Tekken 6
Lili y Christie se meten en tu bolsillo.
Puede que Tekken 6 en PSP sea una versión más ligera y recortada que la de consolas de sobremesa, pero consigue aproximar la fórmula Tekken de una forma realmente familiar.
Las mecánicas de combate funcionan exactamente igual que en 360/PS3 pero desgraciadamente no todo el trabajo ha sido porteado punto por punto. El juego omite el tedioso y prescindible modo campaña de la versión de consolas, y los acabados de los escenarios y las texturas no están tan pulidos como acostumbran. Los modos historia y arcade vienen desbloqueados desde el principio y las cinemáticas y los diálogos han visto reducido su número de manera exponencial.
Sin embargo, y a pesar de las limitaciones del hardware, Tekken 6 en PSP parece muy cercano a sus hermanos mayores: gráficos llamativos y muy fluidos, mecánicas que satisfacen tanto al jugador novato como al avanzado y una plantilla de cuarenta luchadores listos para partirse la cara, incluyendo los “newcomers” y las viejas glorias como King o Law.
De igual modo que en su antecesor, Tekken 5: Dark Resurrection, los controles de PSP se adaptan de una forma casi natural a la mecánica de juego de la saga, y donde la mayoría títulos de pinchan, Tekken 6 sale más que bien parado. Con el D-Pad se consiguen movimientos rápidos y precisos, siendo el stick analógico una segunda opción a la que recurrir para llevar a cabo maniobras imposibles. Realizar las presas y los combos es una tarea relativamente fácil de ejecutar, y sino lo consigues siempre puedes echar mano del modo “Práctica” para mejorar tu habilidad en una arena de entrenamiento.
Además del modo “Arcade” y “Práctica”, Tekken 6 también incluye combates contra fantasmas, donde se puede seleccionar quién será tu oponente controlado por la CPU o jugar contra el fantasma de un amigo. De estos combates se obtienen créditos que luego pueden canjearse por objetos con los que personalizar la apariencia de los personajes. También existe un modo “Desafío” en el que poner a prueba nuestras habilidades en combates contrarreloj, desafíos de supervivencia o en la llamada “Fiebre del Oro”, en la que se consiguen créditos golpeando al rival.
El apartado multijugador de la versión para PSP se reduce a los clásicos combates ad-hoc, desapareciendo toda la infraestructura online que tienen los juegos de sobremesa. En general funciona bien, pero padece de algunos tirones cuando el programa necesita volver a sincronizar las dos máquinas conectadas.
El resto del título es un continuo intercambio de golpes y patadas al son de ritmos machacones o remezclas bucólico-pastoriles, mientras el fantasma del combo de 10 hit y el juggle desenfrenado aguarda su momento oportuno de entrar en acción. Y lo mejor de todo es que lo puedes disfrutar allí donde vayas.