Shigeru Miyamoto
En busca de la felicidad.
Ahora es difícil de imaginar, pero el día en que Shigeru Miyamoto empezó a trabajar en Nintendo no tenía ni idea de lo que iba que hacer, simplemente lo hizo. Décadas después sabemos que este diseñador –seguramente la figura más influyente en la evolución del ocio electrónico– tenía un deseo. Y fue en Nintendo donde encontró la compañía donde llevarlo a cabo.
"Antes de entrar en Nintendo todo lo que quería era simplemente crear algo que pudiera sorprender al mundo, pero no tenía tampoco ninguna idea concreta", explica a Eurogamer. "Una vez que me uní a la compañía me di cuenta de que no tenía ideas concretas acerca de lo que debía hacer para crear un producto que sorprendiera a todos los que estaban a mi alrededor."
Sin ninguna duda Miyamoto es un genio en su campo; pero ser un genio no garantiza la grandeza. Además de tener ese algo especial, todas los genios que han llegado hasta lo más alto también han contado siempre con un factor de suerte. En el caso de Miyamoto estuvo en el hecho de empezar a hacer videojuegos justamente en el momento y la compañía adecuadas.
"Creo que fui afortunado de vivir en los días en que Space Invaders fue un boom", revela. "Aún recuerdo cuando Space Invaders se convirtió en un fenómeno en el mercado y pensé que ese sería un buen ámbito para labrarme una carrera".
"Más tarde tuve la oportunidad de trabajar en el primer arcade de Donkey Kong y pensé: 'quizás este juego represente mi primer paso para establecer mi carrera'."
Miyamoto entiende perfectamente nuestras preguntas en inglés pero responde en japonés. A su lado está el veterano relaciones públicas de Nintendo Yasuhiro Minagawa, quien comparte estos recuerdos en un suite del London Park Lane Hilton con vistas a Hyde Park.
En unas veinte horas, unas plantas más abajo, recibirá el premio de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión BAFTA, algo que incluirá al creador de Mario y The Legend of Zelda en una lista formada por ilustres maestros del entretenimiento como Spielberg o Hitchcock.
"La verdad es que me da un poco de vergüenza y creo que debo ser humilde porque lo cierto es que un videojuego no es cosa de una sola persona", comenta sobre el hecho de recibir este honor. "Siempre que voy a recibir uno de estos premios me da un poco de vergüenza".
Si Space Invaders fue el responsable de que esto pasara, fue entonces la filosofía como compañía de Nintendo la que permitió que el genio de Miyamoto creciera y explotara.