Sonic Classic Collection
Chaparrón en el casco histórico de Mobius.
La gente lo tiene muy fácil para jugar a los clásicos de Sonic hoy en día. Casi todas sus entregas, o como mínimo alguna de ellas acostumbra a estar en alguna de las plataformas que lideran el mercado actual de consolas. La que faltaba era Nintendo DS. Y Sega se ha puesto manos a la obra para traernos esta recopilación, que recoge los primeros 4 títulos de Sonic (Sonic, Sonic 2, Sonic 3 y Sonic & Knuckles) además de las mezclas Sonic 2 & Knuckles y Sonic 3 & Knuckles.
A estas alturas estos títulos casi no necesitan presentación, son los que iniciaron la saga y definieron sus pilares básicos: velocidad y agilidad en su justa medida. Considerados para muchos como joyas atemporales y de jugabilidad exquisita, es realmente complicado no fascinarse o disfrutar con todos ellos. Hasta aquí, todo es perfecto, pero sin embargo, la cuestión a plantearse es la obligada dentro de las lógicas preguntas que uno se formula cuando está delante de una recopilación: ¿Reflejan con exactitud a los originales?
La respuesta no es del todo positiva. Durante las partidas que hemos hecho nos hemos encontrado con algunas ralentizaciones que desmerecen el resultado final. El título pasa verdaderos apuros en zonas de ambiente recargado y, sobre todo, cuando pierdes anillos o vas a poca velocidad en la aventura, perdiendo pues la sensación de fina suavidad de la que se disfrutaba en los títulos originales y en los ports de recopilaciones como Sega Megadrive Ultimate Collection o el Sonic Mega Collection Plus de la anterior generación de consolas. Y hemos comprobado que dichos problemas se acentúan un poco si no juegas con una consola DSi o DSi XL.
Desde el punto de vista gráfico, la adaptación a la pantalla superior de nuestra DS tampoco es muy lograda: se pierden líneas horizontales y esto provoca, entre otros, la aparición de bordes dentados que cantan en exceso. También encontramos artefactos extraños, líneas blancas y algunos parpadeos que, si bien no interfieren en la jugabilidad, resultan chocantes.
El mundo de Mobius donde transcurre la aventura tampoco entra por los oídos. Las composiciones tienen una calidad variable: algunas son prácticamente idénticas a las originales, pero otras chirrían directamente al escucharlas. Salen perdiendo también los efectos sonoros: unas veces se cortan y otros sencillamente no llegan a sonar nunca bien del todo, como cuando pierdes anillos o tomas oxígeno para no ahogarte en las fases marinas.
La opción de guardar la partida presente en los dos primeros Sonic es engañosa: no esperes continuar exactamente por donde ibas: irás al principio del acto pertinente, siendo en este aspecto inferior a otras recopilaciones realizadas por la compañía. Además, la exclusión de los modos multijugador en los títulos que lo poseían y la galería de escasas imágenes que han incluido como extra ponen la guinda negra a este ya comprometido pastel.
No basta con incluir joyas así tal cual y realizar una adaptación de cualquier manera. Siguen siendo jugables, divertidos e intensos pero no deja de resultar un pequeño desastre en comparación con sus versiones originales y ese aura de excesiva dejadez que rebosa al ser jugado es desgraciadamente inconfundible.