Tributo al Big Boss
El gran culebrón de Hideo Kojima.
The Boss y la Misión Virtuosa
Tal como pudimos ver en MGS3: Snake Eater (PS2), pasaron los años y ambos tuvieron que separarse durante un largo periodo de tiempo. Su reencuentro tuvo lugar en la Misión Virtuosa, la primera tarea de Naked Snake como miembro de la unidad FOX. En vez de un encuentro fraternal, Naked Snake se quedó sorprendido ante la deserción de su mentora y la traición a su propio país. Pero en realidad, el supuesto engaño de The Boss resulta ser una maniobra como agente doble para ayudar a su pupilo en la tarea y recuperar parte del legado de Los Filósofos. Una importante cantidad de dinero reunida entre varias naciones.
Naked Snake no sospecha absolutamente nada mientras cumple su misión en la que además, pierde su ojo derecho. Hasta que en un precioso campo de flores debe enfrentarse a la persona que para él lo es todo. Para cumplir su misión debe acabar con la vida de The Boss, algo que desencadena en uno de los finales más emotivos de la historia de los videojuegos. Un “ending” en el que a más de uno se le saltaron las lágrimas (el que escribe este artículo es uno de ellos y eso que no es de llorera fácil) y que concluye con un héroe para su país honorando la tumba de la persona a la que más quiere, la cuál es considerada por su patria como una traidora cuando lo único que ha hecho es ayudarla de manera encubierta. Esta situación sin duda queda acorde con una sublime frase que oímos en determinada parte del juego: “La mitad de lo que conocemos es mentira… La otra mitad, una mentira bien construida”.
Es en ese momento cuando nuestro hombre es condecorado con el mayor rango para un soldado y pasa a considerarse como finalmente ha pasado a la posteridad: BIG BOSS. Dolido por lo que su nación le había obligado a hacer, Snake cambia totalmente su personalidad, pasando a ser menos impulsivo y más frío. No tiene nada y decide retirarse de la unidad FOX.
Tras este triste desenlace, la historia de Metal Gear –que no siempre se recoge en los juegos– sigue y vemos a Big Boss participando en más de 70 operaciones militares en diversos grupos, hasta pasar a ser un mercenario. En una de estas misiones, en Mozambique, reclutó a un niño huérfano de guerra llamado Frank Jaeger. Conocido por ser el Cyborg Ninja al que se enfrenta Solid Snake en Metal Gear Solid.
La creación de FOXHOUND
Tal como vimos en MGS: Portable Ops (PSP) Big Boss fue tomado preso por la unidad FOX, su antiguo equipo. Su letargo no duró demasiado, hasta que entre rejas recibió ayuda de un compañero que para los fans de la saga no necesita mucha presentación: Roy Campbell. Tras un breve espacio de tiempo, Snake creó la organización llamada FOXHOUND, para dar asilo a los soldados que reclutó durante las aventuras recreadas en Portable Ops.
A principio de los años 70, Big Boss cede sus genes a la misteriosa institución conspirativa conocida como The Patriots, donde inician un proyecto denominado “Les Enfants Terribles”. En él se trató de crear ocho descendientes del mejor soldado la historia, pero sólo sobrevivieron tres embriones: Solid, Liquid y Solidus.