Sonic & SEGA All-Stars Racing
Un día en las locas carreras de SEGA.
La música que acompaña a las pistas está escogida de las mismas sagas. Así por ejemplo, en las pistas de Sonic, escucharemos las melodías de las zonas del mítico Sonic Heroes. Acompañan con bastante acierto durante el juego y están bien adecuadas y se complementan con las pistas a la perfección, consiguiendo una ambientación y puesta en escena general envidiable y que raya a un altísimo nivel. La verdad es que pocos, muy pocos títulos de karts son capaces de recrear y formar de esta manera tan natural ese aura mágico de atracción que ha conseguido Sumo.
Sin embargo, este SEGA Racing tiene un defecto imperdonable a estas alturas de la película: todo pinta muy bonito, pero la inconsistencia gráfica es más que evidente. Aunque menos acusadas que en la demo, sigue habiendo algunos leves tirones de framerate y la suavidad brilla prácticamente por su ausencia. La sensación de velocidad también se suma a la locura de las carreras y se convierte en una montaña rusa: a veces parece que vamos muy rápidos y en otras circunstancias similares parece que vamos de pie.
Esto aún así, como hemos dicho antes, no impide que las carreras sean muy divertidas ya que no afecta a la jugabilidad, pero esta falta de depuración y dejadez que han mostrado resultan incomprensibles, injustificables y fuera de lugar en esta generación. Así que no hay tiempo para aburrirse en desbloquear todos los objetos en la tienda de SEGA, donde hay muchos circuitos, personajes y músicas bloqueadas en principio. Para obtenerlos, debemos conseguir "Millas Sega" que, dependiendo de nuestra actuación en las pistas, recibiremos en menor o mayor cantidad.
Los modos de juego para un jugador son bastante completos. Además del Grand Prix y Carrera Rápida, tenemos un modo misiones que nos presentan 64 desafíos para completar. El personaje no lo elegimos nosotros, ya viene preseleccionado. Entre otros, tendremos que ganar carreras, torneos, adelantar a personajes, derrotar a monstruos o a rivales e incluso derrapar lo máximo posible, entre otros. Son bastante divertidos y ciertamente dejan con ganas de más, aunque conseguir el rango máximo en cada uno de ellos os llevará algunas horas. También tenemos el clasicón contrarreloj que nos permitirá compararnos con los tiempos y fantasmas de otros jugadores a lo largo del globo.
Ya en los modos multijugador y online, SEGA Racing se queda muy lejos de dar un puñetazo en la mesa y sentar precedentes. El modo online se limita únicamente en carreras rápidas, donde el anfitrión elige las opciones para jugar. Los movimientos All-Star quedan desactivados en este modo, según Sumo, porque genera un gran lag, dejando la experiencia un poquito coja. No es posible, asimismo como ocurre en, por ejemplo, Mario Kart, que dos jugadores en una misma consola jueguen online con el resto del planeta. El multijugador local tiene un abanico más amplio de modos, aunque carencias como la falta de un modo Grand Prix dejan un poco extrañado al jugador. Así que es el apartado, sorprendentemente, más flojo de todo el juego.
Estar al volante de Sonic & SEGA All-Stars Racing es una experiencia realmente satisfactoria, las carreras son muy divertidas y si en algún momento algo falla su genial ambientación se encarga de rescatar al jugador. Aún así, también es cierto que en algún aspecto le ha faltado algo más de ambición, sobre todo en los modos multijugador, y tampoco habría estado nada mal que se innovara en algo más allá de lo visto en Mario Kart. Aún con todo esto las carreras, el alma del título, son muy entretenidas y rayan a un gran nivel. Los seguidores de este tipo de juegos quedarán más que satisfechos y los fans de SEGA no cabrán en sí de emoción al ver este gran homenaje sobre ruedas.