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Tantos juegos y tan poco tiempo

¿Y tú cuánto juegas?

Te levantas, desayunas, te acicalas y partes raudo a tu centro de estudios o, si hay suerte, a tu lugar de trabajo. Si la fortuna de acompaña pillarás una buena combinación con el transporte público que te deje cerca y, durante el trayecto, echarás mano de alguna portátil o directamente del móvil para hacer más ameno el viaje.

Por la mañana, café, cigarro y "muñeco de barro", por lo que volverás a hacer uso, muy posiblemente, del móvil para pasar ese momento. Horas después comes y arañas unos minutos para una partida rápida antes de volver de nuevo al tajo o a las clases.

Cae la noche. Te sueltan y el camino de vuelta sigue la misma rutina, sin despegarte del móvil. Llegas a casa y, tras terminar los quehaceres domésticos, retrasas la vuelta al "sobre" para darle un poquito al vicio electrónico, eso si no te vas directamente a la cama con el móvil, iPad o portátil en la mano.

Este es el día a día de muchos de nosotros. Jornadas maratonianas en las que nos queda, salvo que seas estudiante o formes parte de "los cinco millones", muy poco tiempo para dedicar a nuestro ocio favorito: los videojuegos. Somos muchos los que poco a poco vamos cediendo ante juegos más "ligeros", de esos de una partidita de vez en cuando. Eso si no caemos en los juegos para smartphone o tableta, más conocidos como "juegos de cagar".

La industria sabe esto, y está dando el giro lógico para sacar el máximo beneficio posible de esta situación. Aunque hay mercado para todo tipo de usuarios, los que tienen más tiempo y los que tienen menos, la tendencia es indiscutible. Pongamos por ejemplo el reciente Tokyo GameShow 2012. Allí se dieron cita juegos como Metal Gear Rising: Revengeance, el nuevo Devil May Cray, Puppeteer, Remember Me o PlayStation Battle Royale entre otros. Pero fueron las plataformas portátiles las que destacaron por encima de las demás. No, no me refiero a Vita o a 3DS, me estoy refiriendo a los móviles y a las tabletas, para los que iban destinados cerca del 70% de los juegos presentados.

Esta situación también afecta a los juegos para dispositivos de sobremesa, que siguen la tendencia de ser más cortos o, al menos, a tener algún tipo de opción que los haga más cortos o digeribles. Nadie duda que un shooter en nivel fácil te dura un suspiro y que en niveles más duros resultan más largos, sin mencionar lo que suele alargar la vida del juego el modo multijugador. La técnica de hacer un juego más difícil para incrementar su duración no es nueva, ya que era así como se hacían los juegos en los 80 y 90 donde 5 niveles te duraban semanas.

Y no se salva ningún género, e incluso los sandbox o los RPG, que se suponen largos, están dotados de una campaña principal que no suele ir más allá de las 10 horas. El único género que se convierte en la excepción son los MMORPG donde, salvo que seas (de nuevo) estudiante o parado, es prácticamente imposible seguir el ritmo del resto de jugadores.

Conforme nos volvemos adultos y se acumulan responsabilidades de toda índole, vamos teniendo menos tiempo para jugar. Pero tenemos una afición a la que es difícil renunciar por lo que aprovechamos cada tiempo muerto, sacando un rato de cualquier sitio para dedicárselo al videojuego.

Pregúntate entonces: ¿cuántos juegos has rejugado últimamente? ¿Cuántos has acabado al 100% y cuántos has dejado a la mitad? ¿Cuántos has comprado y ni tan siquiera has probado? ¿Deberíamos quejarnos de los juegos cortos? ¿O tal vez debiéramos quejarnos en los casos que nos venden 5 horas de juego a 70 euros?

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