Xbox defiende a Bethesda ante las acusaciones de crunch
Las tilda de "injustas."
Ayer, según informa Kotaku, Microsoft celebró una sesión de preguntas y respuestas internas a cargo de Matt Booty, jefe de Microsoft Studios. En ella, se le preguntó sobre las acusaciones de presunto crunch y condiciones de trabajo desfavorables que salieron a la luz a raíz de un reportaje publicado por el mismo medio a principios de mes.
El pasado 8 de junio, Kotaku publicaba un artículo centrado en el desarrollo de Fallout 76 en el que se señalaba lo exigente del proyecto y el grave impacto emocional que tuvo sobre sus desarrolladores. Se afirmaba que el proyecto se "comía" a la gente, y que la mayoría de desarrolladores involucrados en él terminaban por abandonar la empresa por las malas condiciones. Los testers, por ejemplo, afirmaban haber trabajado diez horas al día, seis días a la semana durante los meses previos al lanzamiento del juego.
Ayer, Booty negaba estas circunstancias. Aseguraba que Xbox se toma las acusaciones de crunch "en serio", pero que el problema con ese tipo de artículos es que "miran hacia atrás, a veces muy atrás en el tiempo." Según el jefe de Microsoft Studios, las condiciones laborales del sector de los videojuegos eran notablemente peores hace unos años, y por tanto es injusto examinarlas desde la perspectiva del presente. "Era parte de la industria. No lo digo para justificarlo, sólo digo que era parte de la cultura de la industria. Literalmente, yo he dormido debajo de mi escritorio al principio de mi carrera. Y nos tomábamos eso como un logro, una medalla de honor."
Booty aseguraba que las condiciones laborales descritas en el artículo original eran cosa "del pasado". "Sé, por hablar con los líderes de Bethesda, que no hay una situación en la que la gente esté haciendo crunch". Aún así, admite que podría haber circunstancias en las que el crunch sucediese sin que él lo supiera, e insiste en que el departamento de recursos humanos de Xbox estaría dispuesto a escuchar a los empleados en este sentido.
Booty señalaba que las horas extra deberían ser una cuestión de "emoción personal y pasión", y nunca algo relacionado con la obligación o un aspecto fundamental del calendario de desarrollo.