Avance de SimCity
El regreso de uno de los grandes clásicos de PC.
Bret Berry, el director general de Maxis, nos explicaba hace unos días que "han cambiado muchas cosas desde el último SimCity, en términos de 3D y online. Es un terreno fértil para nosotros". Y no va muy desencaminado, porque si obviamos el decepcionante Societies no ha habido un SimCity en condiciones desde hace casi una década. Demasiado tiempo, en mi opinión.
Será el regreso por todo lo alto de uno de los grandes clásicos del medio, una franquicia que los jugadores de PC adoran. La base sigue siendo la misma (construir y administrar una ciudad), pero todos sus elementos se han actualizado y potenciado, siendo la interfaz uno de los aspectos que salen más beneficiados de lo mucho que ha avanzado la tecnología desde 2003 (cuando se publicó SimCity 4). Todo es limpio y claro, y sin limitar su inherente complejidad consigue que puedas tener controlados todos los aspectos de la ciudad a simple vista, sin necesidad de acceder a montones de sub-menús, o edificar haciendo unos pocos clics. Berry, un tipo afable y bastante divertido, sonreía con complicidad al mostrarnos como ahora incluso tienes la opción de construir carreteras y calles con montones de curvas, simplemente arrastrando el ratón por el terreno para dar forma a la calzada.
Otra de las novedades destacables es la posibilidad de especializar tu ciudad. Puedes crear un complejo lúdico y turístico tipo Las Vegas, una ciudad industrial con fábricas que ofrezcan montones de puestos de trabajo, una megalópolis comercial plagada de rascacielos o un pequeño y tranquilo pueblo residencial. Puede parecer algo menor, pero cobra mucho sentido si tienes en cuenta que el nuevo SimCity está muy orientado al multijugador.
El planteamiento es tan simple como construir tu ciudad dentro de una región, rodeado por otros jugadores. Maxis no ha aclarado el número de personas que participará dentro de una misma región ni ha nombrado características concretas, pero sí ha dejado entrever la posibilidad de realizar intercambios de bienes (energía o recursos) dentro de una economía global y la existencia de objetivos regionales para fomentar la cooperación entre jugadores.
"Otra de las novedades destacables es la posibilidad de especializar tu ciudad. Puede parecer algo menor, pero cobra mucho sentido si tienes en cuenta que el nuevo SimCity está muy orientado al multijugador. "
La gracia está en que toda la simulación reacciona en función de cómo interactúan entre si las ciudades de la región. Si, por ejemplo, creas una zona industrial, observarás como por las mañanas llegan montones de pequeños coches a las fábricas, pero a media tarde los Sims abandonan tu ciudad para irse al pueblo residencial que tienes al lado. Ante esa situación se abre un enorme abanico de posibilidades: puedes ponerte de acuerdo con tu vecino para alcanzar un equilibrio, explotar sus debilidades para que sus Sims emigren a tu ciudad, especular con las materias primas para poner una zancadilla a su gestión o, simplemente, atraer a sus habitantes a tu ciudad como simples turistas.
Es algo con un potencial increíble, casi tanto como el de la propia simulación de las entidades individuales. Cada personaje, objeto y edificio de la ciudad tiene un objetivo y comportamiento propio, y el juego no escatima en detalle para mostrarlo. Berry ponía de ejemplo como varias tiendas en una misma calle podían unirse para formar un gran centro comercial, o como un descontento más o menos generalizado provocaba que los Sims se uniesen en una manifestación delante del ayuntamiento.
A nivel de personalización, de hecho, el nuevo juego llega a alcanzar niveles nunca vistos antes en la franquicia. En los antiguos SimCity podías mejorar algunos tipos concretos de edificio, pero este proceso seguía un camino predeterminado y la variedad estaba bastante limitada. Ahora no: puedes adquirir una torre de vigilancia para un puesto de bomberos y colocarla en el lugar que prefieras, o modificar la estructura de una central térmica añadiendo más chimeneas. Es un punto de microgestión muy especializado que se agradece bastante, y que permite personalizar no sólo tu ciudad, sino las propias edificaciones que forman parte de ella.
"Todavía está en un estado muy temprano de su desarrollo (no llegará a las tiendas hasta 2013), pero el nuevo SimCity ya apunta maneras: recupera lo que hizo de él un clásico desde finales de los 80 y añade, entre muchas otras cosas, un componente multijugador con un potencial revolucionario."
Todo esto se representa de forma estupenda gracias al motor Glassbox, con una estética tipo Tilt-Shift (la cual se inspira en la espectacular secuencia de la regata de Henley de La Red Social) que otorga al juego un aspecto de maqueta con vida. No es sólo alucinante ver cómo el tráfico se comporta de forma realista (en la demo un camión aparcado en doble fila provocaba un ruidoso atasco en las calles adyacentes), sino que todos los elementos presentan infinidad de pequeños detalles, desde el momento en el que empieza su construcción hasta su actividad diaria, con animaciones tan trabajadas como divertidas.
Ese puntito cachondo siempre ha sido una constante en el trabajo de Maxis, representado especialmente en los desastres naturales, donde los tornados o los terremotos convivían con las invasiones alienígenas y los ataques de gigantes tipo Godzilla. Aunque volverán en el nuevo juego (y habrá nuevos tipos de catástrofe), de momento sólo hemos visto en acción al pirómano: llega a toda velocidad a nuestra ciudad en una furgoneta negra, entra sospechosamente en un edificio y huye mientras escucha heavy metal. A los pocos segundos podemos ver con todo lujo de detalle como empieza a salir humo de los pisos superiores, el fuego se extiende planta por planta y los Sims salen corriendo envueltos en llamas a la calle, a la espera de que lleguen los bomberos, mientras observan el caos a su alrededor.
Todavía está en un estado muy temprano de su desarrollo (no llegará a las tiendas hasta 2013), pero el nuevo SimCity ya apunta maneras: recupera lo que hizo de él un clásico desde finales de los 80 y añade, entre muchas otras cosas, un componente multijugador con un potencial revolucionario. Tiene tan buena pinta, de hecho, que muchos periodistas salieron del último EA Showcase calificándolo como el mejor título del evento, por delante de gigantes como Crysis 3, Medal of Honor o FIFA. Casi nada.