Serious Sam HD: The Second Encounter
Nunca mires atrás.
Los FPS han evolucionado en estos últimos años. Antes pedíamos que ofrecieran tecnología visual punta, ahora exigimos además que tengan una gran historia, personajes definidos, variedad de situaciones y un final apoteósico, de aquellos que producen decenas de comentarios en cualquier foro.
Aunque también es cierto que a veces cualquiera necesita olvidarse de todas estas complicaciones y avanzar sin más, disparando a todo aquello que se atreva a dar un paso en pantalla. Los que todavía echan alguna partida al Quake Arena o al Unreal Tournament tienen desde ya una nueva alternativa que en realidad es un juego que apareció en 2005 pero que, gracias a la plataforma Steam, ha sido reeditado adaptando la resolución: Serious Sam HD Second Encounter.
Second porque en realidad se trata de la segunda vez que Sam protagoniza un juego, el anterior lo podéis encontrar aquí. HD porque ahora todo se ve con una definición mucho mayor que entonces, faltaría más después de tantos años. Y Serious porque hay que tomarse en serio a un tipo cuyo único objetivo es llegar al final, de frente y en línea recta.
Podríamos resumir en unas pocas palabras la concepción del juego: "id saliendo, que tengo plomo para vosotros". Eso es exactamente Serious Sam 2, un juego de acción pura en primera persona, un Doom de los de antes con un puñado de armas diferentes, una serie de clásicos ítems de mejora repartidos por escenarios cuya estrategia más resolutiva es seguir hacia adelante sin pensar, y una misión, llegar al último punto de cada laberinto.
Serious Sam, a diferencia de lo que se impone actualmente, no da tiempo a la reflexión. Los enemigos avanzan hacia nosotros arrojando todo tipo de cosas absurdas; sin tregua, sin un plan preestablecido, "a lo loco". Desde humanoides con bombas en la cabeza a esqueletos de ¿caballos?, pasando por una mezcla entre los enemigos de Doom 2, el emperador Pilaf y el rey Nikochan. Un delirio tan hilarante como frenético.
Pero también es justo reconocer que visualmente se ha quedado muy atrás de todo lo que hoy resulta referente. Se podría hablar de una versión vitaminada, pero lo cierto es que subir la resolución y mantener el número de polígonos en pantalla o la calidad de las texturas no es precisamente un alarde meritorio. Y para los escenarios la misma factura, todo muy plano, muy cuadrado.
Evidencia que es un juego pensado en 2002, fecha en que apareció First Encounter. En aquella época las capacidades de los ordenadores eran mucho menores, y los caminos se limitaban a "avanza, sube escaleras, abre puerta, salta por el agujero, baja escaleras, cuidado al doblar la esquina, sigue avanzando" o al ingenio de combinar trampas con la dificultad de apuntar, como la fase en que el viento entorpece nuestros movimientos. Cuando apareció Second Encounter en las tiendas, en 2005, prometía una serie de novedades, ahora en 2010 se me antojan demasiado parecidos.
Eso sí, en un ordenador de gama media y con un sistema operativo de 64 bits el juego –literalmente– vuela, algo muy apreciable cuando recoges un pack de velocidad y unas bombonas de napalm. Y el multijugador, gracias a la plataforma de Steam, resulta divertido, sin más. Porque la selección de armas es acertada –me gusta especialmente la recortada de doble cañón, una maravilla atemporal –, porque las emboscadas en los diferentes escenarios son limitadas, porque permite hasta 16 jugadores simultáneos en orgías de sangre y destrucción, y porque funciona en prácticamente cualquier equipo decente. ¡Ah! Y no olvidemos que incluye modos multijugador que no estaban en el título original.
Serious Sam pertenece a esa generación de juegos comandada por Duke Nukem, juegos gamberros cuyo humor y cuyas limitaciones hoy en día no pueden ser entendidos pero cuyos algoritmos forman parte de la base de los Bioshock y compañía. Hay decenas de títulos mejores, pero pocos serán tan recordados como el frenesí de la sala cilíndrica o la cámara con el suelo elástico. Y recuerda, graba continuamente.