Spectrobes: A las Puertas de la Galaxia
Pokémon marca ACME.
Además del aburrido sistema de excavación el juego ofrece un método de incubación que permite al jugador criar Spectrobes adicionales sin la necesidad de entrar en batalla. Con los minerales extraídos es posible otorgar nuevos niveles a nuestras criaturas, cuyos atributos de combate, mineral y nivel en general aumentarán hasta llegar a la evolución. La ventaja de la incubadora radica en la posibilidad de aplicar los minerales a cierto grupo mientras nosotros estamos fuera combatiendo con otro.
Y esto nos lleva a la segunda incógnita de la fórmula Spectrobes: Combates en tiempo real sobre escenarios tridimensionales. En este caso existen dos tipos de enfrentamientos; unos en los que controlamos a Rallen y otros en los que llevamos a los Spectrobes. Mientras que el incipiente maestro Spectrobe avanza por los escenarios descubrirá unos remolinos llamados polvo Krawl que vienen a ser los enemigos estándar del juego. El problema es que hasta pasado el ecuador de la historia no suponen un verdadero reto, siendo en la mayoría de ocasiones perfectamente evitables. De todos modos, Rallen tiene a mano una espada, un guante especial y un blaster para hacer frente a los más duros y subir de paso algunos niveles.
Por otro lado tenemos los combates con Spectrobes –dos simultáneamente, uno asistido por la IA–, más divertidos que los anteriores y con un componente estratégico cuya clave radica en las distintas combinaciones del grupo en cuanto a tipos de ataque y debilidades. Como ya comentamos, existe cierta estrategia en su elección ya que todos los Spectrobes disponen de bonus y malus dependiendo de su clase, además de distintos modos de ataque. Existen desde aquellos con largo alcance o de soporte hasta los clásicos "damage dealers" o "tanques", por lo que la compenetración entre todos es crucial, y dota de alguna profundidad al sistema. Para facilitar la acción el juego permite en todo momento alternar de uno a otro, tomando la consola el control del que queda libre, acción necesaria en muchas ocasiones para efectuar el ataque final de cada bicho.
En definitiva, los combates son lo más interesante del producto, pero al igual que la historia y todo el tema relacionado con la obtención de los fósiles pierde el atractivo y cae en la monotonía a las pocas horas. En cualquier caso, el multijugador a través de la Conexión Wi-Fi de Nintendo permite luchar contra otros usuarios en batallas uno contra uno, por equipos o incluso todos contra todos, alejándose así de la típica función de intercambio, que posibilita importar objetos y Spectrobes desde la primera entrega.
La guinda del pastel la pone un apartado técnico notable, con unos escenarios en 3D bastante coloridos aunque pobres en cuanto a decorados, una cámara fija en tercera persona que permite apreciar el estupendo modelado de los protagonistas y un buen sistema de control. Todo esto enmarcado dentro de las limitaciones técnicas de una portátil cuyo desempeño entra dentro de lo correcto, a pesar de que a veces sufre ralentizaciones en momentos de alta carga de datos –en contadas ocasiones, eso sí–. Cabe destacar el acabado de algunos fondos que personalmente me ha gustado, como el horizonte nuboso apreciable desde el complejo inicial.
Así, de nuevo, Spectrobes: A las Puertas de la Galaxia camina por el mismo sendero de su predecesor, el oportunismo continuista maquillado con retoques aquí y allá, cuyo apartado técnico es precisamente su salvaguarda. En este punto asumimos que ya no hay nada que hacer porque realmente dan ganas de escribir “no lo compréis”, pero a decir verdad no es un mal juego si no esperas demasiado de él. Si bien exige dedicación por parte del jugador, es difícil obviar su talón de Aquiles, ese ritmo lento, pesado, que unido al guión infantil –del mismo palo que la última entrega de Pokémon pero con peor resultado– tiene consecuencias fatales. Consecuencias como cerrar la DS y cascarle un seis.