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Risen

Tuerces tu progreso al renegar de las leyes que nos separan del lobo.

En el primer aspecto la sensación de elige tu propia aventura está muy lograda. Eres libre de ir satisfaciendo o provocando a los diferentes personajes. De ir ganándote afinidades y enemigos entre los pequeños clanes de las distintas facciones. No están nada mal los diálogos, traducidos que no doblados, con mala leche, testosterona y la posibilidad de ir de santurrón o de gallito. Aunque la historia de fondo no va muy allá en ningún momento. Es casi un simulador de pordiosero salvándose el culo que al final consigue una armadura. Hasta tal punto llega la deriva que un personaje que debería ser primordial, como es tu mujer, que sobrevive contigo al naufragio, desaparece tras los primeros compases y acaba por ahí aparcada según a quién mandes a recogerla.

Ahora que nos ha dado tiempo a avanzar y tenemos ya una espada, un hacha o un palo más largo que el de antes, hablemos del sistema de combate: Pesado.

Al ir aprendiendo de los diferentes personajes el rango de posibilidades crece bastante. Golpes laterales, cargas, contras y algún truco más. Pero el sistema está tan descompensado que acabé tirando de guardar tras cada golpe que acertaba. Porque, aún bien entrado el juego, 2 malditas ratas son todo un escuadrón asesino al que temerás más que a 5 ninjas de la araña negra. Eso sí, el sistema dista de ser perfecto, pues al cargar te dejan unos segundos vendido y dependes de la suerte para que no aparezcas directamente muerto panza arriba y con un par de criaturas degustando tus carnes aún calentitas. También es bastante molesto el que tengas que aprender cada vez los mismos movimientos con cada tipo diferente de arma. Más dinero, más puntos de experiencia para más de lo mismo.

Si decides ir tirando hechizos por la vida, a controlar el uso de karma e ir administrando los conjuros. Insospechadamente descorazonador pasarte el día recolectando hierbajos y setas para ver lo poquísimo que cunden a la hora de tratar de subir tus barritas. Una cosa es premiar el uso de recetas más elaboradas y otra estar varios minutos delante de un barril de agua subiendo la vida como un trabajo más.

Por lo demás sin variación. Exploración, mazmorras, artefacos mágicos, criaturas tenebrosas, un intento de paso del día y la noche afectando a las localizaciones de los personajes, y un montón de mapas y pergaminos. Lo que es una aventura, vamos.

Esa parte está bien desarrollada. Y hasta me gustaría soltar algún spoiler. Pero no se me ocurre ninguno. Creo que en toda la historia no llega a pasar nada. Si eres bueno y paciente matas a los malos, que podrían haber sido tus amigos. Por lo que entonces el malo eres tú. No es tan impactante como el que estuvieras muerto desde el inicio, pero con eso te puedes ir calentito a la cama.

Desenlace

Es importante diferenciar entre las versiones de PC y 360. La segunda es un espanto injugable, impresentable y hasta insultable. Intentaré subir un vídeo del juego ardiendo en mi terraza, pero no creo que me dejen.

La de PC está más cuidada en todos los aspectos. Desde un segundo disco con las BGM del juego, insustanciales e imposibles de recordar por otro lado, a un control decente y un rendimiento digno si la máquina huésped se presta a ello. Bueno, y más barato.

Como producto para fans cumple sobradamente salvo en el apartado técnico. Está hecho con oficio y exige un montón de horas de dedicación para empezar a sacarle algo positivo. El juego crece conforme inviertes en él, lo que tampoco es tan meritorio empezando desde la más absoluta mediocridad. No me ha entusiasmado en absoluto, y debe ser una de las últimas opciones, sin dejar de serlo, con los bombazos que están saliendo estos meses.

Un pasatiempo para días grises que rasca el notable si eres un fan de teclas desgastadas y callos en los índices. Un mal regalo para algún familiar político si los callos se encuentran en los pulgares.

Nota de la versión PC:

Nota de la versión Xbox 360:

7 / 10

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