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Tales of Monkey Island: Temporada 1

¿El Retorno del Rey?

Este artículo pretende analizar a nivel global toda la primera temporada de Tales of Monkey Island. Es por ello que repetiremos algunos de los comentarios al respecto de los elementos que aparecen en el juego, como doblaje, diseño, etc. También se detallará algo más Rise of the Pirate God, el único episodio que no hemos analizado hasta ahora.

Casi siete meses nos separan del anuncio de Tales of Monkey Island, el retorno de una de las sagas más queridas por los fans de las aventuras gráficas tras un parón motivado por una penosa cuarta parte. Mes a mes, cinco episodios han tratado de devolverla al sitio que se merece en el Olimpo de los juegos. Tras haber probado el último, rejugado todos los episodios de un tirón y dejado reposar el efecto producido unos días, ha llegado la hora de saber si Guybrush Threepwood ha logrado volver como Rey o como bufón.

La primera temporada de Tales of Monkey Island comienza con Guybrush fracasando de un modo estrepitoso en su intento de salvar a Elaine de las garras de LeChuck. Lo único que consigue es naufragar y terminar con una maldición vudú que provoca que una de sus manos se vuelva rebelde. La Señora Vudú le mandará una peligrosa misión: encontrar La Esponja Grande para librarse de la maldición. Lo cual se convierte en un objetivo prioritario cuando, por error, infecta al resto del Caribe.

Tras haber probado la estructura episódica en Monkey Island, la verdad es que no es tan mala como algunos parecían presagiar. Tener todos los meses un pedacito de MI es bastante satisfactorio, y aunque los finales abiertos de cada capítulo quedan algo forzados al jugar a todos de una sentada, el conjunto no sufre demasiado. Para personas como yo, que disponemos de poco tiempo libre, es incluso un alivio tener cada mes un juego “asequible”, que por sí solo no consume demasiado tiempo, pero que capítulo a capítulo define un arco argumental de un tamaño considerable.

Podríamos dividir claramente el desarrollo en tres partes, tanto por su calidad como por su contenido. Launch of the Screaming Narwhal y Siege of Spinner City sirven como introducción a la búsqueda que tendrá que realizar Guybrush para poder librarse de la maldición vudú. Son algo reguleros y se nota la necesidad de meter lo antes posible a todos los personajes para acontecimientos futuros. Los dos siguientes, Lair of the Leviathan y Trial & Executation of Guybrush Threepwood son sin duda los más trabajados a todos los niveles, soportando a la par toda la carga argumental, los puzzles más destacados y las conversaciones más inspiradas. Dado que al último no le hemos dedicado un análisis completo, lo detallaremos algo más en un par de párrafos.

Rise of the Pirate God supone una bajada de calidad bastante grande, y deja un sabor muy agridulce al completarlo. Ha ocurrido lo que temía en el capítulo 4: se han tomado demasiado en serio Monkey Island. Es un capítulo tristón, donde no consiguen arrancarte más que una leve sonrisilla de vez en cuando. Tiene un cariz demasiado melancólico y deprimente que hunde el punto fuerte de Tales of MI: sus diálogos y el carisma de sus personajes.

Podrían haber dado mucho juego a los personajes secundarios pero en su lugar han montado un amalgama de elementos de cada capítulo que demanda cohesión por todos lados. Los rompecabezas muestran una carencia de originalidad tremenda: no varían conforme a la mecánica “encuentra los X objetos mágicos/sagrados/vudú para salir de ésta”, recurriendo incluso a mecánicas sacadas de anteriores episodios. Es un capítulo que comienza bastante lento, y que va cogiendo ritmo hasta una inevitable pelea que recuerda mucho al estilo de las de Monkey Island 2 y 3, para terminar en un final demasiado abrupto, que además viene con regalito de cliffhanger para tener arco argumental asegurado en su próxima entrega