Warhammer Online: Age of Reckoning
¡Esto es la guerra!
Seguramente algunos de vosotros ya os habréis dado cuenta... ¡Han puesto mal el acrónimo del juego! El título que hoy analizamos aquí es “Warhammer Online: Age Of Reckoning”, el MMO de fantasía de Mythic basado en el juego de mesa de Games Workshop. Técnicamente, lo correcto seria llamarlo WOAR o WOAoR.
Pero esas iniciales no transmiten el mensaje principal. Aunque sus siglas correctas deberían ser WOAR, el espíritu del juego se encuentra concentrado en las tres únicas letras que Mythic ha escogido para bautizar a su impresionante título: WAR. Como la mayoría ya sabrá, WAR significa “guerra” en inglés, y eso es lo que encontrarás en Warhammer Online. Así como el famoso World of Warcraft (al que WAR debe mucha “inspiración” como veremos más adelante) nos introduce en su peculiar mundo de fantasía animada y sus iniciales (WOW) son una exclamación de asombro, en el juego de Mythic prima la rudeza del enfrentamiento entre El Ejercito del Orden y El Ejercito de la Destrucción. Aquí has venido por y para la batalla.
Allá donde mires podrás ver el humo proveniente del frente de guerra y escuchar el rechinar de los aceros de las espadas. Los marcadores en pantalla que indican si la zona esta controlada por el Orden o la Destrucción, el asalto a las grandes ciudades en los niveles altos, las batallas esporádicas de Jugador-contra-Jugador (a partir de ahora JcJ) que encontrarás ya desde el comienzo del juego, las misiones dinámicas contra los personajes controlados por el servidor de cada zona... En WAR cada elemento ha sido colocado para recordarte que esto es una guerra y aquí los que se creen héroes son los primeros en caer.
No es país para guerreros solitarios
Es algo que descubrirás tan pronto como des tus primeros pasos dentro del juego. Te encontrarás con lo que parecen escollos insalvables. Enemigos que parecerán imposibles de derrotar. La solución es sencilla: busca aliados. Warhammer Online es un juego realmente masivo. Muchas misiones, especialmente las “públicas”, son imposibles de completar sin la participación de una cantidad considerable de jugadores. Este es un factor que debes tener en cuenta a la hora de escoger el servidor de juego ya que en los que están poco poblados resulta terriblemente difícil completar algunas de las tareas.
Dejando de lado el alto número de jugadores necesario para disfrutar del juego en todo su esplendor, estamos ante un título muy sólido, con un interfaz personalizable muy funcional, un rendimiento de red intachable, una cantidad de misiones que te mantendrán continuamente ocupado, y un motor gráfico que sin tener unos requerimientos extremadamente altos nos muestra unos gráficos detallados y unos escenarios llenos de vida.
Igualmente sólida es la base de juego MMO con la que Mythic ha cimentado WAR. Sin olvidar las grandes aportaciones que han realizado en el apartado de Reino-contra-Reino (RcR a partir de ahora), es destacable cómo el juego se apoya en las bases clásicas de los RPG: características por clase, progresión de los personajes, combate, saqueo y completar misiones. A pesar de haber establecido estas bases de una manera acertada, son pocas las veces en que encontramos algún detalle que no hayamos visto en juegos anteriores.
Siguiendo la tradición de Warhammer, cada una de las clases introducidas en el juego es específica para una de las seis razas. Eso quiere decir que, al contrario que en otros títulos como World of Warcraft, nunca te enfrentarás a un adversario con habilidades idénticas a las tuyas. La mayoría de las 20 clases disponibles están basadas en las 4 habituales del género (daño de cuerpo a cuerpo, daño a distancia, tanque y sanador) con ligeros retoques para darles más interés, pero la mayoría carecen de la personalidad y profundidad necesaria para considerarlas sobresalientes.
En un intento de destacar las diferencias entre las clases, Mythic se ha sacado de la manga diversas mecánicas para el uso de las habilidades, aunque realmente no son más que sistemas ya conocidos un poco “maquillados”.¿Queréis ejemplos? Los juicios de los Cazadores de Brujas no dejan de ser puntos de combo poniendo esta clase a la par de un pícaro cualquiera. El plan de batalla dividido en tres fases de los Orcos Negros tan solo hace que resulte más repetitivo el juego con esta clase. El sistema de magia negra de las Hechiceras Elfas que aumenta el daño infligido proporcionalmente a las probabilidades de que el ataque se vuelva en su contra, a priori resulta emocionante pero con el tiempo se torna frustrante.
Repartir habilidades a lo largo de 40 niveles diferentes para las 20 carreras disponibles ha sido una dura y, además, da como resultado algunas clases demasiado homogéneas. La diversidad de las habilidades conseguidas en los 10 últimos niveles dificulta la especialización del personaje y las ramas de Maestría no añaden demasiadas opciones, tampoco.
Pero no todo son críticas: cada clases esta bien definida y, en general, bastante equilibrada. Todas se desenvuelven bien tanto en solitario como trabajando en grupo. La variedad de clases de tipo “sanador”, capaces de arreglárselas también en combate, son muy populares entre los jugadores y bienvenidas por los compañeros en el campo de batalla.
Desde primeros de año Mythic ha trabajado en afinar el combate en WAR, y la mejoría que ha sufrido el juego es evidente (aun sin llegar a ser perfecto). Seguimos encontrando ciertos problemas con el ajuste de las animaciones, que añaden cierta confusión en el jugador a la hora de enlazar unas habilidades con otras. En ocasiones el personaje realiza la animación antes de terminar la acción, y eso provoca que el jugador pulse la tecla de su siguiente acción demasiado pronto. Otros detalles como el sistema de Moral (una pequeña barra que se va llenando durante los combates largos y nos premia con técnicas devastadoras al alcanzar una determinada “carga”) aumentan la emoción de los combates y crean situaciones límite en las que deberás luchar sin descanso.