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Saw

"Quiero jugar a un juego".

Durante la década de los 80, el cine de terror estuvo gobernado con mano firme por las slasher movies, con sagas como Pesadilla en Elm Street o Viernes 13 a la cabeza. En los 90, y tras un periodo algo decadente dentro del género, las salas de cine volvieron a llenarse gracias a Scream y todos sus derivados (Se lo que hicisteis el último verano, Leyenda Urbana). Ahora, en la primera década del siglo XXI, probablemente el referente sea Saw, con su mezcla de terror psicológico (poco) y gore cargado de hemoglobina (mucho). Pese a que tras una brillante primera entrega la serie ha ido cayendo en picado, hasta llegar a una polémica sexta entrega (con calificación X incluida en España), los fans siguen llenando las salas de cine año tras año con cada entrega, lo cual la convierte en un jugoso caramelo en forma de licencia. Konami, que no es tonta, ha querido convertir Saw en su nueva franquicia survival horror de éxito aprovechando el declive de Silent Hill. El problema es que los resultados obtenidos no nos permiten augurar mucho futuro a los macabros juegos de Jigsaw en el medio interactivo.

La adaptación en forma de videojuego de Saw se ambienta entre las dos primeras entregas de la franquicia cinematográfica, y aporta algo de luz al enrevesado argumento de la serie. Tomamos el control del detective Tapp (interpretado por Danny Glover en la primera película, y cuyo destino quedaba algo en el aire tras el tramo final de la misma), ahora encerrado en un psiquiátrico abandonado a merced de los juegos de Jigsaw. A lo largo de seis capítulos (el juego es bastante corto) se encontrará con varios personajes conocidos por los fans de la saga y deberá resolver multitud de pruebas para escapar con vida. Para ello será básico que supere su obsesión por cazar a Jigsaw, un leitmotif que flota alrededor nuestro durante toda la aventura.

Con esa ridícula bicicleta no lo dirías, pero incluso Hannibal Lecter palidecería ante alguno de los macabros juegos de Jigsaw.

Lo mejor que puede decirse del trabajo de Zombie Studios es que nos encontramos ante uno de esos pocos casos en los que un videojuego basado una película comprende el material original, lo respeta y lo adapta de forma acertada. En Saw la acción pasa a un segundo plano, dando protagonismo absoluto a los puzzles y la investigación, todo ello aderezado por una ambientación opresiva y la presencia constante (aunque no directa) de un omnipotente Jigsaw. Y al igual que ocurre con las películas, en el juego no se escatima en sangre y situaciones desagradables, planteándonos algunas de las muertes más macabras que hemos visto en una consola.

Los combates, sin embargo, son harina de otro costal. El control que los gobierna es terrible, ofrece nula precisión y tiende a dejarnos vendidos ante los enemigos. Juega en su favor que nunca nos enfrentaremos a más de dos enemigos a la vez, siendo lo habitual uno solo, pero aún así queda patente que el esquema escogido por Zombie presenta importantes lagunas y errores de implementación.

Lo que termina de condenar al juego son diversos errores de diseño. El primero y más obvio es la escasa variedad de puzzles: al principio no seremos conscientes de ello y nos sorprenderán gratamente, porque muchos de ellos están planteados con gran ingenio, pero al poco rato iremos asistiendo a la repetición una y otra vez de los mismos hasta caer en el tedio más absoluto. Este problema también se extiende a la aventura en si, que al principio resulta amena pero a las pocas horas se vuelve repetitiva y aburrida excepto en momentos puntuales como una trampa especial. Resulta especialmente sangrante que se alternen algunos retos demasiado fáciles con otros excesivamente difíciles, destrozando por completo la curva de dificultad.

Hay detalles que, además, son capaces de sacar de quicio hasta al jugador más paciente. A los pocos minutos de empezar descubrimos que Tapp está descalzo y algunos de los pasillos se encuentran plagados de cristales rotos, que al pisarlos harán descender nuestra barra de vida. Vale, la situación hace gracia porque recuerda irremediablemente a John McClane en la primera Jungla de Cristal, pero que en todo el resto del juego no pueda hacerse con unos zapatos es ridículo, obligándonos a ir con pies de plomo (nunca mejor dicho) vigilando por donde pisamos. También se abusa de unas trampas con pistolas, que se activan al tropezar con un cable, colocadas en el escenario por Jigsaw, que provocarán que más de una vez acabemos con los sesos esparcidos por una pared al correr para escapar de un enemigo. Los más viejos del lugar y que recuerden el Platoon de Spectrum o Amstrad CPC sabrán perfectamente a lo que me refiero.

El principio del juego ya va directo al grano, con Tapp tratando de escapar de uno de los sangrientos juguetes de Jigsaw.

Saw utiliza el motor gráfico Unreal 3.0, pero gráficamente no destaca por nada en particular y la tecnología de Epic está bastante desaprovechada. Una buena iluminación es clave en un entorno oscuro como el psiquiátrico en el que se desarrolla el juego, pero ni la linterna ni el mechero que usamos para guiarnos en la oscuridad tienen efectos lo suficientemente conseguidos (el flash de una cámara de fotos es quizás el más interesante). Las texturas se repiten hasta la extenuación, y el modelado de personajes no es que destaque precisamente por su detalle. A nivel sonoro sube algunos enteros, principalmente por los sonidos ambientales, pero la música peca una vez más de repetición y el doblaje (en inglés, con subtítulos en castellano) no está muy inspirado excepto por el trabajo de Tobin Bell como Jigsaw (es el único actor de las películas que pone su voz a su correspondiente personaje en el juego). En resumen, puede decirse que a nivel global Saw cumple técnicamente, pero fracasa en diferenciarse de la competencia y mostrar una personalidad propia.

Es una lástima que con Saw las cosas hayan salido torcidas. El juego tenía potencial y sin duda pueden vislumbrarse destellos de calidad y buenas ideas a lo largo de la aventura, pero lo cierto es que el resultado final es imperfecto, ya sea por su accidentado desarrollo (con varios cambios de desarrolladora y distribuidora) o sencillamente porque la fórmula no daba más de si. Los fans de la saga cinematográfica o del género survival horror pueden encontrar en Saw un corto aunque agradable entretenimiento, pero para el resto de jugadores las contras son demasiadas como para recomendar su compra.

6 / 10

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