The Sims Medieval

Así pues, nuestro primer monarca se irá rodeando de héroes a medida que vaya creando el correspondiente edificio en el reino. Sabe mal que el uso del editor de sims quede tan restringido a este tipo de ocasiones, sólo accesibles a través del modo reino y normalmente entre misiones (cuando recibimos los puntos de recompensa).

De la misma manera el editor de los edificios sabe a poco en los inicios a causa de disponer de localizaciones predeterminadas para cada tipo de edificio. Cambios en la estructura se hacen imposibles y los típicos añadidos o ampliaciones se quedan en meros cambios de iluminación o mejoras del mobiliario o la decoración.

Pese a esto, el corriente del juego consigue hacernos olvidar de nuestra obsesión con la falta de espacio en nuestras casas mediante las responsabilidades diarias y el medidor de actitud. El pilar principal a considerar para realizar con éxito nuestras acciones. A mayor atención, mayor posibilidad de éxito y viceversa.

Pese a lo que pueda parecer, el esfuerzo para mantener un buen ritmo es relativamente bajo. Esto refuerza la actitud pasiva del juego y ayuda a que nos creamos más ese punto de vista del Guardián que controla o ayuda a los Sims.

Personajes que por otro lado no son tan tontos como nos los pintan en la presentación. Las iniciativas que toman son convincentes pese a sus alocadas decisiones momentáneas. Es decir, en cuanto a necesidades básicas se manejan bien, pero se pierden en las misiones y el ocio.

Tanto nuestros sirvientes como nuestro reino muestran un aspecto destacable. Colores vivos, objetos complejos y texturas resultonas. Ese será el resultado en la mayoría de los PC y Mac, puesto que el título tiene unos requerimientos mínimos bastante aceptables. Jugando en un ordenador de sobremesa y un portátil, la experiencia era fluida pese al salto de detalle gráfico.

En el aspecto sonoro nos encontramos con el que podría ser el mejor apartado del juego. Composiciones ligeras, con una buena combinación instrumental que consiguen transmitir ese toque característico de la saga Sims. También me gustaría destacar las voces de los sims y el esfuerzo realizado para crear una versión acorde con la época del idioma de los sims: el simlish.

En conclusión, Sims Medieval se presenta como un juego entretenido, ligero y altamente divertido. Como las buenas canciones de los bardos y trovadores, nos lleva a visitar mundos exóticos y tiempos antiguos, pasados por el filtro del universo Sim. Una nueva y fresca dirección que se deja muchas cosas por el camino pero las sabe suplir muy bien con las nuevas.