Xbox One: Lo que sabemos hasta ahora
La consola, la polémica y las preguntas sin contestar.
Han pasado ya tres semanas desde que Microsoft anunció Xbox One, en una presentación que se centró principalmente en las capacidades multimedia de la consola en lugar de en los juegos.
Las consecuencias de eso - y las preguntas alrededor de la restricción de los juegos usados, la política online y el miedo de que se invada la privacidad - han dominado las discusiones sobre el tema desde entonces.
Pero todo eso cambia hoy, cuando finalmente podamos echar un buen vistazo al catálogo de lanzamiento de la consola.
Podéis ver con nosotros la conferencia de Microsoft del E3 esta tarde a las 18:30pm hora local, con nuestros comentarios en directo y nuestras reacciones. ¿Estará Halo 5? ¿Volverá Viva Piñata? ¿Tendrá también Xbox One un dispensador de agua? Descubridlo en directo en Eurogamer.
La consola
A diferencia de Sony, Microsoft ya ha mostrado el aspecto de su consola next-gen, con su diseño angular, su brillo y su posición horizontal - que es como aparece en todas las imágenes promocionales. Cada Xbox One vendrá con una nueva versión de Kinect, que requiere estar conectado.
En las entrañas de Xbox One se encuentra un lector Blu-ray, un disco duro de 500GB y 8GB de RAM, aunque Microsoft ha dicho que algunos cálculos se realizarán en la nube. También hay un puerto HDMI para grabar la televisión a través del cable de tu sintonizador, por ejemplo.
El mando, por otro lado, es una versión evolucionada del excelente pad de 360. Tiene vibración en ambos gatillos, unos auriculares con una mayor calidad de sonido y la opción de usarlo con cable a través de USB (como el mando de PS3). También ha desaparecido el molesto compartimento para las pilas del mando de 360.
La polémica
Oímos muchas cosas en la conferencia de Microsoft que nos hacían persagiar que la compañía pretende limitar la venta de juegos de segunda mano - probablemente combinando la instalación desde el disco con una conexión permanente a internet.
Algunas de estas cosas resultaron ser verdad, aunque Microsoft no parece tener claro cómo funcionará todo esto exactamente. Decir que a Microsoft se le fue la mano con la explicación sería quedarse corto. Pero entonces, el pasado viernes, en el último momento posible antes de tener que mencionar la confusión en su conferencia del E3, dejó caer las normas concretas sobre cómo funcionará la propiedad de juegos next-gen en Xbox One.
Empecemos por lo primero. Una vez que un juego esté instalado podremos jugarlo en cualquier Xbox One en la que iniciemos sesión. También podremos compartir ese acceso con cualquier persona que inicie sesión en nuestra Xbox One, y con hasta 10 miembros de nuestra familia en cualquier consola.
También podemos regalar un juego a un amigo, aunque solo una vez por copia y a un usuario que haya estado en nuestra lista de amigos durante, al menos, 30 días.
Pero la posibilidad de intercambiar o revender los juegos dependerá exclusivamente de las editoras - pueden optar por eso, y los minoristas deben participar en ello.
Microsoft hará un seguimiento de todo esto obligando a que conectemos Xbox One a internet una vez cada 24 horas - incluso para los juegos de un jugador. Ese tiempo de desconexión se reduce a una hora si accedemos a nuestro catálogo desde otra consola.
Es un gran cambio de la forma en como funcionan ahora, y todavía hay preguntas que deben contestarse. ¿Los juegos que no se puedan vender serán más baratos? ¿Cómo sabrán los jugadores qué juegos pueden revender y cuáles no? ¿Qué pasará cuando Microsoft retire el servicio?
Finalmente, Microsoft tiene que explicar las cuestiones de la privacidad después de que se revelara que Kinect no podrá apagarse y siempre estará esperando nuestros comandos de voz. Microsoft ha insistido en que nuestras conversaciones no se grabarán, y que de hecho se podrá "pausar".
Los juegos
Microsoft espera que Xbox One tenga 15 juegos exclusivos en su primer año de vida, aunque de momento solo hemos visto una pequeña parte de ellos.
Está Quantum Break, esa nueva IP de los creadores de Alan Wake, Remedy, y el Forza Motorsport 5 de Turn 10. Y, hasta ahora, eso es todo.
Una gran parte de la presentación de Xbox One se centró en Call of Duty: Ghosts, con el perro como principal protagonista. Como con Xbox 360, los poseedores de Xbox One podrán acceder antes al contenido descargable del juego.
Esta tarde puede que oigamos más cosas sobre los juegos de las third-party, como la exclusiva Ryse de Crytek o el shooter para PC y Xbox One Titanfall, de Respawn Entertainment. Lionhead y Rare también anunciarán sus propios proyectos (Lionhead está trabajando, lógicamente, en algo más que ese Fable 1 en HD).
En lo que respecta a la plataforma, Microsoft no permitirá que los indies publiquen sus juegos en Xbox One. Los juegos descargables tendrán que tener detrás a una editora, lo que ha incomodado a algunos estudios pequeños.
Más malas noticias: Xbox One no será retrocompatible. Tan simple como eso. Mientras Sony está pensando en alguna solución basada en la computación en nube, Microsoft ha dicho que Xbox One está "basada en una arquitectura distinta, por lo que la retrocompatiblidad no funciona desde esa perspectiva."
Lo bueno es que el Gamerscore y nuestros logros se podrán transferir, y los desarrolladores podrán añadir recompensas nuevas y adaptables después del lanzamiento de los juegos.
...y todo lo demás
Y ahora, levantad la mano todos los que estéis emocionados con la serie de televisión de Halo, porque seguro que veremos más cosas así. El jefazo de Microsoft, Steve Ballmer, se reunió recientemente con unos peces gordos de Hollywood para que se subieran al carro. Quizá les explicó que los jugadores podremos ganar logros viendo series de televisión.
Tras un primer anuncio un tanto mediocre, puede que Microsoft presente formalmente IllumiRoom para Xbox, una especie de proyector que expande la pantalla de la televisión por nuestra habitación.
Sea lo que sea lo que suceda, podréis verlo todo aquí en Eurogamer. Esta tarde. A las 6:30pm hora local. Popcorn.gif.