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La Xbox 360 de Microsoft cumple diez años en Europa

A la segunda fue la vencida.

Hoy se cumple una década del lanzamiento de Xbox 360 en Europa.

El 2 de diciembre de 2005 llegaba a nuestro país la segunda consola de Microsoft, tras un discreto intento de introducirse en el competitivo mercado del entretenimiento doméstico con la primera Xbox. En esta ocasión, sin embargo, los resultados fueron muchísimo más positivos para la compañía de Redmond.

Su primer acierto fue, sin duda, adelantarse a la competencia. Xbox 360 se puso a la venta en Europa más de un año antes que Wii y PlayStation 3, y a lo largo de esos primeros meses se publicaron títulos tan importantes como Dead Rising, The Elder Scrolls IV: Oblivion, BioShock y la primera entrega de una de sus franquicias exclusivas más importantes, Gears of War. Gracias a ello, para cuando Nintendo y Sony lanzaron sus respectivas consolas Xbox 360 ya contaba con una considerable base de usuarios y un catálogo atractivo de cara a los aficionados que habían dado con ella el salto a la alta definición.

Otro de los factores fundamentales a la hora de entender el éxito de la consola de Microsoft es el servicio Xbox Live. Con Xbox 360 asistimos a la explosión del juego online, apoyado en una infraestructura de red que todavía hoy sigue siendo superior a la que utilizan sus rivales. No podemos evitar recordar, además, que con Xbox 360 nacieron los logros -ahora un estándar para cualquier sistema de entretenimiento- y la revolución de los juegos indie gracias a las políticas de Xbox Live Arcade o la irrupción de iniciativas como los Xbox Live Indie Games.

Microsoft contó, además, con una ventaja inesperada. La apuesta de Sony por la arquitectura del procesador Cell aumentó considerablemente la dificultad para programar en PlayStation 3, lo cual provocó un efecto colateral que poca gente en la industria supo anticipar: normalmente las versiones para Xbox 360 de los títulos multiplataforma fuesen en términos técnicos, al menos durante la primera mitad del ciclo de vida de ambas consolas.

A lo largo de diez años Xbox 360 supo adaptarse a un mercado que evolucionaba de forma continua, no solo con revisiones de hardware que redujeron el tamaño y aumentaron notablemente la eficiencia energética, sino también con el propio software. El dashboard, por ejemplo, es una buena muestra de ello, recibiendo un completo y muy necesario lavado de cara a finales de 2008. Incluso la propia filosofía cambió: lo que nació como una consola para jugar se convirtió en un completo centro multimedia gracias a la publicación de reproductores de medios y aplicaciones para los servicios digitales más importantes, como Netflix, YouTube, Yomvi, Twitch, Hulu o la NFL y la NBA. La compañía que por aquel entonces dirigía Steve Ballmer incluso nos prometió una increíble revolución, Kinect, que al final quedó en agua de borrajas, pero sigue resultando una tecnología bastante impresionante.

La historia de Xbox 360, sin embargo, quedará siempre ligeramente ensombrecida por uno de los mayores fiascos de la industria tecnología moderna: el famoso Red Ring of Death (RROD). Un fallo de diseño en los primeros modelos provocaba un sobrecalentamiento en el interior que derivaba en glitches, cuelgues y, finalmente, que la consola quedase totalmente inutilizada. En julio de 2007 Peter Moore, el vicepresidente de la división de entretenimiento interactivo de Microsoft, admitió en una carta abierta la existencia de este defecto, y se inició un costosísimo (se calcula que superaba los mil millones de dólares) programa de extensión de garantía y sustitución gratuita de hardware defectuoso. Esa respuesta y la fiabilidad de las revisiones posteriores de hardware evitaron males mayores y que la marca quedase excesivamente manchada a los ojos del público.

El tremendo éxito de Wii eclipsa un dato que hace diez años hubiese resultado increíble: Xbox 360 ha vendido a nivel global -pese al fiasco en el mercado japonés- más unidades que PlayStation 3, una consola que venía precedida por la exitosa PS2 y que a priori lo tenía todo de cara para liderar la séptima generación. Es el testamento del buen trabajo de Microsoft y de una máquina que será recordada con cariño durante muchos años.

Diez años después, Xbox 360 todavía sigue vendiéndose en las tiendas, se siguen publicando algunos títulos de notable calidad para ella (el reciente Rise of the Tomb Raider, por ejemplo) y su legado se mantiene vivo en Xbox One gracias a la recién estrenada retrocompatibilidad. Muchísimas felicidades.

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