Tatsunoko Vs. Capcom
Ryu contra... ¿Hakushon Daimaō?
Otra gélida mañana de esta maldita Madrid me ataca con mis sábanas como única salvaguarda. Nos cuentan que este título sale con un año de retraso en occidente por el fragmentado mosaico de distribuidoras que clavan sus uñas en los derechos de la productora nipona Tatsunoko más allá de las pequeñas islitas. En mi opinión, este título ha aguardado su momento para acudir al rescate cuándo fuera realmente necesario. No es por otra cosa que ahora está aquí sino para calentar esta racha polar. Y viene a hacerlo como sabe, a hostias.
Lo primero es ponerse en situación y admitir lo evidente, casi nadie por aquí conoce a los personajes de la Tatsunoko. Es más, ni siquiera a un buen puñado de representantes de Capcom por no ser prolíficos fuera de las tierras de las que Hiroito se avergonzaría.
Las buenas gentes de Koch Media, plenamente conscientes de ello, nos trajeron a un par de eruditos en el tema. Pero la verdad es que me quedé igual. La productora de Chicho Terremoto no ha metido a Chicho en el juego. Y si eres de los que recuerdas los dibujos de Comando G, deja de leer esto y preocúpate por levantar el país.
Los controles
Ya una vez en materia, contemplamos como los agoreros tenían razón en lo de los juegos autojugables. Si bien ya habíamos pasado por una acertada simplificación a 4 botones en el MvsC2, en este la cosa va a más. Se juega con tres botones para lanzar los ataques de diferente intensidad, sin hacer distinción entre patada y puñetazo ni para los movimientos especiales, más un cuarto para llamar al compañero.
Por su parte, en el modo “Nintendo” se juega con un solo botón. Tú le das y tu personaje gana. O algo así. No lo probé.
En cualquier caso, cumple su función de homogeneizar un poco las batallas entre jugadores de distinto nivel, porque puede ganar cualquiera, como se demostró en el torneillo posterior. Es un auténtico desmadre.
La narrativa
Hay dos personajes a la izquierda mirando a la derecha, y dos personajes (¡Que hasta pueden ser los mismos dos!) a la derecha mirando a la izquierda. Como todo el mundo sabe, la izquierda y la derecha sienten un odio visceral la una por la otra. Creo que el tema es que al ser iguales las dos piensan que debe ser la otra la que dé el primer paso, pero como no lo da ninguna nunca acaban por sentirse despechadas. Y como todo buen consolero sabe, el despecho conduce al odio. Y entonces se pegan.
Pero siempre se ha sabido que los que se pelean se desean, y por eso los consoleros seguirán dando a luz a nuevas generaciones de nintenderos.
Vamos, que no me conozco la historia de los personajes de Tatsunoko. Un saludo al chico que nos la contó.
Los dibujitos
El apartado técnico cumple sobradamente para lo que acostumbran los sufridos usuarios de Wii con pantallas HD. Si bien no cuenta con los recursos de un Street Fighter IV (que tampoco es que sea un paradigma de esto), lo cierto es que luce mucho más bonito. Algunos reconocerán la mano de Shinkiro en los artworks del juego. Quizás no por su nombre, pero sí desde luego por sus trabajos tanto en Capcom como en SNK.
Frank West
Hablando de personajes... ¡Sale el protagonista de Dead Rising! Es gracioso, tira zombies y eso. Jill en Marvel vs Capcom 2 también tiraba zombies y bichos, pero estos son más graciosos. No sabría cómo explicarlo. Ellos salen y tú te ríes. Algo así.
La versión que nos llega es una edición extendida de la original japonesa, que también golpeará allí las estanterías en forma de reedición clásica de Capcom, como si de un título deportivo con plantillas actualizadas se tratara. Unos dicen que contará con 24 personajes, una chica dice que 25. Un ser humanoide grita con insistencia que 26. Yo tengo claro que serán 25, y me negaré a desbloquear a un 26º personaje de haberlo. Cuestión de virilidad.