SoulCalibur: Broken Destiny
Exprimiendo PSP a punta de espada.
De la mano del Guante (¿ein?) viene el remozado modo partida rápida, al que parte del público no ha dudado en criticar de manera errada tomándolo como sustituto del modo arcade. Vamos a ver, "partida rápida" es precisamente eso, una pachanga, pim pam pum, unos cuantos rounds, galletas por aquí y por allá y a otra cosa. Y eso es lo que ofrece Broken Destiny, una especie de salón virtual de partida online en el que aparecen luchadores generados por la CPU, tanto en apariencia como en estilo, con distintas puntuaciones de victorias y derrotas, para que el jugador elija con quién desea medirse en buena lid. Como decimos, una partida rápida, ni más ni menos. Sin embargo, y atribuyéndole a este modo el reconocimiento que se ha ganado a lo largo de los años sí que se echa de menos una opción arcade que ofrezca varios combates y un jefe final, aunque habría que debatir cuál de los dos planteamientos (Historia y Arcade, o Guante y Partida Rápida) es más acertado para una consola portátil.
Para terminar de cerrar el catálogo de opciones están el clásico entrenamiento, en el que a buen seguro perderemos un número generoso de horas, las partidas ad-hoc (no hay posibilidad de infraestructura) que no he podido probar porque no tengo amigos lo suficientemente “guays” para ello, o el editor de personajes, tan potente o más que el de Soul Calibur IV, pudiendo recrear imitaciones de casi cualquier personaje emblemático que se nos antoje. Algún día haremos una puesta en común de nuestro particular museo de los horrores, porque posiblemente mi Charles Manson con el estilo de Voldo patearía unos cuantos culos. Ya lo estudiaremos...
Volviendo al tema del editor, el programa ofrece el clásico sistema de recompensas por logros para aumentar así el inventario de objetos con los que personalizar a los luchadores al mismo tiempo que se alarga la vida útil del producto, y poco más. Bueno sí, el modo Desafío, una variante que combina el Survival y los combates por objetivos, bastante desafiante para los que gusten de retos superfluos, y la ausencia de Torre de las Almas, modo que no ha sido sustituido por ningún otro, limitándose a desaparecer.
El resto del UMD es una miríada de golpes direccionales, en carrera, counters, presas y rupturas de guardia que no difiere en absoluto de los patrones de la saga, y que concretamente se ajusta a lo visto en Soul Calibur IV; de hecho los fans que esperaban un nuevo retoque en los personajes que quedaron “tullidos” en el paso de la tercera a la cuarta entrega no estarán de enhorabuena, aunque lo compensa el excelente apartado técnico, que mueve el juego de forma muchísimo más fluida que Tekken Dark Resurrection y mantiene el tipo sin ninguna caída estrepitosa de frames.
En gran medida la experiencia que ofrece Broken Destiny queda a merced de los gustos del jugador en lo que ha juegos de lucha se refiere. Vaya por delante que un servidor aprecia bastante más las bondades de los juegos de lucha 2D por motivos que podríamos exponer en un futuro artículo, pero ante la evidencia hay que rendirse, y a todas luces esta propuesta portátil de la famosa saga de Namco está a un nivel muy, muy correcto. Salvando las limitaciones de control, el sesgo de opciones o la falta de novedades, el producto se antoja hoy día como la primera opción a tener en cuenta a la hora de elegir un juego del subgénero para la pequeña de Sony.