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Avance de Scarlet Nexus

Un combate caótico... y no en el buen sentido.

Un oscuro mundo futurista, poderes psicokinéticos, monstruos con un bouquet de flores por cabeza... pese a la poca información compartida por Bandai Namco sobre Scarlet Nexus a lo largo del año, todo lo visto apuntaba a un RPG de acción bastante único. En concreto, los tráilers con gameplay sugerían que Scarlet Nexus presentaría un sistema de combate realmente interesante; al fin y al cabo no todos los días puedes lanzar un coche a la cabeza de un unicornio mutante.

Sin embargo, tras jugar a una versión previa durante cuatro horas, el combate de Scarlet Nexus me ha parecido caótico en el mejor de los casos, e irritante en el peor de ellos. En general el combate es un poco confuso, lo cual es desafortunado si tienes en cuenta que es el centro del juego.

Scarlet Nexus es un juego de acción en tercera persona desarrollado y editado por Bandai Namco, con un lanzamiento previsto para este año en PlayStation, Xbox y PC. Se ambienta en una realidad alternativa en la que los humanos han aprendido a aprovechar unas sustancias del cerebro humano que permiten obtener poderes. Estas habilidades se usan para luchar contra unos horripilantes monstruos llamados los Otros, que cayeron del cielo y se dedican a comer cerebros humanos.

Puedes jugar como Yuito Sumeragi o Kasane Randall, dos personajes que poseen el poder de la telekinesis (también conocido como lanzar cualquier cosa por los aires, como coches) y que se unen al mismo tiempo a la Other Supression Force. El juego da pistas de una misteriosa conexión entre ambos, y jugando con los dos verás sus propias perspectivas sobre la historia - un buen incentivo para rejugarlo y conseguir más información sobre los protagonistas. La aventura está estructurada en capítulos, con una mezcla de misiones de combate lineal y la opción de explorar el mundo o pasar el rato en el escondite de la OSF.

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En esta versión previa jugué principalmente con Kasane, cuyas habilidades se centran en poderes a distancia más que en el ataque melee. Scarlet Nexus, sin embargo, sigue queriendo que te acerques a los enemigos, y te obliga a realizar una determinada cantidad de golpes melee para recargar la barra de energía psicokinética. En otras palabras, no puedes irte a una esquina y limitarte a lanzar rocas desde allí. También puedes tomar prestados algunos poderes de tus compañeros de pelotón, como la electricidad, para darte un buff temporal durante la batalla o para lidiar con algunos enemigos concretos. Algunas fases también tienen objetos especiales en el escenario que puedes lanzar a tus rivales para producir mucho más daño.

Sobre el papel todo esto suena como una emocionante combinación de habilidades, pero hay algo en los combates de Scarlet Nexus que simplemente no se siente bien. En concreto, el juego parece obsesionado en romper el ritmo de los mismo. Prácticamente cualquier daño basta para tirar a Kasane al suelo, tras lo cual tarda una eternidad en volverse a poner de pie. Recibir tan solo un golpe puede generar una devastadora reacción en cadena: Kasane a veces tarda tanto en levantarse que otro enemigo también la golpea, provocando dos o tres golpes que realmente solo deberían haber afectado una vez a su salud. Pero lo más importante es que esto resulta especialmente molesto cuando intentas mantener la sensación de movimiento en combate.

El combate es generalmente bastante caótico y difícil de gestionar; simplemente ocurren demasiadas cosas al mismo tiempo, y a menudo sentí que el éxito dependía más de la suerte que de la habilidad. Los patrones de los movimientos de los enemigos pueden ser impredecibles y difíciles de leer, y también noté que los controles de Scarlet Nexus no son particularmente reactivos, haciendo difícil la esquiva una vez te has comprometido con un ataque. La cámara es también bastante extraña, a menudo con un ángulo demasiado bajo como para dar una vista útil de la situación de combate, y a menudo me encontré sin saber qué ocurría a mis lados. Esto significa que los proyectiles y los ataques cargados te pillan por sorpresa con demasiada frecuencia, creando problemas no solo al hacerte caer al suelo, sino también al cargar los ataques psicokinéticos. Estos tienen un tiempo de carga enorme, lo cual tiene un look dramático y bastante pintón, pero realmente también hacen que sea difícil acertar con ellos, haciendo que ese poder sea un poco lento. Si te golpean durante la carga de un ataque psicokinético también se cancela el movimiento, así que vigila los proyectiles... si puedes.

En lo que respecta a las habilidades especiales que proporcionan tus compañeros de pelotón, son bastante circunstanciales: el fuego es útil cuando tienes a un enemigo cubierto de aceite, por ejemplo, o la electricidad para uno mojado. No noté mucha diferencia al usarlos en los enemigos normales o combinados con los poderes psicokinéticos de Kusane (más allá del ocasional efecto de estado), lo cual hace que parezcan más un gimmick que otra cosa.

Debo reconocer, eso sí, que el combate empezó a mejorar un poquito tras tres horas de juego, una vez había desbloqueado algunas habilidades en el árbol denominado "Mapa Cerebral". En cierto modo cabe la posibilidad de que Scarlet Nexus sea más áspero en su combate y con los poderes al principio del juego, pero habrá que verlo en la versión final. Empecé a notar, al menos ocasionalmente, cierta sensación de ritmo y algunas combinaciones poderosas gracias a que mis poderes psicokinéticos hacían más daño, pero seguía sin ser suficiente para hacer que el combate resultase plenamente satisfactorio. Admitiré, eso sí, que romper la cáscara externa de un enemigo para golpear su punto débil no estaba mal.

Pero no todo son malas noticias. La ambientación de Scarlet Nexus es bastante original, y disfruté encontrando información sobre su mundo futurista. En él el gobierno tiene el poder de censurar el gore al igual que en el mundo real, por ejemplo, y los miembros de la OSF son tratados como celebridades en la prensa. La idea de tener que lidiar con estos monstruos de forma diaria, evitándolos con previsiones como las del tiempo, hace que el escenario sea impredecible y esté plagado de peligros y temáticas distópicas. Oh, y el estilo artístico en realmente memorable; no puedo pensar en ningún otro juego en el que luches contra monstruos con flores en la cabeza y zapatos de tacón en los pies.

En lo que respecta a los personajes y la historia, Scarlet Nexus se toma su tiempo para avanzar, y me quedé con la sensación de que el juego tan solo empezaba a sentar las bases cuando llegué al final de la versión de prueba. No puedo aventurarme a decir si será o no una obra maestra de la narrativa, pero desde luego tiene hilos argumentales para mantener tu interés, especialmente sobre el pasado de Kasane y Yuito. Yuito procede de una familia de éxito y vive bajo la presión de cumplir sus altas expectativas, mientras que Kasane fue adoptada por una familia que no parece tratarla igual que a su hermana Naomi, que no es adoptada (aunque Kasane la protege ferozmente). Y, por supuesto, ambos personajes tienen misterios sueños que descifrar. El juego eventualmente te permite conocer al resto de personajes de la OSF y establecer "enlaces" a través de conversaciones y episodios, algo que espero defina sus personalidades.

Scarlet Nexus tiene algunas cosas prometedoras, pero es difícil pasar por alto su decepcionante combate, y la versión de prueba me ha dejado un poco fría. Es una pena, porque creo que la ambientación tiene muchísimo potencial, y el diseño de los monstruos es tan horrendo como fantástico. Quizás la cosa mejore si se le da una oportunidad, pero tras varias horas barriendo el suelo tras cada golpe, estoy lista para seguir adelante con otras cosas. Si es que puedo levantarme, claro.

Traducción por Josep Maria Sempere.

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