles que otras dependiendo del tipo de mapa, pero no hay ninguna facción que sea indiscutiblemente superior a otra en cualquier situación. Siempre existe la posibilidad de que, con la gestión y el conocimiento adecuados, un jugador de idéntica habilidad que el enemigo supere sorprendentemente a su contendiente. Bien en batalla, bien en mapa.

El castillo de los humanos, al fin a la altura de las expectativas.

Esto es algo que, aunque parezca extraño, no se había conseguido en los anteriores títulos de la saga: en su magnífico predecesor, por ejemplo, la facción de los humanos era poco menos que un chiste, teniendo en cuenta que todas sus unidades eran o bien lentas, o bien débiles, o bien -directamente- la peor unidad del juego. Y es loable el haberlo logrado con la disparidad de habilidades propias de cada criatura. Porque incluso la más insulsa de las aptitudes puede decidir el curso de una batalla: cuántos habrán caído despreciando a un contingente de trogloditas, dejándolos alcanzar posiciones peligrosas para sus tiradores, pensando 'en el próximo turno, les lanzo un conjuro de ceguera y los paralizo', comprobando después con pavor que los trogloditas son ciegos por naturaleza y que, evidentemente, no pueden ser cegados. O cuántos asedios se habrán decidido por culpa de un solitario basilisco que petrifica a un grupo enemigo en la única vía de entrada a un castillo, siendo imposible moverlo de ahí y dejando a los atacantes expuestos al fuego de las torretas.

A día de hoy, ya tenemos al completo dos títulos más de la saga. Heroes V cuenta con sus dos expansiones de rigor (costumbre que se lleva poniendo en práctica precisamente desde la tercera entrega), y es, a diferencia de Heroes IV, una gran continuación de la serie. De hecho, casi se podría decir que es un Heroes III mejorado y potenciado. Puede ser una forma genial de que los neófitos se adentren en la saga. Pero Heroes V carece de esa sencillez tan característica del título que nos aborda: se necesita un conocimiento más profundo del juego para disfrutarlo. Es más atractivo visualmente, pero la inevitable conversión a las 3D hace que su sistema de juego sea menos intuitivo, más antinatural. Es más complicado calcular distancias en el mapa, y las batallas se vuelven más caóticas al sustituir el tablero de juego hexagonal clásico por uno cuadrado. Siendo el hexágono la figura 2D de máxima compacidad, parece lógico que sea la escogida como unidad básica de área en un tablero de batalla, como así ocurre en otros muchos juegos de estrategia y de mesa.

El pack del juego original. Caja mastodóntica y manual de más de 200 páginas, como debe ser.

Son estos pequeños detalles los que convierten a Heroes III en un título único dentro de su género. Actualmente no es muy difícil encontrarlo a la venta: hay alguna página de distribución online que lo vende sin DRM, y también están las recopilaciones clásicas, tanto individualmente en Heroes III Complete como con los otros tres primeros juegos de la saga en Heroes of Might & Magic Collection.

Una vez leí que Heroes of M&M es lo que pasa cuando juntas un RPG y el ajedrez. Quizá no sea necesario ser tan pretencioso, pero no cabe un atisbo de duda que pocos juegos están tan cerca de la comunión perfecta entre estrategia y rol como Heroes of Might & Magic III. Y de deleitarte durante horas y horas de ocio, también.