Rift
El auténtico "WoW killer".
Para otorgar variedad a estas zonas tenemos una de las piedras angulares del título, basada en otros juegos como las quests públicas de Warhammer Online pero en concepto bastante original: los Rifts y las invasiones. Se entienden en el contexto de "zonas cambiantes", pues estos Rifts aparecerán aleatoriamente (o masivamente durante algunos eventos) a lo largo y ancho de las diferentes áreas del juego. De hecho, el argumento de Rift nos explica, a grandes rasgos, que el malvado dragón Regulos ha roto el equilibrio entre los planos, lo que provoca que el nuestro, Telara, sea constantemente invadido por criaturas de otras dimensiones.
Los hay de muchos tipos, tanto en temática (fuego, agua, oscuridad, plantas, por nombrar unos cuantos) como en tamaño y dificultad, que variará entre pequeños Rifts prácticamente 'soleables' hasta agujeros mayores que requerirán un grupo coordinado, o en su defecto una raid no tan organizada pero igualmente efectiva. Al acercarnos a cualquier Rift podemos unirnos a un grupo público, y cuando el mapa está sufriendo varias invasiones, antes de darse uno cuenta se encuentra rodeado de gente cerrando un Rift tras otro. No es para hacerlo todos los días, pero de vez en cuando es recomendable pues se hace refrescante entre tanto questeo y se recibe mucha experiencia.
Hay un par de elementos más que contribuyen al constante cambio de las zonas: las invasiones consisten en pequeños grupos de enemigos que aparecen en un lugar y atraviesan el mapa hasta atacar alguna aldea. Es posible que, al ir a entregar un puñado de misiones que hayamos completado, nos encontremos con un poblado previamente aliado ahora repleto de monstruos; la culpa la tendrán estas invasiones, y siempre podremos defender a los NPCs o, si no llegamos a tiempo, acabar con todos los enemigos para que la aldea se reestablezca. El otro elemento es, precisamente, pequeños puestos avanzados que asentarán un grupo de enemigos y que, a la larga, probablemente sean una fuente de invasiones (aunque estos 'outposts' no son necesarios para que aparezcan). En ambos casos encontramos criaturas de las mismas temáticas que los Rifts, e incluso NPCs tanto de la facción enemiga como de la aliada (que, obviamente, nos ayudarán).
Para compensar la ausencia de alternativas a la hora de subir nivel, las zonas presentes (que son relativamente pocas, 11, pero amplias) ofrecen variedad tanto de paisajes como de criaturas. Un total de 10 mazmorras hasta el momento, cuatro campos de batalla que iremos desbloqueando a medida que subamos de nivel (que funcionan de forma idéntica a las de WoW) y un contenido 'high-end' (para jugadores de máximo nivel) implantado y funcionando desde el primer momento. Ya hay un par de raids y todas las mazmorras del juego en modo heroico, con el sistema de chapas, botines y recompensas que todos conocemos. Por supuesto, un título de este género vive de la constante actualización de su contenido y de la adición de mazmorras y raids nuevas para contentar a los jugadores y clanes más exigentes; los MMOs merecerían un análisis al año pues son juegos cambiantes, la diversión que ofrecen no depende sólo de su contenido sino, por ejemplo, de la cantidad y calidad de su comunidad de jugadores. Por tanto, aunque lo que hay está bien, es trabajo de Trion mantener un buen ritmo de actualizaciones para mantener a la comunidad enganchada.
Los gráficos son, sin lugar a dudas, de lo mejor del título. Por fin un MMORPG que entra por los ojos y no exige que soportemos modelados angulados y texturas prehistóricas; además, lo que aprecio enormemente de cara a WoW es que cada armadura, túnica o accesorio tiene su relieve, su brillo o sus pliegues, dejando de ser simples 'skins' sobre la piel del personaje. Esto implica que, aunque hay muchos objetos iguales o al menos con el mismo perfil, también los hay bastante únicos en cuanto a diseño y forma. Por cierto, contamos con tintas para colorear la armadura a nuestro gusto.
Ojo, tampoco estamos hablando de gráficos espectaculares para lo que estamos acostumbrados hoy en día. Hay juegos de hace dos años o más que tienen igual o mejor aspecto, pero hay que recordar que se trata de un masivo. Age of Conan es un buen ejemplo de lo que se puede hacer en el género, además con un buen tiempo a sus espaldas, pero aunque los gráficos de Rift no son necesariamente mejores, sí tienen un aspecto más pulido y son mucho más estables. Tiene mérito que, mientras el juego me corre a unos 35 fps oscilantes con casi todo a tope, en Rifts llenos de efectos y explosiones y rodeado de quince personas el juego sólo baje a 20 fps mínimo. En equipos algo menos apañados el motor se comporta igualmente bien, y pese a que bajen los fps, nunca se convierte en un infierno injugable.
Destacan el cuidado aspecto del agua, los efectos de distorsión y calor, iluminación en tiempo real en diversos hechizos, sombras de personajes y del escenario, niebla volumétrica... A veces puede parecer que sólo se trate de mejores texturas y modelos más definidos, pero como digo hay cantidad de efectos que, aunque llevan años en la industria del videojuego, impresionan bastante en un masivo y le dan un aspecto mucho más moderno.
Del apartado sonoro me quedo, sin lugar a dudas, con los efectos de los hechizos y habilidades, que cambiaron justo en el último parche antes de la salida del juego. Con calidad y muy potentes, acordes al elemento o naturaleza de la habilidad en cuestión. Un buen ejemplo son los contundentes chasquidos de los hechizos basados en relámpagos. La música, discreta y funcional.
Recapitulando, Rift es una fantástica opción para casi cualquier aficionado a los MMORPGs, especialmente a los que vienen de WoW y similares. Sin embargo, para mucha gente es un juego a evitar precisamente por esa semblanza; quien esté harto de la fórmula del masivo de Blizzard encontrará en Rift más de lo mismo, además con un regustillo que, como comento al principio del análisis, está un paso más allá que el resto de títulos. Si buscas algo nuevo o simplemente diferente (como pudiera ser EVE Online o DC Universe, por ejemplo), aquí no lo encontrarás. Pero si todavía te fascina la fórmula WoW, en todos los sentidos, sin lugar a dudas Rift es tu juego. Obviamente tiene mucho menos contenido debido a su juventud (me refiero a cantidad de zonas, de misiones, de mazmorras, etc.), pero a cambio cuenta con unos gráficos bonitos, mucha pulcritud en todos sus aspectos, aspectos concretos mejorados y alguna que otra novedad que siempre aporta frescor, además de que el tiempo de adaptación es nulo.