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Tony Hawk: Ride

Monopatín de juguete.

Activision sigue con su afán de monopolizar todo el espacio de nuestro piso y apuesta por sacar, junto con su próximo juego de la famosísima franquicia Tony Hawk’s, un periférico en forma de skate (ver vídeo si no sabes cómo será).

Tuvimos la oportunidad de tocarlo, pesarlo y probarlo en el pasado E3. Solamente se podía jugar en un par de escenarios, que eran una pequeña pista con un circuito guiado y la half pipe, así que lo que vimos es muy poco representativo de lo que nos encontraremos. Pero, lo más importante, nos da una idea de lo que podemos esperar del nuevo periférico.

La tabla está hecha de un plástico bastante consistente y lo único que la diferencia, a primera vista, de un skate de verdad, es que no tiene ruedas. Es bastante sorprendente lo consistente que es. Al principio nos daba miedo subirnos a ella, porque… leches, si la rompíamos nos podíamos meter en un buen lío. Pero el chico que nos lo estaba enseñando todo nos tranquilizó: “el trabajador más corpulento de la oficina ha subido y ha empezado a dar saltos como un loco. Resiste sin problemas”. Y la verdad es que sí; en ningún momento da miedo apoyarse en los bordes y jugar con ella porque no da la sensación de que te vas a caer o que la vas a partir por la mitad.

Los movimientos que puedes ejecutar son los clásicos de la franquicia, pero nos pareció que se habían quitado unos cuantos —los más complicados— para no liar demasiado al usuario. Les preguntamos si pensaban añadir nuevos movimientos vía DLC… y quizás sea una posibilidad.

Es el juego número 10 de la saga, si no hemos contado mal.

Os explicaremos cómo se hace, por ejemplo, el grab, que consiste en agarrar la tabla en el aire. Antes que nada, hay que ir rápido. Nos subimos en el skate y nos impulsamos con el pie que está libre como si quisiésemos ir rápido. Cuando ya estamos embalados ponemos todo el cuerpo encima de la tabla. Colocamos un pie en el extremo de atrás y hacemos el movimiento de salto, con el que se nos levantará la parte superior de la tabla… y bajamos el cuerpo para tapar, con una mano, uno de los sensores que tiene el skate.

La tabla tiene, por lo que vimos, cuatro sensores: un par en los laterales y otros dos en cada punta. Hay que ir con cuidado de no poner el pie encima y taparlos, porque entonces no reconocerá ninguna pirueta. Y para que detecte grabs hay que colocar la mano a unos centímetros de distancia.

Los otros movimientos se hacen de forma bastante parecida a la realidad. Los flips son ollies con un giro de la tabla, los manuals retan tu equilibro al tenerte que mantener sólo en un extremo del plástico…

Si nos preguntáis si la precisión era la adecuada… pues no os lo sabríamos decir. La verdad es que no demasiado. Pero estamos casi seguros que es debido a nuestra falta de práctica o a que el periférico todavía tiene que acabar de ajustarse.

Respecto a los gráficos, el nuevo estudio de Robomodo no es algo en lo que se haya centrado. De hecho nos parecieron demasiado similares a los del anterior Tony Hawk y bastante por debajo de los de Skate de EA. Sigue el mismo tono arcade total, los mismos trucos locos y el colorido característico de la franquicia.

Los gráficos no están mal pero no suponen un salto impresionante.

La décima entrega de la franquicia quiere reinventar el género colocándonos un periférico bastante grande en el salón de nuestras casas. Pero surge una pregunta importante: ¿realmente la gracia de la saga no era dominar perfectamente cómo hacer mil trucos con el mando? ¿La gente querrá acercarse a este nuevo skate de pega? Cierto, la simplificación de la realidad ha permitido que muchos usuarios se enganchen a Guitar Hero y crean que están tocando una guitarra. Pero tenemos dudas de que pase lo mismo con el monopatín, porque no es lo mismo.

Tony Hawk: Ride sale para PS3, Wii y Xbox 360 a finales de este año. Precio por confirmar.

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