Valkyrie Profile: Covenant of the Plume
¿Tan ligero como una pluma?
Desterremos la palabra "crepuscular", hoy en día se utiliza para casi todo y además, bajo el punto de vista de un servidor, se utiliza mal. Casi podríamos decir que se ha convertido en algo automático: alguien dice una soberana chorrada, pero después le añade la palabra "crepuscular" al final y bueno... Parece que haya descubierto la solución a los problemas de la humanidad. "¡Ei, lo que ha dicho! ¡Es un genio! ¡Es un juego crepuscularrrrr!". En fin, preparaos para mi ejercicio semanal de retórica onanística que allá voy.
Da la sensación de que actualmente cualquier juego que nos presente un hilo argumental de tono pesimista y apesadumbrado tenga que entrar dentro de esa categoría. Por no hablar de esos juegos llenos atardeceres recortados en el horizonte que las técnicas de iluminación modernas nos permiten recrear; o de esos con músicas que discurren a cámara lenta con sus correspondientes imágenes en motion blur. ¡Pamplinas! Si hay un juego que auténticamente se ciñe a esa manida palabra "crepuscular" es este Valkyre Profile: Covenant of the Plume para Nintendo DS.
Estamos ante un juego de rol táctico cuyo planteamiento es tan original como deprimente y oscuro. Nos pone en la piel de un anti-héroe con todas las de la ley llamado Wylfred (no es coña, se llama así), que es un joven mercenario dentro de un mundo medieval, pero no medieval en plan sucio juego de rol europeo, no; medieval en plan peces voladores que te atacan con espadas, es decir, medieval fantástico a la japonesa. Como toda la saga el escenario y los personajes se basan en elementos de la mitología nórdica, por lo que es importante tener presente cuatro datos básicos antes de ponernos a jugar, como lo referente a las valquirias (que serían como la representación de la muerte a la escandinava), los einherjar (espíritus de guerreros que han muerto en batalla) o el Valhalla (esa fortaleza donde van a parar los guerreros muertos heroicamente y donde todo heavy que se precie querría pasar el fin de sus días).
La citada originalidad reside en el punto de vista por el que el estudio Tri-Ace ha optado para explicarnos la historia. En esta ocasión no seremos una valquiria, como pasaba en la primera entrega aparecida para PlayStation hace 10 años. Olvidaros de aquella potentísima propuesta que nos llevaba de revivir los últimos momentos de vida de los personajes con los que topábamos. Esta vez nuestro protagonista es un chico cuya familia cayó en desgracia tras la muerte del padre en el campo de batalla, y que cree que encontrando y matando a la valquiria que se llevó el alma de su progenitor podrá encontrar venganza.
Puesto que el mundo de Valkyre Profile vive sumido en el conflicto y la guerra, Wylfred utiliza la excusa de ayudar a la resistencia para llevar a cabo su misión oculta. La gracia del asunto, sin embargo, es que para conseguirlo la reina de las tinieblas Hel llega al típico acuerdo fáustico con el héroe y le otorga un poder especial a cambio de que le entregue las almas de sus enemigos. Así, recibimos la Pluma de la Diosa, un objeto que nos ayudará a afrontar las batallas más duras a cambio de sacrificar la vida de nuestros compañeros. Es en este punto, amigos, donde reside la verdadera esencia de este título y su mayor aportación. A lo largo del viaje iremos conociendo a diversos personajes (en total hay una veintena), nos convertiremos en sus camaradas, nos caerán bien e incluso acabaremos siendo sus amigos. Pero al final, tendremos que elegir si sacrificar su vida para obtener su poder, y así derrotar a ese enemigo imposible que se cruza en nuestro camino. ¿Tendréis la suficiente sangre fría?
Tener una buena idea es un gran punto de partida, pero si no se sabe explicar correctamente lo más seguro es que acabemos aburriendo hasta al más convencido. Así, todo en este juego se desarrolla a un ritmo leeeeeento, con un TIC-TAC eterno de esos que sólo permitimos a los juegos de la vieja escuela. Por supuesto, no es algo que nos coja por sorpresa, la saga Valkyrie Profile es conocida por su densidad, digna –en cuanto a cantidad– de lo mejor del existencialismo ruso o a un discurso de Fidel Castro. Este nuevo episodio para la portátil de Nintendo sigue siendo igual de tostón pero es más aburrido. Y aunque tiene cosas interesantes, sigue siendo como esos ancianos que cruzan la calle lentamente, con más miedo de caer que de ser atropellados.