Avance de Sonic Forces
Quizás es hora de dejarlo atrás.
Para mi sorpresa y deleite, uno de los mejores videojuegos de 2017 es obra ni más ni menos que del Sonic Team. Sí, ese Sonic Team: los desarrolladores anteriormente conocidos como Sega AM8, los responsables de la icónica mascota de Sega y el mismo estudio que ha estado al lado del erizo azul en los buenos y los malos momentos.
Lo que seguramente no te sorprenderá es descubrir que ese juego no es Sonic Forces. No a no ser que algo realmente extraordinario ocurra entre hoy y el lanzamiento, al menos.
Sí, el Puyo Puyo Tetris del Sonic Team es un título espectacular que ha devorado un montón de horas de mi vida desde que llegó a las tiendas en marzo (sí, sabemos que inicialmente se publicó en 2014, pero la versión occidental no ha llegado a nuestras tierras hasta este año). Es un juego de puzzles con una maravillosa profundidad y unos gloriosos colores que mezclan dos clásicos con un estilo brillante. Sonic Forces, a juzgar por una reciente demo que muestra sus tres diferentes partes, en cambio, es un juego bastante flojo que se mueve entre lo viejo y lo nuevo de Sonic y que introduce un nuevo sabor que seguramente dejará un persistente mal gusto en tu boca.
No es un mal juego, en realidad, es solo que, tras haber escuchado nombrar a Generations y Colors en la promoción de Forces, tenía expectativas de que fuese algo más. Generations y Colors son dos fantásticos juegos que demostraron que el Sonic Team aún era capaz de hacer algo grande, antes de que la saga retomase su tradicional cuesta abajo con los Sonic Boom. El Sonic Team clamó por su inocencia recientemente afirmando que había estado alejada de la saga mientras Sega of America se hacía cargo de ella, pero no olvidemos que el actual declive comenzó con el Sonic Lost World de 2013, un exclusivo para consolas de Nintendo desarrollado por... el Sonic Team.
Sonic Forces no parece caer tan bajo, pero tampoco da la sensación de que alcance el alto nivel de Colors o Generations. Sus secciones 3D modernas son rápidas y frenéticas, aunque quizás excesivamente parlanchinas, con Amy, Shadow y un soldado peludo (!) hablándote mientras te deslizas por los niveles. Es un poco como los dibujos del sábado por la mañana, imagino, pero uno de esos tan malos que tu cerebro no es capaz de soportarlo por mucho daño que hicieses la noche antes; el tipo de basura energética y vacía que hace que te levantes del sofá y hagas algo útil el resto del día, básicamente. La acción en si misma es notablemente torpe, carente de la elegancia y del estilo por el que la saga fue conocida, tratando de compensarlo con ruido en abundancia.
Tiene otras secciones en las que juegas con un avatar personalizable que son aún más torpes, en las que peleas con hordas de robots en versiones del nivel que probablemente hayas acabado de pasar corriendo como el Sonic moderno. Es casi como si fuese esa secuela de Shadow the Hedgehog que desearías que jamás hubiese existido.
Y luego tiene también secciones 2D que en condiciones normales acelerarían el corazón de los fans, sino fuese por la omnipresente sombra de otro juego que saldrá dentro de unas semanas. Jugar a Sonic Forces tras probar el exquisito Sonic Mania demuestra hasta qué punto el Sonic clásico del Sonic Team se aleja del ideal de los 16 bits. Hay algo que falla en las físicas y la fricción (un problema sin duda amplificado en la versión Switch que probamos, la cual funciona a 30FPS y se mueve como un perro borracho con solo tres patas), y el encuentro -una versión del encuentro con Robotnik en Green Hill Zone del original- se siente simplemente enmarañado.
Nada de todo esto es del todo desastroso (y, por supuesto, es solo una pequeña fracción del juego final), pero sin duda es decepcionante. ¿Una pequeña tragedia? No realmente, solo un signo más de que las cosas han cambiado. La única tragedia real en un potencialmente decepcionante Sonic del Sonic Team es ver a alguien con más de treinta años quejándose sobre él. Durante veintiséis años la saga ha conservado su popularidad y ha ganado nuevos fans, incluso si los juegos han tenido dificultades para agradar a los paladares más adultos, y cuando te encuentras a ti mismo escuchando a un cocodrilo parlante quejarse de los huevos robot con los que tiene que lidiar quizás sea el momento de aceptar que esto ya no está hecho para ti.
Los miserables tradicionalistas como un servidor tendrán su caramelito, en cualquier caso, con Sonic Mania. Un juego que espero como a ningún otro este año, lo cual quizás sea otra pequeña tragedia en si misma. A no ser que algo cataclísmico ocurra con el revival 2D de Sonic que está desarrollando Christian Whitehead y su equipo, parece que será el mejor juego de la saga desde los tiempos de los 16 bits, demostrando que hay esperanza para títulos con una calidad similar. Eso demuestra también que Sonic aún puede ser algo grande, al igual que el Sonic Team es aún capaz de hacer buenos juegos - pero si esperas que uno de ellos sea de Sonic mi consejo es quizás dejar atrás cierta parte de esta saga.
Traducción por Josep Maria Sempere.