Shadow of the comet
La aventura a la luz de las estrellas malditas.
Es sorprendente que un universo tan rico lleno de detalles como los Mitos de Cthulhu no haya conocido más que un par de aventuras gráficas. Pero una, sobre todo una, la que hoy nos ocupa, tiene tal calidad que ensombrecería cualquier intento al respecto; y es que Shadow of the Comet es, con toda certeza, la mejor aventura sobre los Mitos que podemos encontrar.
Shadow of the Comet no es sólo un producto basado en el universo de Lovecraft, Derleth y demás escritores del horror cósmicos, es un producto oficial licenciado por Chaosium del juego de rol de La Llamada de Cthulhu y, desde luego, se nota el mimo y el cuidado vertido en la historia, digna de cualquier libro de los Mitos.
Todo comienza cuando John Parker, un periodista británico, decide viajar al pequeño pueblo de Illsmouth, en la Nueva Inglaterra profunda, para cubrir el paso del cometa Halley en 1910. Pero Parker tiene un motivo oculto que no es otro que averiguar qué le pasó a Lord Boleskine, quien investigaba el paso del cometa en 1834 y acabó en un manicomio por algo que vio cuando, según sus palabras, el paso del cometa creó condiciones que hicieron que ciertos elementos astrales estuvieran más cerca de la Tierra que nunca.
Y será ese pueblo, Illsmouth, copia del Insmouth de Lovecraft, el centro de toda la acción del juego. Un pueblo extraño, con gente que oculta un gran secreto. Y es que ese es el mayor logro del juego: recrear un pueblo con personajes complejos, con sus motivaciones y, sobre todo, que actúan con coherencia. El periplo de Parker por Illsmouth comienza con su llegada al puerto, y se prolongará durante los tres días que faltan hasta la pasada del cometa; durante los cuales revelará una sociedad terrible y antigua. Y si normalmente no hay que preocuparse por spoilers en el retro, en este caso no diré absolutamente nada más de la trama, pues esta es una aventura gráfica que debéis jugar aun hoy.
Digo bien porque, aunque el manejo es un poco primitivo, tanto gráfica como sonoramente el juego se mantiene a buen nivel aunque sin destacar. Shadow of the Comet usa una versión mejorada del motor de Eternam, otro de los grandes clásicos de Infogrames, y el manejo, en la primera versión del juego, se realizaba sólo con teclado. Con los cursores movíamos a Parker y cuando éste se acercaba a un objeto con le que se pudiera interactuar, una pequeña linea era trazada desde los ojos del protagonista al objeto y, en se momento, bien usando el tabulador para desplegar el menú de acciones o usando la tecla apropiada, se realizará la interacción deseada.
Y ojo, que algunos de los puzzles son bastante complejos, lo que le ha merecido al juego la fama de ser muy complejo; lo que unido al hecho de que es bastante fácil morir (máxime en el segundo y tercer día), lo hacen muy difícil de completar sin guía, sobre todo en estos tiempos de puntos de guardado y paciencia limitada. Reconozco que cuando lo rejugué para este texto algunas cosas me costaron mucho, porque hacía bastantes años que no me enfrentaba de nuevo a la conspiración estelar de Illsmouth. La dificultad es muy alta, y los puntos sin salvar abundantes, por no hablar del maldito puzzle del árbol que siempre he odiado. Pero la recompensa es muy gratificante, y durante las horas que duró el juego me sentí realmente en medio de una espiral de locura y adoración a seres extraplanetarios en algún pueblecito de Nueva Inglaterra.
En conjunto, Shadow of the Comet es una aventura gráfica imprescindible para todo amante de los Mitos y muy recomendable para quien quiera encontrar un muy buen juego. Quizá demasiado difícil, y exige que el jugador se involucre en la historia so pena de perderse completamente en la trama, pero, en conjunto, una obra deliciosa.
Acompañad a Parker en sus investigaciones por el pueblo, recorriendo sus calles y conociendo a personajes que cubren un complejo espectro de personalidades, metiendo las narices donde no nos llaman, explorando el bosque y descubriendo horrores que nadie debería conocer, y enfrentándose a seres primigenios de poderes que desafían el entendimiento humano. Acompañadlo y descubriréis qué hace que los que jugamos Shadow of the Comet la recordamos como un título imprescindible y como una de las aventuras gráficas más necesarias que hubo en los 90.