Uwe Boll abandona el crowdfunding tras su tercer intento fallido
"Que os j**** a todos. Tengo dinero para jugar al golf hasta que muera."
El director de cine Uwe Boll ha anunciado su decisión de abandonar las películas financiadas por micromecenazgo en un vídeo de Youtube bastante explícito.
Boll, que ha sido responsable de algunas adaptaciones de videojuegos a la gran pantalla que todos recordaremos hasta el fin de los días como BloodRayne, Alone in the Dark y Far Cry, ha publicado su rabieta tras el fracaso de su tercera campaña de micromecenazgo para Rampage 3.
"Esa era mi tercera campaña después de que Postal 2 fracasara," se lamenta Boll, "después de que Rampage 3 fracasara en Indiegogo y ahora en Kickstarter."
"Así que, básicamente, mi mensaje es que os j****. Parece que a nadie le importa una m***** Rampage 3 así que quizá no debería hacerlo. Tengo dinero para jugar al golf hasta que me muera."
"Quería hacer Rampage 3 porque es una película importante, pero parece que es más fácil que déis 600.000 dólares para hacer una película de un mago retrasado en el bosque o para alguna basura sobre Marvel Avengers. Así que adiós, y adiós Hollywood."
Rampage 3: No Mercy necesitaba 50.000 euros para financiarse con éxito. Con tres días para llegar al final, ha recaudado menos de la mitad del total.
Boll había intentado anteriormente conseguir 500.000 dólares para una secuela de la adaptación del controvertido juego Postal. La campaña terminó con solo 29.000 dólares.
El segundo vídeo con rabieta que ha publicado, titulado "que os j*** a todos", va dirigido especialmente a todos aquellos que no apoyamos su última campaña en Kickstarter.
El vídeo está lleno de ataques gratuitos en sus casi cinco minutos de duración con poco espacio para la pausa o la reflexión; critica a Hollywood en general, especialmente a George Clooney, las películas de Marvel, Jennifer Lopez, Robert Downey JR., los inversores extranjeros y la falta de atención puesta en el conflicto en Darfur.
No os lo perdáis:
Ahora que Rampage 3 ha fracasado, es una incógnita cuál será el siguiente movimiento de Boll. Igual es verdad que se pasará el resto de sus días jugando al golf. Qué final más triste, ¿no?