Space Siege
Como los pequeños entretenimientos.
Como RPG que es, nuestro personaje evolucionará y adquirirá nuevas habilidades durante la aventura. Y aquí encontramos el que probablemente sea el mayor defecto de Space Siege. En un intento por dar cierta pátina filosófica al juego, durante la evolución de nuestro personaje se nos ofrecerá la posibilidad de sustituir distintas partes de nuestro cuerpo por versiones mecánicas mejoradas. Y la decisión es muy poco relevante, porque las diferencias entre optar por permanecer biológico o convertirnos en androides son mínimas. Tampoco las nuevas habilidades ni las mejoras de estas suponen grandes cambios en nuestras herramientas para enfrentarnos a los enemigos. Incluso el árbol de talentos de que disponemos, razonablemente configurable, marca diferencias relevantes.
Quizás la culpa de todo esto es la simplificación que parece sufrir todo el juego. Es evidente que la tendencia actual es la de hacer los juegos accesibles para aumentar su audiencia potencial, pero en ciertas ocasiones, hacer más sencillo algo que ya es simple, puede tener como consecuencia una degeneración del producto que no sólo no atraiga a nuevos jugadores, si no que provoque la huida de los tradicionales.
En cualquier caso, no resulta desagradable de jugar. Como la bolita de papel y la cuchara, es uno de esos pequeños divertimentos a los que podemos dedicar una buena cantidad de horas, aunque no pueda competir con ninguno de los grandes lanzamientos que se nos vienen encima. Es muy posible que los aficionados a la saga se sientan decepcionados, porque sobre el papel el cambio de ambiente es muy atractivo, pero una vez metidos en faena el cambio no ha sido a mejor en absoluto. Es un juego un poco “cutre”, llegando incluso en ocasiones a resultar hasta cómico. No es suficientemente profundo como para considerarse un RPG serio, no tiene una historia especialmente interesante y gráficamente es sólo resultón.
Sin embargo he de confesar que, en general, me he divertido jugándolo. De alguna manera el juego te incita a seguir afrontando oleadas de enemigos, a llevar un poco más allá la evolución del personaje, aunque esta sea mínima, y a avanzar un poquito más para ver qué viene después. Es una propuesta sencilla, con sutiles toques de profundidad y un aspecto de juego de estudio amateur que convierte en agradable lo que sobre el papel es algo potencialmente aburrido. Quizás Gas Powered Games, desarrolladores del título, deberían haberse planteado lanzarlo en las Stores de Xbox 360 y PS3. En estas fechas lo tiene muy difícil para compartir vitrina con lo que se avecina…