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The Conduit

Primera toma de contacto con el multijugador.

Ante el manido tema de si es la consola la que determina el perfil de su catálogo o de si es éste el que dibuja el carácter de la consola no siempre resulta fácil posicionarse. Un ejemplo de esto bien puede ser el del futuro The Conduit, de Wii.

Se nos ha presentado como el primer FPS diseñado y pensado exclusivamente para la Wii, atendiendo a sus peculiares capacidades y especificaciones. Ha pasado tiempo ya desde aquellas primeras promesas de gráficos quasi-HD y demás exageraciones, tan lamentablemente habituales a la hora de intentar captar el interés general del público y que no suelen llevar aparejada cosa otra que una decepción a medio o largo plazo.

Con el correr de los meses hemos podido ir conociendo más detalles acerca del argumento y del desarrollo de The Conduit y, gracias a ello, hemos podido ir valorándolo de una manera más adecuada y comedida, sin aspiraciones exageradas ni ilusiones difíciles de colmar. Desde luego, The Conduit viene a cubrir un espacio casi desierto en las estanterías de la consola de sobremesa de Nintendo.

Dejaremos la cuestión de cuán bien lo haga para el análisis en profundidad que Eurogamer os ofrecerá cuando llegue el lanzamiento, aunque podéis –mientras tanto- encontrar vídeos, el tráiler y fotos aquí. Pero, de momento, sí podemos adelantaros algunas impresiones gracias a la presentación que SEGA hizo del juego esta pasada semana en Madrid. En ella se pudo jugar, por primera vez, The Conduit en partida multi entre doce jugadores y la experiencia nos ha dejado algo confusos.

Comencemos por el principio, aunque con la precaución de señalar que quizás lo que se aplica al multijugador no sea directamente transplantable al modo campaña. La primera impresión directa que ofrece The Conduit es la de ser un juego técnicamente sólido, aunque no especialmente deslumbrante. Gráficamente es resultón, pero se hace plano enseguida y la fluidez en las animaciones y los movimientos no es todo lo suave que se pudiese desear. El diseño de los mapas multijugador es bastante típico, así como los modos de juego, entre los que no parece que vayamos a encontrar nada que no hayamos visto con anterioridad. La variedad en las armas es suficiente y el ritmo de juego es ágil y capaz de entretener.

Excusatio non petita, accusatio manifiesta: los mismos responsables de High Voltage (el estudio desarrollador del juego) nos advirtieron de la necesidad de configurar adecuadamente los controles del juego a nuestro gusto para que se ajustasen a las peculiaridades de nuestras características y nuestros hábitos. Esto es muy cierto: el intento por parte de sus creadores de adaptar The Conduit al uso del Wiimote es realmente digno de loa, pero sigue quedando la sensación de que no termina de encajar del todo. Procesos y movimientos que debieran resultar excepcionalemnte intuitivos en un FPS controlado con un mando como el de Wii requieren, sin embargo, más atención de la debida. Y si en un FPS tienes que preocuparte por cómo moverte, en vez de centrar tu atención en hacia dónde debes disparar… estás metido en un lío.

Este desajuste entre el juego y su control terminan por revertir en una cierta sensación de desconexión entre el jugador y lo que sucede en la pantalla, siendo así que, al menos en una sesión de juego narrativamente desnuda como es la de un multi, la atracción y la capacidad inmersiva de The Conduit no es todo lo inmediata que quisiéramos.

Volvamos al comienzo: ¿es la consola la que prefigura la identidad de sus juegos o el efectivo concretarse de su catálogo lo que le otorga a ésta una personalidad concreta? En el caso de The Conduit no podemos dejar de tener la sensación de que quizás podría haber resultado mejor tratar de enfocar el juego desde una perspectiva más alejada del intento de trasplantar la experiencia típica del FPS al formato Wii, buscando una orientación nueva o –al menos– más independiente de los clichés del género: habrá que esperar a ver la campaña monojugador (que tiene bastante mejor aspecto, la verdad), pero desde luego el multiplayer resulta simplemente correcto. Algo que puede llamar la atención en una Wii, pero que apenas si sería digno de mención en cualquier otro soporte.

Lo veremos el 26 de junio.

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