Un ejercicio de desmesura
5 juegos para despreocuparse.
Burnout Paradise (Criterion - PC, PS3, 360)
Los atascos, el miedo a la autoridad o a las sanciones económicas con que dicha autoridad nos atemoriza, la responsabilidad, el sentido común, o un mínimo aprecio por la vida propia o ajena, normalmente son factores que nos hacen adoptar un comportamiento prudente al volante en nuestras tristes vidas carnales. Por eso, a la hora de echar el pie en aceleradores virtuales conviene, y es saludable, hacerlo sobre aquellos que no sólo rebasan el acelerador hasta cifras imposibles, sino que su mayor virtud y fuente de placer reside en la destrucción de todo cuanto nos rodea, incluido nuestro propio medio de locomoción. Con unos añitos ya a sus espaldas, Burnout Paradise se mantiene fresco y radiante como el primer día, y sigue siendo uno de los mejores arcades de conducción que podéis encontrar en cualquier plataforma, actuales y no actuales. Sin ningún tipo de aprecio por la mesura y no digamos ya por la simulación, aquí lo importante es correr, intentar alcanzar rampas que nos eleven 40 metros sobre el suelo haciendo piruetas y destrozando, a ser posible, cuantos elementos del mobiliario urbano seamos capaces de alcanzar. Si hay alguien que aun no haya disfrutado de este cóctel explosivo de velocidad, destrucción y adrenalina desatada debería acudir ahora mismo con un fajo de billetes en la boca a su tienda, física o digital, más cercana.
Wet (A2M - PS3, 360)
"Disparáis como follan los abuelos: lento y mal". Así se las gasta la señorita Rubi, protagonista de esta aventura de acción que recorre cómodamente la senda de la serie B más casposa, técnicamente mediocre pero artísticamente notable, y con un tufo a mariachi, gasolina y pólvora que hará las delicias de según qué paladares. En Wet, Rubi deberá aniquilar a centenares de matones a sueldo a través de unos escenarios sucios y decadentes, mientras maneja con estilo envidiable su arsenal armamentístico, salta, corre por las paredes y realiza todo tipo de piruetas imposibles pero tremendamente satisfactorias para el jugador. Su punto fuerte es precisamente ése, lo bien que el juego sabe encadenar el plataformeo más desquiciado con la potencia de fuego bruta como piedra angular de la experiencia. Todo ello además se culmina y se sublima con una banda sonora que perfectamente podría estar sacada de cualquier película de Robert Rodríguez. Un juego que bien merece los cuatro duros que probablemente valga en la actualidad a poco que os guste la acción menos sesuda.
Bulletstorm (People Can Fly - PC, PS3, 360)
Con un argumento del que ni siquiera me acuerdo de tan prescindible que era, Bulletstorm aborda la vertiente más gamberra, canalla, desenfadada y brutal en lo que a juegos de acción en primera persona respecta. Aquí lo que importa es matar, pero sobre todo matar bien, con estilo. Las bonificaciones de puntuación con que el juego recompensa al jugador cuando éste es capaz de encadenar muertes usando de formas imaginativas sus herramientas de hacer pupa (patada, látigo, armas de fuego) suponen una amable palmadita en la espalda para invitarle a que sea creativo en sus instintos homicidas, como una forma de decirte "eh, chaval, olvídate de otros FPS, aquí has venido a recrearte". Y lo hace condenadamente bien, con una alegría contagiosa. De hecho, el carácter festivo del juego se acentúa con la presencia de unos escenarios realmente coloridos si tenemos en cuenta lo que estamos acostumbrados a ver en el género. Sin duda, Bulletstorm es uno de los mejores shooters, o al menos uno de los más divertidos, que podéis encontrar actualmente.