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The King of Fighters XII

Un rey en horas bajas.

La rivalidad entre Capcom y SNK en el género de los juegos de lucha 2D es algo sólo comparable a la fiebre de un Barça-Madrid. Ambas compañías han publicado grandes juegos (Marvel vs Capcom, X-Men: Children of the Atom, Fatal Fury, Art of Fighting, y un largo etcétera), pero sin duda la marca de la casa para cada una son las franquicias Street Fighter y King of Fighters. Hace unos meses vimos el renacimiento del juego de Capcom con el soberbio Street Fighter IV, y la respuesta de SNK llega algo después con King of Fighters XII. Un juego mucho más conservador (sin ir más lejos, mantiene la estética totalmente en 2D), pero lamentablemente muchísimo más limitado y decepcionante que su principal contrincante.

A nivel jugable es bastante fiel a las raíces de la saga, aunque los nuevos contraataques adquieren una importancia vital. El juego, sinceramente, queda muy alejado del típico juego de lucha machacabotones, y se vuelve agradablemente estratégico. KOF XII mantiene los tradicionales combates 3 contra 3 marca de la casa, pero sorprendentemente no permite ni cambiar de luchador durante una ronda (el orden se escoge antes de empezar, y el nuevo personaje sólo sale una vez el anterior ha sido derrotado) ni ningún tipo de interacción para realizar combos en equipo o similares. Por no haber, de hecho, no hay ni siquiera un jefe final al finalizar las cinco rondas. El juego tampoco es que vaya sobrado de modos de juego, y para jugar en solitario tenemos simplemente modos arcade (cinco rondas con contrincantes aleatorios) y versus. Ni historia, ni survival… nada. La vida útil de KOF XII si vas a jugarlo sólo es extremadamente corta.

Porque además esta duodécima entrega es la que posee el plantel de luchadores más pequeño dentro de la saga, con tan sólo 22 personajes, lejísimos de los 40 de KOF XII o los 51 de KOF '98, y con la ausencia de algunos de los más queridos por los fans, como la exhuberante Mai Shiranui. Y tampoco es que los que hayan sobrevivido a la criba hayan salido muy beneficiados: todos los personajes han visto recortado su repertorio de movimientos y tienen una variedad mucho menor que en anteriores entregas. Estas "rebajas" también afectan a los movimientos especiales, teniendo la mayoría de personajes un único super, unos pocos con dos y Ash el único privilegiado con tres. A los neófitos en la saga este aspecto no os llamará demasiado la atención, pero cualquiera que haya jugado a un KOF antes (y ese es precisamente el target de este juego) pondrá el grito en el cielo al ver lo limitado del catálogo de movimientos de los personajes.

Alargar la vida del juego es algo que se podría haber solucionado con un buen modo online, pero el juego de SNK Playmore debe poseer el código online menos optimizado que hemos visto en los últimos meses, porque todos los combates online que hemos probado se han visto afectados por retrasos y lag en mayor o menor medida, alternando entre lo molesto y lo definitivamente injugable. Lo fácil sería achacarlo a la PSN, pero el resto de juegos funcionaba bien, lo cual señala a los programadores de KOF XII como claros culpables.

Al menos, King of Fighters XII es un juego francamente bonito. En vez de optar por pasar a las 3D, todos los gráficos de esta nueva entrega han sido redibujados a mano (lo cual cuesta una cantidad ingente de esfuerzo y tiempo), y eso se nota en el resultado. Pero aquí también hay problemas. Por un lado, los sprites de los protagonistas no son en alta resolución, y muestran un pixelado importante en televisores grandes. Se puede argumentar que quizás sea así para mantener un cierto aire retro, pero por lo menos tenemos la opción de aplicar filtros para alisar los bordes (el filtro número 2 es probablemente el que da mejor resultado). Los escenarios no presentan este problema, pero cometen un pecado todavía peor: por increíble que parezca sólo hay seis diferentes. Obviamente, a medida que vayamos jugando el tedio causado por la repetición se irá haciendo más y más patente.

Un problema que además se extiende al apartado sonoro, con una banda sonora que, si bien mantiene un nivel notable, adolece de una preocupante falta de variedad en el número de canciones. Los efectos de sonido sí cumplen con creces, y el juego posee un selector que nos permite escoger entre voces en japonés o inglés. Personalmente prefiero el primero, puesto que el idioma anglosajón es "irritantemente nipón": las erres se convierten en eles y todo toma un tono ridículo cuando escuchas cosas como "leady, fight!".

Así que al final, el renacimiento de la saga King of Fighters se ha dejado la grandeza de antaño por el camino. El resultado es un juego muy limitado, que muestra preocupantes errores de diseño y planificación y que se queda muy por detrás de otras opciones disponibles en el mercado (sí, Street Fighter IV, te estoy mirando a ti). Los fans de la lucha en 2D, desde luego, harán bien en esperar al año que viene, cuando se pondrá a la venta la versión europea (y mejorada) del BlazBlue: Calamity Trigger de Arc System Works, porque KOF XII es un título menor con una vida demasiado corta.

6 / 10

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