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Vanquish

Sam se pone su mejor traje.

Los enemigos son robots y van desde humanoides débiles hasta arañas gigantes. Y aunque son muy variados, todos tienen su punto débil, algo que te obligará a aprender sus rutinas de ataque para ser capaz de acceder a ellos en el momento adecuado y con el arma precisa –casi casi como un shooter de los clásicos-. De su diseño, qué decir: mirad los vídeos e imágenes que acompañan el artículo. Son fabulosos, con cientos de animaciones y de un gusto estético soberbio, con ese toque japonés occidentalizado bien llevado y mucho menos grimoso-kitsch que los de Bayonetta. En cuanto a los escenarios, la variedad quizás sea menor, igual que su estructura, aunque hay alguna sorpresa agradable. Están organizados en arenas que tienes que limpiar de malos antes de poder pasar a la siguiente.

Para que os pongáis en situación y sepáis más o menos dónde estamos, los rusos atacan San Francisco y amenazan con ir a por Nueva York. Los EEUU, lejos de acobardarse, optan por ir a la guerra y acabar con esa arma de destrucción masiva que está ahí en el espacio. Con Sam estará casi toda la aventura Burns –doblado por Alfonso Vallés, aunque puedes elegir idioma y subtítulos- , acompañado de varios marines, y de lejos nos asistirá una señorita bien maja y que nos marcará qué rutas seguir y nos ayudará a optimizar el esqueleto biomecánico que llevamos.

Los 15 minutos que hay después de la demo, grabados por nosotros.

Una vez descrito todo esto, podemos volver a lo que decía al principio. Vanquish toma las coberturas de Gears of War, el estilo de los jefes finales de las cinemáticas de Metal Gear, la necesidad de alcanzar la excelencia de los mejores shooters de Treasure, la progresión de armas de los multijugadores online, el tiempo bala de Max Payne... y le da una capa de pintura que lo hace parecer todo nuevo y brillante. Estos elementos alcanzan aquí su clímax, se integran perfectamente y dan lugar a algo original, que acaba por ser de lo mejor que ha salido al mercado en su género en esta generación de consolas. Y destruye algunos de los lastres de diseño más importantes que arrastra el género; esos que marcan que lo importante es avanzar. Mentira: lo importante es cómo avanzas, y cuánto te diviertes avanzando, y si ganan los buenos o ganan los malos tiene que importar (casi) menos que la fecha de cumpleaños de la Esteban.

Se lo ha criticado por ser corto. Si sólo quieres saber qué pasa al final de la historia, sí, lo es, pero es que no está pensado para ser jugado así. Si lo que quieres es llegar a dominarlo, a poder pasarte los complicadísisisimos desafíos que se desbloquean cada vez que acabas un acto, a hacer mejores tiempos que tus colegas, a subir tu puntuación y reducir el número de muertes... tienes horas de sobras y, además, de las buenas. Si tuviese que criticarlo por algo, probablemente le pediría un sistema de puntuación algo más explícito (¿quizás algo parecido a las medallas de Bayonetta?) o una historia menos cutre, pero nunca que lo alargasen más de la cuenta y correr el riesgo de quitarle intensidad y potencia.

Vanquish es un espectáculo audiovisual de categoría, pensado hasta la extenuación, hecho con mimo y con cuidado por una gente que sabe lo que hace y difícil a rabiar. No gustará a todos, pero gustará mucho a quien tiene que gustar. Un consejo: prueba las demos para ver en qué grupo estás.

9 / 10

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