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Retrospectiva: Resident Evil

AVISO: Este artículo contiene violencia explícita e imágenes violentas.

Todos queremos a Shinji Mikami

El padre de Resident Evil puso todas las miradas en Sweet Home, un cartucho para NES aparecido en 1989 y producido por Capcom. Por aquel entonces, Mikami estaba a punto de entrar en la compañía para desarrollar títulos de Game Boy, pero tomo muy buena nota para cuando le llegara la oportunidad de dirigir su propio juego.

Salvando las diferencias conceptuales, casi todo el tronco fundacional de Resident Evil esta basado en Sweet Home: un grupo de cinco personas quedan encerrados en la vieja mansión donde pretendían rodar un documental y descubren que está maldita.

Aunque se sustituyeran los fantasmas por zombies y se elaborara una trama sólida alrededor de todos los acontecimientos, la idea inicial de Mikami se basaba en la total ausencia de argumento. Jugar con la claustrofobia y generar horror visceral tras cada esquina. La famosa animación de la puerta mientras se abre es toda una declaración de intenciones. A pesar del éxito, las buenas ventas y el prestigio adquirido, Biohazard contó enseguida con otros nombres para tomar el relevo de su creador, que rápidamente pasó a ser productor de la franquicia y a menudo nada complaciente con los resultados. Hideki Kamiya dirigió la segunda entrega, aunque Mikami deshizo todo aquello con lo que no estuvo conforme lanzando su Director´s Cut. En RE3: Némesis ya alternaba con nuevas IPs como Dino Crisis, competía con Silent Hill y el género Survival Horror caló en las mentes de aquella generación con un impacto tremendo para otros desarrolladores ávidos de explotar el concepto (caso de Square con Parasite: Eve).

Monstruosidades pulp en los albores del polígono.

A las puertas de los 128 bits, CAPCOM funda el Studio 4, equipo creado para ocuparse de las secuelas o spin-offs y rentabilizar al máximo dichos productos. El nuevo sello que Mikami deseaba encontrar para BioHazard 4 tuvo como consecuencia la aparición de otro gran peso pesado, Devil May Cry, ya que heredó sus primeras ideas y posibilitó un cambio radical en la franquicia. Primero en GameCube (donde se rehízo además el primer Resident Evil,) y después ya para la bestia negra de Sony, PS2, Shinji vuelve a dirigir y logra dar a luz uno de los mejores títulos en la historia del videojuego.

El impacto de RE 4 no es tanto el derroche técnico que supuso para la época sino el ritmo de juego. Cómo estructura cada sección con elementos de puro arcade junto a la clásica gestión de armamento, objetos curativos y control de personajes. Introduce breves e inesperados quick time events, cambia a una perspectiva en tercera persona y reinventa el bestiario, pero sigue siendo Resident Evil en estado puro. Logra recrear una aventura que no decepciona en ninguno de sus episodios y mantiene en vilo constante al jugador. Sencillamente, una obra maestra.

Una familia unida

Las cuatro entregas principales de Resident Evil se han desarrollado para plataformas muy diversas entre si (PsOne, PS2, Gamecube, Saturn, PC, Nintendo 64, Dreamcast, Wii) y ha contado con muchos otros títulos en su haber que se desentienden de la trama principal o han funcionado como precuelas y reinterpretaciones: Resident Evil: Code Veronica, Dead Aim, Deadly Silence, Gaiden, Outbreak, Survivor, Umbrella Chronicles....

Llegó al cine en cuatro ocasiones (si contamos también con la reciente y fabulosa Degeneration, realizada íntegramente en 3D), su quinto capítulo esta a la vuelta de la esquina... Muchas de estas propuestas han fallado estrepitosamente (o simplemente no han sido agrado de quien les escribe, que también) y se adentraron en terrenos imposibles de dominar por aquel entonces como Outbreak (ideado para el juego on-line). Aunque el fan total de la saga sabrá encontrar buen estímulo en todos ellos, lo cierto que hasta la entrada en escena de RE 4 muchos habíamos perdido la esperanza en Capcom.

Esta retrospectiva tan poco usual, en la que poco o nada hemos desarrollado sobre muchos de los nombres propios y detalles que la componen, sirve como homenaje. Nos hemos parado a contemplar desde lejos el fenómeno y somos conscientes de lo mucho que nos queda por recordar. Os animamos, pues, a que reclaméis para un futuro cercano el tratamiento a fondo y por separado de todas (o la mayoría) de sus entregas. Que rescatemos de forma vívida los hechos que acontecieron delante del televisor y que nos marcaron a todos para siempre.

El horror y su silencio macabro, la agonía del asedio, el sonido de la conspiración y las salpicaduras de sangre.

Resident Evil.

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